Patriarca Rai: Reconciliación con los libaneses del ejército del sur. "No son criminales"

Los exiliados en Israel son "libaneses como los demás, e incluso más". Para Rai, no lucharon contra el Estado o las instituciones libanesas. La crítica indirecta a Hezbolá, que están bloqueando la elección de un nuevo presidente en el Líbano. La ordenación de un obispo en Haifa.

Haifa (AsiaNews) - El patriarca maronita Beshara Rai ha asegurado que va a trabajar por la reconciliación entre el Estado libanés y sus ciudadanos que han huido a Israel en el 2000. Ha dicho, no son ni "criminales" ni "colaboradores" (de Israel).

En el último día de su visita a Israel ayer, el Patriarca celebró la misa en la iglesia de San Luigi de Haifa, al final de mayo, dando el título de "core-obispo" al p. Estefan Salim Soussan, maronita nacido en Kfar Bar'am antes del éxodo de 1948.

La ciudad de Haifa es el hogar de un tercio de los 10 mil maronitas que viven en Israel. Varios de ellos son mujeres e hijos de libaneses que lucharon en el ejército del sur del Líbano, que durante la guerra en el Líbano, en alianza con Israel, lucharon contra los actos de guerra de los palestinos y de Hezbollah. En 2000, se retiraron a Israel y viven una vida dura y sin futuro.

En una entrevista con LBCI- TV, el patriarca dijo que es tiempo de hacer una "reconciliación " con esta parte de la población, ya que no son "criminales " ni " traidores". "¿Lucharon contra el Líbano? ¿Lucharon contra el Estado libanés? ¿Lucharon contra las instituciones?", ha preguntado Beshara Rai. "Ellos - añadió - son como los demás libaneses, de hecho, tal vez más", porque "ellos no han paralizado la presidencia", no han producido refugiados y pobreza, no han "creado una crisis económica y social en el Líbano".

La alusión es a la Hezbollah y sus aliados que están bloqueando el trabajo del Parlamento, lo que retrasa la elección del presidente libanés, con graves consecuencias económicas y la estabilidad del país.

Sólo Hezbollah criticó fuertemente la visita del Patriarca a Israel, que calificó de "una vergüenza" que amenaza con "normalizar" las relaciones con el Estado israelí.

En teoría, el Líbano y los países árabes están en guerra contra Israel. El patriarca reclamó la libertad para un pastor de la Iglesia el visitar a su rebaño dondequiera que sea, y subrayó que su visita a la comunidad maronita en Israel tiene un carácter "religioso".

En una visita a una aldea drusa árabe en Isfiya reiteró: "No he venido aquí para negociaciones políticas... para hacer acuerdos comerciales, económicos, militares o de seguridad". He venido a visitar a nuestro querido pueblo".