Pascua en Tai Po, ancianos y niños abrazan el amor de Cristo

Más de setenta catecúmenos adultos bautizados en la Vigilia Pascual; los niños el día de Pascua y decenas de ancianos, serán bautizados el domingo de la Misericordia. El párroco es un misionero del Pime, el p. Bonalumi: “La gracia del Jubileo atrajo a muchas personas a la fe, nuestra mejor evangelizadora es una mujer sobrevida a un suicidio que conoció o mejor se encontró con Jesús en el hospital”. En la diócesis de Hong Kong más de 3.200 bautismos.

Hong Kong (AsiaNews)- La “mejor evangelizadora” de la comunidad católica de Tai Po es una mujer que sobrevivió al suicidio: “Conoció a Jesús en el hospital, mientras estaba internada después del trágico gesto realizado por ella”. “Gracias a la visita de una hermana encontró la fe católica y en la Vigilia de Pascua será bautizada junto a decenas de otros adultos”. “Es un signo de la gracia de Dios”. Lo cuenta a AsiaNews, el p. Luigi Bonalumi, misionero del Pime (Pontificio Instituto Misiones Extranjeras) y párroco de la iglesia dedicada al Corazón Inmaculado de María en los Nuevos Territorios de Hong Kong.

En la parroquia, nos dice el p. Bonalumi: “Estamos preparando la Pascua”. “Este año tenemos unos 70 catecúmenos adultos chino, que se están preparando y serán bautizados durante la Vigilia pascual. Pero festejamos también a una catecúmena de lengua inglesa, que también recibirá el bautismo. Mi comunidad esta “dividida” en dos lenguas, pero la alegría pascual involucra a todos. De hecho, realizaremos dos celebraciones durante la noche de Pascua, a las cuales participarán todos los católicos. En la misma ocasión festejaremos también a tantos nuevos confirmados, personas que quizás crecieron en la fe pero no han recibido el sacramento de la Confirmación y ahora quieren remediar”.

La Pascua no se detiene en la Vigilia: “El domingo bautizaremos de hecho a unos 45 niños, que pos la tarde recibirán el sacramento. Y en el segundo domingo de Pascua, dedicado a la Divina Misericordia, habrá otro momento particular: el ingreso en la fe de muchos ancianos, que por edad y por motivos médicos no pueden participar en la Vigilia. Han iniciado el catecumenado en el hospital o en los asilos: los iremos a buscar y los llevaremos a la iglesia. Es siempre un momento muy conmovedor”

En total serán 3.200 los catecúmenos que en la diócesis de Hong Kong, recibirán los sacramentos de la iniciación cristiana (bautismo, confirmación y eucaristía) en la próxima Vigila pascual. La diócesis se gloría siempre de tener números importantes, también a causa del crecimiento económico que llevó a la población hacia valores ligados al materialismo y al relativismo que a un cierto punto de la vida se demuestran inútiles.

El fervor tiene que ver con toda la Semana Santa: “El Jueves santo vendrá el obispo auxiliar de Hong Kong, mons. Michael Ming-cheung, que celebrará ya sea la misa in Coena Domini que el lavatorio de los pies. Terminadas estas celebraciones, todos juntos llevaremos al Santísimo Sacramento en procesión e iniciaremos la adoración eucarística hasta muy tarde por la noche. Aquí no lo llamamos “sepulcro” como en Europa, pero es un momento muy sentido. El Viernes Santo, obviamente la Via Crucis en las dos lenguas y luego las vigilias y la Pascua.

Quienes se harán bautizar, en el campo de los adultos, son sobre todo núcleos familiares: “Estas familias están normalmente ligadas a las escuelas católicas de Hong Kong”. “Han estudiado allí, pero han abandonado la fe o no la han jamás encontrada”. “A un cierto punto encuentran la necesidad de una educación religiosa”. “Aquí hay un concepto positivo de religiosidad: tener una fe es considerada una cosa buena, por lo tanto formar a los hijos es importante tenerla”. “Sienten la necesidad de un fundamento sobre natural para sus vidas, contra el materialismo imperante”.

El p. Bonalumi es también el único Misionero de la Misericordia de la diócesis de Hong Kong: “Expliqué al obispo, el card. John Tong, que hubiese querido permanecer sólo como párroco. Y él estuvo de acuerdo: por otra parte, el Territorio es una ciudad y por lo tanto puedo alcanzar con facilidad a cualquiera. Tengo que decir que este año la participación en la vida de la Iglesia es más masiva, pero no creo esto esté ligado a mi ser misionero de la misericordia: es la gracia del Jubileo que ha traído a muchas personas a la fe y al sacramento de la reconciliación”.