Papa: ‘La enfermedad más grave es la falta de amor’
En el Ángelus de hoy, en la víspera de la fiesta de los santos Pedro y Pablo, el pontífice pidió a los fieles que rezaran por él, ya "que está muy necesitado" de oraciones. "Que el Señor apoye los esfuerzos de quienes trabajan por el diálogo y la convivencia fraterna en Oriente Medio", donde hoy rezan por la paz y consagran la región a la Sagrada Familia.
Ciudad del Vaticano (AsiaNews) – En este tiempo en el que la enfermedad es un tema central de las noticias, enfoquemos nuestra mirada en la "curación que más importa: la de los afectos". Fueron las palabras del Papa Francisco al dirigirse a los numerosos fieles de diferentes países reunidos hoy en Plaza San Pedro para el rezo del Ángelus. En la víspera de la fiesta de los santos Pedro y Pablo, Francisco también pidió a la gente que rezara por el Papa "que necesita mucho de sus oraciones", y añadió: "sé que lo haréis".
El papa comentó el pasaje evangélico de la curación de la hija de Jairo y de la hemorroísa -ambos, propuestos por la liturgia de este domingo. Señaló que "Jesús se encuentra con nuestras dos situaciones más dramáticas, la muerte y la enfermedad". En este periodo tan marcado por la experiencia de la pandemia, Francisco invitó a enfocarse en la segunda situación, leyendo y tratando de entender a fondo cómo se encuentra esta mujer. La enfermedad "de esta mujer sin nombre, en la que todos podemos vernos", trae al mismo tiempo un malestar social: como se la considera impura, es marginada.
"Vivía sola", comentó el Papa, "y tenía el corazón herido". Esto nos revela que la enfermedad más grave no es el cáncer, la tuberculosis o la pandemia, sino "la falta de amor, no poder amar". Y la curación que más cuenta es la de los afectos".
Todos experimentamos esta situación y, como esta mujer, sentimos la tentación de "gastar todas nuestras posesiones" en la búsqueda de remedios equivocados. "Pensamos que el éxito y el dinero nos darán la felicidad -continuó el pontífice- pero el amor no se puede comprar. Nos refugiamos en lo virtual, pero el amor es concreto. No nos aceptamos tal y como somos y nos escondemos detrás de los artificios de la apariencia exterior, pero el amor no es apariencia. Buscamos soluciones de magos y gurús, pero luego acabamos como esa mujer: sin dinero y sin paz".
En cambio, lo que sanó a esta mujer fue el encuentro personal con Jesús. En la pandemia, dijo Francisco, "hemos comprendido lo importante que son el contacto y las relaciones. Lo mismo ocurre con Jesús: a veces nos contentamos con observar algunos preceptos y repetir oraciones, pero el Señor está esperando que nos encontremos con él, que le abramos el corazón y que, como esta mujer, toquemos su manto para curarnos. Porque, al entrar en la intimidad con Jesús, recibimos la sanación de nuestros afectos”.
Esta es la invitación del Evangelio, dirigida a cada persona”, añadió. “Hermana, hermano deja que Jesús mire tu corazón y lo sane. Y si ya has experimentado su tierna mirada sobre ti, imítalo, haz como Él. Mira a tu alrededor: verás que muchas personas que viven cerca de ti se sienten heridas y solas, necesitan sentirse amadas. Jesús te pide una mirada que no se detenga en la apariencia exterior, sino que vaya al corazón de la persona; Una mirada que no juzga -dejemos de juzgar a los demás- sino que acoge. Porque solo el amor cura la vida”.
Tras el rezo del Ángelus, el pontífice recordó la Jornada por la Paz convocada para hoy por los Patriarcas de Oriente Medio con la consagración de la región a la Sagrada Familia: "Los invito a todos a implorar la misericordia y la paz de Dios”, dijo Francisco. “Que el Señor apoye los esfuerzos de quienes trabajan por el diálogo y la convivencia fraterna en Oriente Medio, donde la fe cristiana nació y está viva, a pesar del sufrimiento. Que Dios conceda siempre fortaleza, perseverancia y valor a esos queridos pueblos". Por último, el Papa también dirigió su pensamiento a las poblaciones del sureste de la República Checa afectadas por un fuerte huracán.
23/12/2015
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