Patriarca caldeo: dolor por la tragedia que tiene lugar en Mosul. Listos para ayudar a miles de personas desplazadas
Mar Sako nos habla de una "difícil pero necesaria" liberación del oeste. Los yihadistas "usan al pueblo" como escudos humanos, calles y casas estrechas están dificultando las operaciones. Miles de muertes y más de 10 mil viviendas destruidas. La controversia sobre una incursión coalición USA que habría provocado más de un centenar de víctimas. Ayuda y alimentos de la Iglesia caldea a los refugiados musulmanes.
Bagdad (AsiaNews) - La liberación de Mosul de la presencia del estado islámico será "difícil pero necesaria" porque los yihadistas "usan a la población" para asegurarse una cubierta, las calles son muy estrechas y las casas vecinas entre sí. Lo afirma a AsiaNews el patriarca caldeo mar Louis Sako Raphael, al comentar sobre la ofensiva en curso para desalojar las milicias Daesh también del sector occidental de la segunda ciudad en importancia de Irak. "La ofensiva militar en curso en el oeste -añade el prelado - ya causó al menos 4 mil víctimas y la destrucción de 10 mil viviendas. Una verdadera tragedia".
En la ciudad antigua de Mosul, en el sector occidental, están las iglesias más antiguas de todo Irak, y algunos de los monasterios más importantes. Los edificios que datan del quinto, sexto, séptimo siglo y que constituyen un activo real no sólo religioso, sino también cultural e histórico para el país. "Por esto - advierte el primado caldeo - la liberación de Mosul es un acto necesario. Al mismo tiempo, es necesario salvaguardar la población y las vidas humanas".
En el fin de semana el Patriarcado caldeo ha publicado una declaración oficial, en la que expresa "solidaridad" con las "víctimas inocentes" de Mosul, golpeadas por un "terrorismo oscurantista". Cientos de civiles han muerto a causa del conflicto, en el que la Iglesia caldea manifiesta su "cercanía" y asegura la "ayuda" alimentaria y básica, con una especial atención a las familias desplazadas. "En esta ocasión - continúa la declaración del patriarca - invitamos a todas las partes interesadas para que respeten las leyes de la guerra, las tradiciones morales y religiosas para preservar la vida de personas inocentes". Finalmente, los líderes de la Iglesia están recurriendo a la comunidad internacional para hacer frente "seriamente" a la crisis de los desplazados internos, "la mayor tragedia alguna vez vivida en Irak".
El mes pasado, cientos de miles de civiles en la parte occidental de Mosul abandonaron casas y bienes, para escapar de la batalla entre las fuerzas gubernamentales y las milicias kurdas contra los yihadistas del Estado islámico (EI), que todavía controlan la zona. La mayoría de los desplazados han encontrado amaro en campamentos de refugiados y los centros de recepción establecidos en las últimas semanas. Otros han llegado a las casas de familiares o miembros de la familia.
En febrero, el gobierno había logrado expulsar a los militantes del Daesh [acrónimo árabe para el EÍ] de la parte oriental de Mosul, a la derecha del Tigris, después de meses de intensos combates. La ofensiva comenzó el 17 de octubre y se llevó casi cinco meses para vencer la resistencia yihadista en la zona.
Ahora el objetivo es tomar el control completo de la segunda ciudad más grande del país, aunque sigue siendo una prioridad la cuestión de la seguridad de las personas civiles en la ofensiva. El 17 de marzo, un ataque aéreo de la coalición internacional liderada por Estados Unidos habría causado la muerte de más de cien personas, quienes murieron en el derrumbe de un edificio afectado por las bombas lanzadas por cazas estadounidenses.
Sobre el hecho emergen relatos y testimonios contradictorios, tanto en el número de víctimas como en las responsabilidades. La dirección del ejército iraquí está convencida de que la causa de la matanza fueron bombas colocadas por los yihadistas.
Los equipos de rescate han extraído los cuerpos de más de un centenar de personas de los escombros de los edificios colapsados; otras fuentes hablan de más de 240 personas muertas. El mando estadounidense ha abierto una investigación, pero hasta el momento no hay ninguna posición oficial. Algunos políticos locales están pidiendo más atención y recuerdan que no se puede utilizar media tonelada de bombas lanzadas desde aviones para matar a un francotirador en la parte superior de un edificio lleno de civiles.
"Estamos frente a una matanza - le dice a AsiaNews mar Sako - y se necesita hacer algo. El Estado islámico utiliza la población como escudos humanos, debe ser detenido". Además de los civiles muertos, también existe el drama de los desplazados que siguen huyendo de la zona oeste de Mosul. "La próxima semana - continúa el prelado - Voy a ir en persona a entregar la ayuda a más de 4 mil familias musulmanas que han huido recientemente. Son los nuevos refugiados, las últimas víctimas de la ofensiva, que se sumarán ahora a los primeros desplazados". En todo el país, añade, "tenemos alrededor de 3,5 millones de desplazados, y se espera que la cifra aumente teniendo en cuenta que todavía hay 400 mil personas en el oeste de Mosul."
"Queremos mostrarles la atención de la Iglesia, que no hace diferencias étnicas o religiosas en la distribución de la ayuda. Nosotros, como cristianos, no buscamos la venganza - concluye mar Sako - y relanzamos una vez más nuestro papel como un puente y agentes de paz" (DS).
17/12/2016 13:14
01/09/2021 15:28