Para compaginar la fe y los negocios, Emiratos establece el nuevo fin de semana
A partir del primero de enero entró en vigor un cambio respecto a los festivos del fin de semana: en lugar del viernes y el sábado, serán el sábado y el domingo, más "occidentales" (pero se sumará la tarde del viernes). Monseñor Hinder: también se ha modificado el calendario de misas, ahora más trabajadores inmigrantes podrán vivir los domingos.
Abu Dabi (AsiaNews) - El comienzo del nuevo año en los Emiratos Árabes Unidos (EAU) ha marcado una revolución en el calendario laboral y en las celebraciones religiosas. Un cambio dictado por las necesidades que atañen tanto a la esfera económica como a la fe, en el país donde el Papa Francisco y el imán de al-Azhar firmaron, en febrero de 2019, el documento sobre la fraternidad humana. El primero de enero de 2022 entró en vigor la semana laboral "corta" de cuatro días y medio y el cambio del fin de semana -de viernes y sábado, a los más "occidentales" sábado y domingo (además del viernes por la tarde). La decisión apunta ante todo a mejorar la competitividad a nivel internacional, que parece prevalecer sobre los dictados de la tradición religiosa islámica, según la cual el viernes es el día dedicado a la oración -y al descanso- para los musulmanes.
Las directivas rigen tanto para el sector público como para las escuelas, pero sigue habiendo un margen de autonomía para las empresas privadas, que ya parecen estar luchando por armonizar el cambio con las necesidades de producción y un enfoque establecido desde hace tiempo. Sin embargo, una encuesta realizada por la consultora Mercer a 190 empresas presentes en los Emiratos, arroja que la mayoría -alrededor del 57%- parece estar a favor del nuevo modelo. Sin embargo, menos de uno de cada cuatro (alrededor del 23%) tiene intención de aplicar la semana laboral corta. En cuanto a los trabajadores del sector privado, los que quieran seguir con el modelo "tradicional" tendrán que adaptar su trabajo a su familia y al calendario escolar de sus hijos, que se quedarán en casa los domingos mientras sus padres trabajan.
La semana laboral ahora se prolongará de lunes a jueves, de 7.30 de la mañana a 3.30 de la tarde. Los viernes, que son pre-festivos, la jornada laboral se reduce de las 7.30 a las 12.00 horas, para permitir la participación en la oración islámica, que se pospone a las 13.15 horas. A fin de obtener claridad sobre la cuestión, conversamos con monseñor Paul Hinder, vicario de Arabia meridional (Emiratos, Omán y Yemen) y administrador apostólico sede vacante de Arabia septentrional (Kuwait, Arabia Saudita, Qatar y Bahrein). "El pasado fin de semana fue la primera vez que se puso en práctica el cambio, y todo pasó sin demasiado estruendo. Por un lado, es demasiado pronto para evaluar las reformas y su impacto, pero creo que para nosotros [los cristianos] tendrá efectos positivos. Mientras tanto, la gente tiene que acostumbrarse al nuevo ritmo que dicta el calendario. Para los musulmanes, la oración del mediodía se pospone a las 13:15 horas, para facilitar la participación de quienes tienen que trabajar hasta mediodía. Hace años que los colegios cierran los sábados y ahora el domingo también estarán sin clases.
Inevitablemente, estos cambios terminarán alterando el ritmo de vida de la población en general y también de los trabajadores inmigrantes, aunque algunos puestos de trabajo no sufrirán modificaciones. Este cambio era necesario, en primer lugar, para estar más en sintonía con el sistema comercial mundial y, en segundo lugar, es un intento de encontrar una solución que pueda satisfacer a las tres grandes religiones monoteístas: la oración islámica de los viernes, para los musulmanes, aunque con retraso respecto al pasado; los judíos no tendrán dificultades para observar el sábado; los cristianos podrán encontrarse con el domingo. Por este motivo, el Vicariato de Arabia ya ha modificado el calendario de misas dominicales, porque pretendemos enseñar a nuestros fieles el valor y la importancia de respetar el domingo como día de la Resurrección, con la celebración de la Eucaristía".
