de Louis Raphael Sako*

Líderes religiosos cristianos, musulmanes sunitas y chiíes, yazidíes y sabeos participan en la oración por la paz promovida por el Patriarcado caldeo. Se recitaron salmos, himnos  y una oración en común. Las intervenciones de autoridades sunitas y chiíes. Al finalizar la ceremonia, se colocaron velas a los pies de la Virgen. AsiaNews publica el discurso completo de Mar Sako.

Bagdad (AsiaNews)- El Año jubilar de la Misericordia y el Ramadán, el mes sagrado de ayuno y oración islámico, son “una oportunidad para corregir las percepciones recíprocas” y para “elegir la vía que conduce a la paz, a la reconciliación” y a un “clima de confianza”. Es uno de los pasajes del mensaje lanzado por el patriarca caldeo Mar Loius Raphael Sako, durante la “Oración por la paz en Irak, en Siria y en la toda la región medio-oriental”, que se realizó hoy por la tarde en Bagdad. En el mensaje, enviado a AsiaNews, Su Beatitud exhorta a los líderes religiosos a unirse a los esfuerzos para difundir “la cultura de la tolerancia”, reforzar “los valores de pertenencia” a la nación y “eliminar toda forma de extremismo”.

La ceremonia interreligiosa, programada en la iglesia dedicada a la Reina del Rosario, marca la clausura del mes mariano y registró la participación de los jefes religiosos cristianos, sunitas, chiíes, yazidíes, sabeos. Junto a los líderes religiosos, había también diversos diplomáticos y numerosos fieles, de distintas religiones. Estuvo excluida, por  cuestiones de seguridad, la presencia de delegados gubernamentales.

Quien guio la oración inter-confesional fue el Patriarca  caldeo Mar Louis Raphael Sako I, junto a un jefe sunita, y un chií, para reforzar el carácter interreligioso y de paz del encuentro. En el curso de la ceremonia se recitaron himnos, salmos, seguidos de una “oración universal” pronunciada por cristianos, musulmanes, yazidíes y sabeos. Los dos jefes religiosos (el director de la oficina para los bienes chií y su homólogo sunita) hablaron acerca de la importancia de la reconciliación y de la paz “para fortalecer la convivencia”. En Irak, agregaron, “necesitamos un cambio de mentalidad”.

A continuación intervino el patriarca Sako, cuyo discurso reportamos a continuación en su versión completa. Al final, cada uno de los líderes religiosos encendió una “vela de la paz”, colocándola a los pies de la Virgen.

A continuación, el mensaje del patriarca caldeo Louis Raphael Sako:

Quisiera iniciar dirigiendo una calurosa bienvenida a todos vosotros, que han elegido unirse a nosotros en una oración esta tarde, para que la esencia de la Virgen María se difunda en toda la Iglesia; estamos contentos de que estén aquí, con nosotros.

Deseamos con impaciencia dirigirles una oración que nace del corazón y sincera por la paz en nuestro país y en la región. Una oración a ejemplo de la Virgen María, que vivió hasta el fondo la gracia y la misericordia de Dios.

Celebrar la fiesta de la Virgen María en estas circunstancias tan difíciles es una invitación dirigida a cada uno de nosotros para que sigamos el ejemplo de su fe, apertura, amor, servicio, paciencia, esperanza, pureza y confianza.

Quisiera al mismo tiempo subrayar la importancia de la oración en el contexto de una situación tan crítica, y los sufrimientos de nuestro pueblo en Irak, en Siria y en la región.

La oración es fuente de ayuda bajo muchos aspectos:

-Aplaca el volcán inquieto de nuestras luchas internas

-Cambia el corazón y las mentes de cuántos viven estos eventos cotidianos

-Nos dona alegría, humildad y nos permite asistir y tratar con las otras personas de manera justa

Como bien sabéis, las personas que rezan normalmente realizan un profundo análisis interior y son muy críticos con sí mismos,  antes de ir al encuentro de los demás. Si poseemos este espíritu de oración. “los milagros pueden suceder” y podremos por lo tanto gozar de una paz verdadera dentro y alrededor nuestro.

Nosotros (cristianos) estamos celebrando el Año Jubilar de la Misericordia, proclamado por el Papa Francisco, y el mes sagrado del Ramadán está a a vuelta de la esquina- es un tiempo en el cual nuestros hermanos ayunan, rezan, se arrepienten y viven bajo la consigna de “la compasión y de la gentileza hacia cuántos sufren-. Todo esto representa una oportunidad para corregir las percepciones recíprocas, las relaciones y elegir la vía que conduce a la paz, a la reconciliación y construir un clima de mutua confianza.

Dado que somos responsables desde el punto de vista humanitario y religioso en estas circunstancias trágicas, estamos llamados -en Presencia de dios- a obrar de manera rápida y con el máximo grado de confianza por:

-Aunar esfuerzos a fin de difundir la cultura de la tolerancia, del amor, de la paz y de la amistad

-Fortalecer los valores de pertenencia a esta nación multicultural

- Eliminar toda forma de extremismo fatal, en modo especial,  considerando el hecho de que las leyes celestiales de todas las religiones apuntan a establecer justicia entre las personas y a combatir toda forma de opresión y discriminación

Ya estamos cansados de tanta guerra; el pueblo iraquí se ha acostumbrado a escuchar relatos de muerte, destrucción, de refugiados, con una frecuencia más que cotidiana; todos éstos son aspectos que están en contra de la voluntad divina. Dios creó al hombre, al ser humano, para vivir su vida feliz y para ser agente de paz, de libertad, de dignidad y de felicidad.

Para tener un futuro mejor, debemos cambiar nuestra mentalidad, así como el modo en el cual educamos a las personas.

Pueda Dios omnipotente bendecir todos los esfuerzos conjunto dirigidos a salvar a Irak, en el plano militar, político, económico y cultural.

 

 

*Patriarca de Babilonia de los Caldeos y presidente de la Conferencia episcopal iraquí