Para este año 2015 China ordenará obispos independientes contra la Santa Sede. Posibles reacciones de los católicos
Roma (AsiaNews)- La decisión de la Oficina asuntos religiosos (Uar) en China de continuar a nombrar y consagrar obispos "independientes", o sea sin el mandato papal "es como una mala palabra dirigida a la propia madre, la Iglesia". Esto, "suscitará sin duda una reacción, un puñetazo de parte de los católicos chinos y del mundo. Así una personalidad cercana al Vaticano, experta en relaciones con China, comenta el plan de trabajo de la Sara (administración estatal para los asuntos religiosos, nombre actual de la Uar) publicado en los días pasados. Retomando una imagen usada por el Papa Francisco- "el puñetazo" a quien ofende a su propia madre- la personalidad- que quiere permanecer anónima- dice que la decisión va contra el valor y la unidad de la Iglesia católica, y traerá "resentimiento" y "desarmonía" en la sociedad china, ya llena de tensiones a todos los niveles.
El 15 de enero pasado, en el sito oficial de la Sara apareció su "plan de trabajo para el año 2015", preparado en ocasión del encuentro nacional tenido en Beijing el pasado 26-27 de diciembre. Citando al director de la Sara, Wang Zuoan, se afirma que "el 2015 será un año importante para el trabajo religioso". Este se desarrollará "siguiendo los reglamentos religiosos, promoviendo el estado de derecho y tomando en consideración la opinión de los fieles en el actuar la política religiosa y las directivas del gobierno central" sobre algunos temas importantes. Entre éstos temas se citan el apoyo a la Asociación patriótica y los nombramientos y consagraciones "independientes" de los obispo.
Más allá de la retórica, la directiva trazada parece bloquear toda esperanza de diálogo entre China y Vaticano. Las consagraciones sin mandato papal ""Independientes" según China; ilícitas" según el Vaticano), son uno de los pocos puntos que la Iglesia continúa a pedir a China, en respeto de los tratados internacionales de la Onu (que Beijing ha firmado) y de la estructura dogmática católica, según la cual un obispo recibe el mandato pastoral del Papa. Benedicto XVI con su Carta a los católicos chinos (2007) y varias intervenciones del Papa Francisco (a la vuelta de su viaje a Corea y al de Filipinas) han abierto a la posibilidad de un diálogo con las autoridades sobre los candidatos a obispos, dejando la última palabra al pontífice.
Las respuestas del Ministerio chino de Exteriores y de expertos a los telegramas enviados por el Papa Francisco en el avión que volaba sobre China, hacían esperar en un ablandamiento de las posiciones de Beijing.
Las prospectivas del 2015 de la Sara hacen arriesgar una nueva serie de obispos ilícitos, automáticamente excomulgados (o sea no en comunión con el Papa). Del 2006 al 2012 China ordenó al menos 5 obispos ilícitos (Kunming, Mindong, Shantou, Leshan, Harbin), obligando a menudo a los pastores unidos a la Santa Sede a participar por la fuerza. En algunos casos, el Vaticano se pronunció con declaraciones que criticaban en modo neto la falta de libertad religiosa en el país.
El plan de trabajo de la Sara para el 2015 prevé también la convocación del Congreso nacional de los obispos (oficiales), una especie de Conferencia episcopal, no reconocida por la Santa Sede porque faltan los obispos clandestinos. La Asociación patriótica y el Congreso de los representantes católicos son definidos irreconciliables "con la doctrina católica" porque someten el ministerio de los obispos a una pretensión democracia, guiada por la Asociación patriótica 8v. Carta de Benedicto XVI a los católicos chinos, n.7). También para el 2015, la convocación del Congreso servirá-según la Sara- a reforzar la dirigencia y promover la democracia en la gestión de la Iglesia".
En realidad, tal gestión "democrática" está creando siempre más dificultad y resistencias por parte de los fieles que rechazan a los obispos ilícitos, faltando a sus funciones; tratan de proteger a los obispos en comunión con el Papa de las violencias de la policía, difunden declaraciones críticas hacia la política religiosa del gobierno.
Para diversos expertos, el plan de trabajo de la Sara, con el reclamo a los "reglamentos religiosos" y al "estado de derecho", recuerda de cerca a las directivas del llamado "Documento 19) publicado en 1982, en el cual afirmando la política del control cobre las religiones y sobre la Iglesia católica, se reafirmaba que el ideal último del Partido comunista chino era la eliminación de toda religión.
De este punto de vista parece que China no haya cambiado en nada, permaneciendo encerrada en las pretensiones ideológicas maoístas. En realidad algo cambió: en el plan de trabajo del 2015 se decidió aumentar el control de las "cuentas bancarias" de los "lugares religiosos y seminarios".
Como ya demostrado muchas veces, la Asociación patriótica y el ministerio de los asuntos religiosos han secuestrado a la Iglesia, benes y dinero por al menos 13 billones de euros, que deberían ser reintegrados en obsequio a las leyes chinas. La campaña anti corrupción, iniciada por el presidente Xi Jinping está escavando en estos meses justamente en la gestión de la Sara (y del frente unido). El control en las cuentas bancarias de los lugares religiosos y de los seminarios es un diversivo para hacer humo a los ojos de los inspectores. Este es también una señal importante: la persecución en China no sucede más por motivos ideológicos, pero en nombre de la avidez y del ídolo de la riqueza injusta.
30/12/2016 12:44
29/12/2016 15:10