Paquistán, joven escritora cristiana: Dejen que vuestras hijas tomen vuelo
Lahore (AsiaNews)- "Dejen que vuestras hijas levanten vuelo. No obstaculicen sus camino, su libertad su potencialidad. Las muchachas pueden llevar paz a este mundo". Es este el mensaje que Anee, de 17 años, paquistaní, quiere transmitir al mundo con sus cuentos, En los próximos meses espera lograr publicar su primer libro, una colección de cuentos de historias basadas en su familia y en su vida cotidiana.
En los cuentos, explica a AsiaNews, "hablo de los que significa ser discriminada y limitada como muchacha en la propia casa o en la vida social. De mi experiencia de estudiante cristiana en un contexto musulmán. Y, en modo ligero, "escapar de la escuela". Ha iniciado a escribir después de los exámenes del 8° curso. Hasta agosto pasado ha escrito 20 cuentos.
Si hubiese logrado publicar enseguida su obra, subraya, "estaría entre las pocas paquistaníes (quizás la primera cristiana) en convertirme en escritora a los 16 años. Lamentablemente, mi padre no tenía suficiente dinero para publicar el libro".
Anee es originaria de Stuntzavad, un pueblo cristiano del Punjab meridional, en el distrito de Khanewal, junto a sus padres se transfirió a Lahore en el año 2002. Su padre, Ata-ur-Rehman Saman, explica: "Soy maestro de escuela y con mi sueldo, logro a tientas mantener a mi familia. Lamentablemente no tengo suficiente dinero para publicar el libro de Anee: se necesitarían 50 mil rupías (433 euros), pero igualmente estoy orgulloso y agradezco a dios de tener una hija tan brillante".
La joven, adora leer: de los exámenes del año pasado a enero de 2015, cuenta ella: "he leído 100 libros". "Mi sueño- hace notar- es convertirme en una escritora. Mi misión es usar mis dotes para ser una persona útil a la humanidad. Mi argumento preferido y que más abunda en mis escritos e s la libertad".
Algunas de sus historias, explica, "reflejan la atmósfera que vive una familia cristiana, con su fe, sus puntos de fuerza y sus debilidades. El héroe de mis historias salva a todo el universo, a todo el género humano, no sólo a una persona o una sola comunidad religiosa.