Papa: si Dios hiciese como aquellos cristianos que ‘se lavan las manos’, adiós al Paraíso
“Dejar a Dios en un costado” y no dejarse involucrar son actitudes de ‘cristianos en aguas de rosa’; cristianos así: sin consistencia. Una actitud es dejar de lado a Dios: ‘ O haces esto o no voy más a la iglesia’. Y, ¿qué responde Jesús?: ‘Vé, vé. Arréglate’
Ciudad del Vaticano (AsiaNews) – Si Dios se comportase como hacen tantos cristianos “tibios” que dejan a Dios a un costado y “se lavan las manos”, no entrarán jamás al Paraíso”. Lo dijo esta mañana el Papa Francisco, en la homilía celebrada en la casa s. Marta, comentando el pasaje del Evangelio de mateo (Mt 21, 23-27) que narra el diálogo entre Jesús y los jefes de los sacerdotes, que le preguntaban con cuál autoridad enseña en el Templo.
Jesús, recordó Francisco, exhortaba a la gente, los curaba, enseñaba y hacía milagros y así ponía nerviosos a los jefes de los sacerdotes, porque con su dulzura y dedicación al pueblo y atraía hacia sí a todos. Mientras ellos, los funcionarios, eran respetados por la gente, pero que no los acercaba “porque no tenía confianza en ellos”. Por esto se ponen de acuerdo “para dejar de lado a Jesús”. Y le preguntan “¿con cuál autoridad Tú haces esto?”. De hecho “tu no eres sacerdote, un doctor de la ley, no estudiaste en nuestras universidades, No eres nadie”.
Jesús con inteligencia, responde con otra pregunta y pone a los jefes de los sacerdotes de lado”, preguntando si Juan el Bautista bautizaba con autoridad que le venía del cielo, o sea de Dios o de los hombres. Mateo describe su razonamiento: “Si decimos: ‘del cielo’, nos dirá. ‘¿Por qué no creyeron?’, si decimos: ‘de los hombres’, la gente se pondrá contra nosotros. Y se lavan las manos y dicen: ‘No lo sabemos’. Esto, afirma Francisco, “es la actitud de los mediocres, de los mentirosos de la fe”. “No sólo Pilato se lavó las manos; también éstos se lavan las manos: ?No lo sabemos’. No entrar en la historia de los hombres, no involucrarse en los problemas, no luchar para hacer el bien, no luchar por hacer el bien, no luchar para curar tanta gente que necesita… Mejor que no. No nos ensuciemos”.
Así Jesús responde “con la misma música”: ‘Ni siquiera yo les digo con cuál autoridad hago esto’”. Estos son dos actitudes de los cristianos tibios, de nosotros-como decía mi abuela- ‘cristianos en las aguas de rosa’; cristianos así: sin consistencia. Una actitud es dejar de lado a Dios: ‘O me haces esto o no iré más a una iglesia’. Y ¿qué responde Jesús?: (Vé, vé, Arréglate’”.
La otra actitud de los cristianos tibios es, subrayó el Papa, lavarse las manos, como “los discípulos de Emaús aquella mañana de la Resurrección”. Ven a las mujeres que “estaban todas contentas porque habían visto al Señor”, no confían porque las mujeres “son demasiado fantasiosas” y se lavan la mano. Así entran el la confraternidad “de S. Pilato”. “Tan cristianos, se lavan las manos delante de los desafíos más pequeños. Cuántas veces sentimos al cristiano tacaño delante de una persona que pide limosna y no la da; ‘No, no yo no doy porque éstos después se emborrachan’. Se lavan las manos. Yo no quiero que se emborrachen y no doy limosna. ‘Pero no tiene para comer..’ ‘Problemas de ellos: yo no no quiero que se emborrachen’. Lo escuchamos tantas, tantas veces. Dejar de lado a Dios y lavarse las manos son 2 actitudes peligrosas, porque es como desafiar a Dios. Pensemos ¿qué sucedería si Dios se lavase las manos? Pobres nosotros”
Son “dos actitudes hipócritas, de educados”. “No, esto no. Ne me meto en esto”, “dejo de lado a la gente, porque es gente sucia”, “yo delante de esto me lavo las manos por son cosas de ellos”. Vemos, fue la invitación final de Francisco, “si en nosotros hay algo de este tipo” y si lo hay, echemos a “estas actitudes para dar espacio al Señor que viene”.
23/12/2015
02/05/2017 13:54