Papa: sin los artistas y sin la belleza, no se puede entender el Evangelio
El cristianismo es pertenencia a un pueblo, a un pueblo elegido por Dios gratuitamente. Si no tenemos esta conciencia de pertenecer a un pueblo, seremos cristianos ideológicos, con una pequeña doctrina de afirmación de la verdad, con una ética, con una moral, o bien, nos consideraremos “una élite”.
Ciudad del Vaticano (AsiaNews) – Que el Señor bendiga a los artistas, “porque los artistas nos hacen entender qué es la belleza y sin la belleza, no se puede entender el Evangelio. Oremos una vez más por los artistas”. Con esta invitación a la oración, el Papa Francisco dio inicio a la misa de esta mañana en la Casa Santa Marta. En la homilía, comentó un pasaje de los Hechos de los Apóstoles (Hechos 13, 13-25), en el cual Pablo, tras llegar a Antioquía, en Pisidia, explica en la sinagoga la historia del pueblo de Israel, anunciando que Jesús es el Salvador que esperan.
Cuando Pablo se refiere a la nueva doctrina para anunciar a Jesús, explicó, habla de la historia de la salvación: ¿Qué hay detrás de Jesús? Hay una historia. Una historia de gracia, la historia de una elección, la historia de una promesa”. El Señor eligió a Abraham y caminó con su pueblo: “Por eso, cuando le piden a Pablo que explique los motivos de la fe en Jesucristo, él no empieza por Jesucristo: comienza por la historia. El cristianismo es una doctrina, sí, pero no es solamente eso. No es solamente las cosas en las que creemos”, sino también una historia que encierra “esta doctrina que es la promesa de Dios, la alianza de Dios, ser elegidos por Dios”.
Francisco insistió en que el cristianismo no es solo una ética: tiene “principios morales, pero no se es cristiano solo por tener una visión ética. Es más que eso. El cristianismo no es una élite de gente elegida por la verdad. Este sentido elitario, que luego avanza en la Iglesia” cuando se dice: “Yo soy de esa institución, yo pertenezco a este movimiento, que es mejor que el tuyo”... no es este “sentido elitario. No, el cristianismo no es esto: el cristianismo es pertenencia a un pueblo, a un pueblo elegido por Dios gratuitamente. Si no tenemos esta conciencia de pertenecer a un pueblo, seremos cristianos ideologizados, con una pequeña doctrina de afirmación de la verdad, con una ética, con una moral”, o bien nos consideraremos “una élite, nos sentiremos parte de un grupo elegido por Dios – los cristianos - , y si los demás van al infierno o se salvan, es por la misericordia de Dios, pero son los descartados”. “Si no tenemos una conciencia de pertenencia a un pueblo, no somos cristianos de verdad”.
Por eso, agregó el Papa, Pablo explica quién es Jesús a partir de la pertenencia a un pueblo: “Muchas veces, caemos en estas parcialidades, ya sean dogmáticas, morales o elitistas. El sentimiento de la élite es lo que nos hace tanto mal, ya que perdemos el sentido de pertenencia al santo pueblo fiel de Dios, que Dios eligió en Abraham”, y prometió a Jesús, “la gran promesa”, y lo hizo caminar con esperanza. Es tener la “conciencia de pueblo”. Es necesario “transmitir la historia de nuestra salvación”, la memoria de un pueblo, de ser un pueblo, y “en esta historia del pueblo de Dios, hasta llegar a Jesucristo, ha habido santos, pecadores y mucha gente común, buena, todos con sus virtudes y pecados. La famosa “muchedumbre” que seguía a Jesús, que tenía en su olfato la pertenencia a un pueblo. Uno que se dice cristiano y no tiene este olfato, no es un cristiano de verdad” porque “se siente justificado sin el pueblo”.
El desvío “más peligroso” de los cristianos “de hoy y de siempre” es, sin duda, “la falta de memoria de pertenencia a un pueblo. Cuando falta esto, aparecen los dogmatismos, los moralismos, los eticismos, los movimientos elitistas. Falta el pueblo. Un pueblo pecador, siempre, todos lo somos, pero que en general no se equivoca, que tiene el olfato de ser un pueblo elegido, que camina detrás de una promesa, y que ha hecho una alianza que quizás no cumple, pero que sabe que existe”.
Francisco concluyó la celebración invitando a pedir al Señor esta conciencia de ser un pueblo, que la Virgen entonó en su Magnificat, y Zacarías en su Benedictus: “conciencia de pueblo: somos el santo pueblo fiel de Dios”, que, “en su totalidad, tiene el olfato de la fe y es infalible en este modo de creer”.
27/04/2020 10:49