Los Emiratos y el mundo del trabajo
Entre 1971 y 1999, estuvo en vigor una semana laboral de seis días, y sólo el viernes (islámico) estaba dedicado al descanso, por una disposición del gobierno. En 1999 se añadió el jueves para crear un fin de semana de dos días. Este nuevo cambio fue en 2006 -y el último antes de la revolución de 2022: se cambió el patrón de jueves a viernes por el de viernes a sábado. El sector privado, y las escuelas estatales y privadas, cambiaron el calendario para cumplir con la normativa gubernamental en septiembre de ese mismo año.
El cambio actual tiene por objetivo alinearse a los mercados globales, en una fase de gran expansión de la economía local. Un crecimiento que también está siendo impulsado por la ExpoDubai2020, que arroja un balance positivo a pesar de un período difícil marcado por la continua emergencia sanitaria provocada por la pandemia de Covid-19. Las administraciones de Dubai y Abu Dabi lideran el cambio, subrayando que los empleados adoptarán el mismo horario y las escuelas aplicarán pronto el mismo esquema. Según explica el departamento de medios de comunicación del gobierno de Emiratos en un comunicado, la medida "alineará mejor [al país] con los mercados mundiales, reflejando su estatus estratégico en el mapa económico global". También garantizará "una mayor productividad y un mejor equilibrio entre la vida laboral y la personal".
Impacto económico y reacciones
Los analistas y expertos creen que el cambio introducido tendrá efectos más allá de la mera productividad de los Emiratos, una nación que es líder no sólo en la región, sino en todo el mundo. El país ocupa actualmente el puesto 13 del mundo en cuanto a calidad del trabajo, con Dubai y Abu Dabi en tercer y quinto lugar, respectivamente, en la clasificación especial que tiene en cuenta las ciudades y metrópolis. Como resultado, pasar a un fin de semana alineado con los mercados y economías internacionales significa que las actividades y transacciones se pueden gestionar de forma más fluida y racional. Además, se convertirá en un lugar aún más atractivo para la mano de obra mundial, teniendo en cuenta que ya en la actualidad los Emiratos acogen a inmigrantes de más de 80 naciones y cuentan con una población de expatriados (en su mayoría integrados) mayor que la de sus propios ciudadanos. Además, los EAU cuentan con empresarios de primera línea y algunos de los mejores talentos en materia de negocios e innovación.
En términos más generales, la medida también implica una alineación global en sectores como los viajes y el turismo, lo que aportaría mayores beneficios. Lo mismo ocurre con las multinacionales que buscan instalarse en la región, en un momento de gran expansión y de feroz competencia por parte de su aliado (y rival) Arabia Saudita, que ha impulsado reformas -sobre todo en el ámbito económico y del entretenimiento- bajo el liderazgo del príncipe heredero Mohamed bin Salman (MBS). En cuanto al sector bancario, centro de todas las negociaciones y transacciones financieras, las instituciones de EAU se convertirán ahora en competidores y socios más fuertes en el ámbito mundial. En última instancia, esta transición ayudará al país a obtener ventajas competitivas y refleja el "equilibrio flexible entre la vida laboral y personal" que puede ofrecer a sus ciudadanos y, en general, también a los trabajadores inmigrantes.
A nivel de la población, la revolución que emprenden las autoridades ha encontrado opiniones discordantes, aunque es demasiado pronto para emitir un juicio definitivo, especialmente entre aquellos más apegados a las tradiciones religiosas islámicas. Un internauta expresó su decepción en Twitter, cuando se refirió a una "decisión equivocada [...] mi cuerpo y mi mente están totalmente aclimatados a tener los viernes libres" y para el futuro, adaptarse "será una dura lucha". Incluso una británica de 22 años, Rachel King, que vive en Dubai desde hace tiempo, dice que prefiere el "viernes libre", que es "todo lo que conocíamos y amábamos". Sin embargo, las mezquitas parecían a primera vista tan llenas como siempre, con la diferencia de que algunos fieles, tras enrollar sus alfombras al final de la oración, volvieron a sus oficinas. Fati, madre de familia que trabaja en una empresa distribuidora internacional, está satisfecha porque "ahora tengo los mismos días libres que mis hijos", pero "no es el caso de mi marido", que trabaja para una multinacional y no ha cambiado su horario: "Espero que lo hagan rápido", concluye, "si no esto arruinará nuestra vida familiar". Por último, el emirato de Sharjah, cerca de Dubai, en una síntesis extrema, dice haber encontrado una solución sencilla: imponer el viernes, el sábado y el domingo como días festivos, con un fin de semana de tres días.
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17/12/2016 13:14