Patriarca Sako: La violencia islamista, una constante cotidiana que ha de ser inmediatamente frenada
En el ataque ocurrido ayer en una fábrica murieron 14 personas y otras 20 resultaron heridas. Hubo 15 víctimas ulteriores en una serie de ataques en la capital y en las áreas circundantes. El patriarcado caldeo condena los ataques, que ya se han vuelto “una constante cotidiana”. El llamamiento a los líderes políticos y religiosos para la promoción de una “cultura de la tolerancia, del amor y de la paz
Bagdad (AsiaNews) – Las milicias del Estado Islámico (EI) reivindicaron el ataque suicida de ayer, que golpeó a una fábrica de gas situada al norte de Bagdad, en Irak, matando a por lo menos 14 personas e hiriendo a una veintena. El asalto se inició con la explosión de tres auto-bombas en las inmediaciones del ingreso principal de la planta de Taji, al norte de la capital. A continuación, seis hombres que llevaban cinturones explosivos irrumpieron en el lugar e hicieron estallar por los aires los tanques cargados de gas; sólo en un segundo momentos las fuerzas de seguridad lograron frenar a los atacantes y retomar el control del lugar.
El ataque se inició al alba de ayer, en la planta de Taji, situada a aproximadamente 20 km al norte de Bagdad. La explosión de tres tanques cargados de gas provocó un violento incendio; entre las víctimas del ataque hay varios operarios que trabajaban en la estructura, y que volaron por los aires junto a algunos miembros del personal de seguridad.
Asimismo, también ayer, murieron otras 15 personas más en una serie de ataques en la capital y en las zonas que limitan con ella.
Las milicias del Estado islámico controlan gran parte del norte y del oeste de Irak y, en la última semana, se han vuelto protagonistas de una serie de atentados sangrientos en la capital. El 11 de mayo pasado una serie de autos-bomba explotaron en barrios chiíes de la capital, matando al menos 93 personas. Se trata del ataque más grave registrado en el 2016, que es seguido, al día siguiente, por otras explosiones que han causado nuevas víctimas entre la población civil.
En una nota enviada a AsiaNews, el patriarcado caldeo ha “condenado fuertemente” los hechos de violencia, que hoy ya se han vuelto “una constante cotidiana” en el país. Para quienes ocupan los cargos más altos de la Iglesia iraquí, el objetivo “es el mosaico cultural de Irak” y la idea de “vida en común”. De aquí surge la invitación hecha al gobierno, a la clase política, y a todas las personas de buena voluntad para obrar “por la seguridad y la vida de ciudadanos inocentes”. A esto deben añadirse “reformas urgentes” para el desarrollo de la nación, en un momento de profunda crisis política, económica e institucional, agudizada por las fracturas y divisiones internas.
En el documento que lleva la firma del patriarca Mar Louis Raphael Sako hay también un fuerte reclamo “a los líderes religiosos musulmanes” y al “clero cristiano” para “aunar esfuerzos” en la promoción de una “cultura de la tolerancia, del amor y de la paz”, contra todo “abuso” y “distorsión” de la fe. “Esta cooperación –concluye la nota- sabrá rechazar con fuerza la ola de fundamentalismo y sectarismo, tal como ha ocurrido en otras crisis del pasado”.
Las duras palabras del patriarca caldeo llegan en un momento de profunda crisis en Irak, marcada por las divisiones internas, e incapaz de dar vida a un nuevo Ejecutivo llamado a afrontar los desafíos. Un impasse que ha hecho surgir más de una duda acerca del grado de capacidad de ciertos cargos políticos e institucionales para dificultad, parecen estar ganando terreno nuevamente.
17/12/2016 13:14