Pasinyan y la nueva Armenia de la "cara limpia"

de Vladimir Rozanskij

Por primera vez desde la 'revolución de terciopelo' de 2018, el primer ministro armenio mostró su rostro afeitado de barba. Un gesto para hacer un guiño a la necesidad de 'poner el país a cero', una expresión que utilizó cada vez más para pedir 'mirar a la Armenia real y no al país de los sueños'.

Ereván (AsiaNews) - El primer ministro de Armenia, Nikol Pašinyan, hizo el gesto simbólico de afeitarse la barba, por primera vez desde la «revolución de terciopelo» de 2018, publicando también un vídeo muy al estilo TikTok, con el truco de la toalla descubriéndose en la barba y luego en la cara limpia, para indicar la «necesidad de empezar de cero en la construcción de la estatalidad de Armenia». Todo el mundo quedó bastante sorprendido, ya que la imagen del «barbudo Pašinyan» estaba muy vinculada al camino que había recorrido por todo el país, reuniendo a sus seguidores para alcanzar finalmente el poder con su movimiento Acuerdo Civil, y confirmándolo después en posteriores contiendas electorales.

Algunos piensan que Pašinyan también quería marcar la diferencia con el actual rostro de la oposición a él, el obispo Bagrat Galstanyan, con su característica barba monástica, que desde su diócesis periférica de Tavowš, en la frontera con el hostil Azerbaiyán, hizo a su vez una peregrinación popular a Ereván, para reunir a los «patriotas» que pedían la dimisión del primer ministro. Como han comentado algunos observadores, el corte de barba (con guiño final) en la costumbre masculina armenia se hace tras una dura derrota a las cartas, o por haber sido superado en algún otro tipo de competición.

Sin añadir ninguna palabra explicativa al vídeo, Pašinyan hizo un guiño a la necesidad de «devolver Armenia a cero», expresión que utiliza cada vez más para decir que «hay que mirar a la Armenia real, no al país de los sueños que escapa de sus territorios». El debate se refiere directamente a las relaciones con Azerbaiyán y a la ocupación de Nagorno Karabaj, el último trauma vivido como consecuencia de un conflicto de 30 años, pero la visión de Pašinyan se dirige a toda la conciencia histórica de Armenia, que sigue demasiado atada al pasado ancestral de un pueblo que llenaba los territorios del Asia romana, antes de la llegada de los turcos otomanos.

La mañana antes de afeitarse la cara, el primer ministro había calificado de «gran tragedia» la declaración de independencia de 1990, enumerando los territorios que conforman la integridad territorial de la Armenia ex soviética, incluidas las partes en litigio con Azerbaiyán, que hoy es el principal obstáculo para la conclusión de las conversaciones de paz con Bakú. En la época soviética, la república de Armenia estaba separada del «Distrito Autónomo de Nagorno Karabaj», que fue recuperado por la fuerza en 1992.

Para explicar su postura, Pašinyan añadió en su discurso ante el Parlamento de Ereván que «nuestra mentalidad social colectiva, nuestra psicología social, es hoy de hecho contraria a una concepción auténtica de la estatalidad, inconscientemente cada uno de nosotros se sitúa en contra del Estado». El problema es que en los últimos 600 años, Armenia sólo ha disfrutado de independencia los últimos 35, y la «mentalidad antiestatal» se formó cuando no había Estado y «sólo éramos una colonia», mientras que hoy el jefe del Gobierno, de 49 años, propone «limpiar» no sólo la cara, sino la propia conciencia.

Armenia, en su opinión, necesita una nueva Constitución, no sólo para eliminar las expresiones no deseadas por los azerbaiyanos, sino para que el país sea «realmente capaz de presentarse y competir en las nuevas condiciones geopolíticas». Además de la conclusión definitiva de las negociaciones con Azerbaiyán, el gobierno armenio intenta de hecho forjar relaciones con numerosos países de Asia (empezando por la India) y Europa, con una relación privilegiada con Francia, y sobre todo con Turquía, superando antiguas hostilidades y dejando en segundo plano la diatriba histórica sobre el genocidio armenio de hace más de un siglo.