Papa: soy sobre todo un pastor y quisiera ser recordado como un hombre bueno

En una entrevista, Francisco enfrenta temas como la paz en Medio Oriente, la violencia en nombre de Dios, la Iglesia y los pobres, la reforma de la Curia y el Holocausto. Y los Mundiales de fútbol, sobre los cuales "los brasileros me han pedido que sea neutral".

Ciudad del Vaticano (AsiaNews)- El Papa Francisco se siente sobre todo un pastor, "servir a la gente me viene de adentro", "pero me siento también Papa" que apaga la luz para no malgastar dinero, juzga "una barbarie" el nivel de desocupación juvenil y "un pecado de idolatría" el hecho que al centro del sistema económico haya sido puesto al dinero, a tal punto que "se fabrican armas y se las vende" para "sanar los balances de las economías idolátricas".

Y es el mismo Papa quien lo dijo en una entrevista a todo campo publicada hoy en el periódico "La Vanguardia", en la cual enfrenta temas como la paz en Medio Oriente, la violencia en nombre de Dios, la Iglesia y los pobres, la reforma de la Curia, Pío XII y el Holocausto. Y los Mundiales de fútbol, sobre los cuales "los brasileños me han pedido que sea neutral, y yo mantengo la palabra, y la debo mantener porque Brasil y Argentina son siempre rivales".

Así, "la violencia en nombre de Dios" es "una contradicción" que "no corresponde a nuestro tiempo". Pero el fundamentalismo es un riesgo presente en todas las religiones.

El Papa habla después de la "Invocación por la paz" con los presidentes israelí y palestino. Al principio en el Vaticano "el 99% decía que se irís a hacer, después el 1% creció". No era "para nada un acto político", evidencia, sino un "acto religioso" para "abrir una ventana al mundo". Francisco denuncia además al antisemitismo: "es una locura negar al Holocausto". Aún sobre el antisemitismo, "no sabría explicar por qué sucede, pero creo en general, que el antisemitismo esté más ligado a la derecha que a la izquierda, ¿no? Y sobre el Papa Pacelli se dice seguro que la apertura de los Archivos dará "mucha luz". Y tiene "una urticaria existencial" cuando ve que todos se la agarran con la Iglesia y Pío XII, y olvidan a las grandes potencias". "No digo-continúa- que el pobre Pío XII no haya cometido errores: ¿era mejor denunciar arriesgando otras pérdidas o intentar de salvar más vidas? Eugenio Pacelli, recuerda, "guio a la Iglesia durante la Segunda Guerra mundial y escondió a los hebreos en muchos conventos en Roma y en otras ciudades italianas, y en la residencia de verano de Castel Gandolfo en su habitación, en su cama, nacieron 42 hijos de hebreos y de otros refugiados allí". "Quizás-agrega- sería más correcto decir "no se puede vivir el cristianismo sino reconociendo las raíces hebreas". "No hablo de hebreos en cuánto a raza semítica, sino en el sentido religioso del término". "Pienso que el diálogo interreligioso sirva para profundizar esto, en la raíz". Así "el cristianismo hebreo y el florecer de un judaísmo cristiano hoy representan un desafío, una patata caliente, pero es posible convivir como hacen los hermanos". "Rezo todos los días-revela- el Oficio divino con los Salmos de David. Mi oración es hebrea, y luego tengo la Eucaristía que es cristiana".

A una pregunta sobre la Iglesia y los pobres, "la pobreza y la humildad-dice- están en el centro del Evangelio", en "sentido teológico, no sociológico". "No se puede comprender al Evangelio sin pobreza, que es bien distinta del pauperismo".

En cuanto a la reforma de la Curia, "no tengo ninguna iluminación, no tengo ningún proyecto personal". "Lo que estoy haciendo es realizar aquello que los cardenales han reflexionado en las Congregaciones generales antes del Cónclave". "Un punto firme era que el próximo Papa tendría que tener una relación estrecha y continua con el exterior , esto es con un equipo de consultores que no viven en el vaticano. Entonces se creó el Concejo de los Ocho: ocho cardenales de todos los continentes que se reúne aquí cada dos o tres meses. Ahora, el 1 de julio tenemos 4 días de trabajo para aportar las modificaciones que nos piden los mismos cardenales. No es obligatorio que lo hagamos, pero no sería sabio no escuchar a aquellos que saben las cosas".

Y, ¿Cómo le gustaría ser recordado? "No lo pensé, pero me gusta cuando uno recuerda a alguno y dice "Era un hombre bueno, hizo lo que pudo, no era tan malo". "La dimensión del párroco es la más fuerte de mi vocación. Estar al servicio de la gente, me viene de adentro" Apago la luz para no gastar dinero, por ejemplo. Estas son las cosas del párroco. Pero me siento Papa. Me ayuda a hacer las cosas en serio. Mis colaboradores son muy serios y profesionales. Recibo ayuda para hacer mi deber. No hay que jugar al Papa párroco. Sería inmaduro. Cuando viene un jefe de Estado, debo encontrarlo con la dignidad y el protocolo que merece. Es verdad que con el protocolo tengo mis problemas, pero debo respetarlo". En cuanto a la tendencia a desarrollar un protocolo de la seguridad, "sé que me puede suceder, pero está todo en las manos de Dios". "Me recuerdo que en Brasil me habían preparado un "papamóvil" todo cerrado, con el vidrio, pero yo no puedo saludar a un pueblo y decirle que lo amo en una caja de sardinas, aunque si es de vidrio. Para mí esto es un muro. Es verdad que todo puede suceder, pero digámoslo, a mi edad ya no tengo mucho que perder".