Papa: ser un cristiano ‘del hacer’ y construir la propia vida sobre la roca de Dios

Francisco, refiriéndose al pasaje del Evangelio de hoy de Mateo y a la primera lectura tomada del libro del profeta Isaías, indicó tres binomios de palabras en contraste la una con la otra, que marcan la vida: “decir y hacer”, “arena y roca”, “alto y bajo”.

Ciudad del Vaticano (AsiaNews)- Ser una cristiano “del hacer” y construir la propia vida sobre la roca de Dios y no sobre la arena de la mundanidad. Son los propósitos que uno se debe poner durante el Adviento. Los dijo el Papa Francisco en la homilía de la misa celebrada esta mañana en la casa Santa Marta, partiendo del pasaje del Evangelio de hoy (Mt 7,21.24-27) y de la primera lectura del profeta Isaías (Is 26,1-6) e indicando tres binomios de palabras sugeridas por los textos.

El primer grupo, “decir y hacer”, distingue dos caminos opuestos de la vida cristiana. “El decir es un modo de creer, pero muy superficial, a mitad de camino: yo digo que soy cristiano pero no hago las cosas como un cristiano. Es 'un poco', como para decirlo simplemente, maquillarse de cristiano: decir sólo es un truco, decir sin hacer. La propuesta de Jesús es algo concreto, siempre concreto ., Cuando alguno se le acercaba y le pedía algún consejo, siempre cosas concretas. Las obras de misericordia son concretas”.

También la segunda pareja de palabras “arena y roca” se articula entre dos directrices opuestas. La arena “no es sólida”, es “una consecuencia del decir”, un maquillarse de cristiano, una vida construida “sin fundamentos”. En cambio la roca, es el Señor. “Es Él la fuerza. Mientras que tantas veces, quien confía en el Señor no aparece, no tiene éxito, está escondido...pero está firme. No tiene puesta la esperanza en el decir, en la vanidad, en el orgullo, en los efímeros poderes de la vida… El Señor, la roca. Lo concreto de la vida cristiana nos hace ir adelante y construir sobre aquella roca que es Dios, que es Jesús; sobre lo sólido de la divinidad. No sobre las apariencias o sobre la vanidad, el orgullo, las recomendaciones… No. La verdad”.

El tercer binomio, alto y bajo, contrapone los pasos de los orgullosos y de los vanidosos a aquellos de los humildes. Recordando la primera lectura extraída del Profeta Isaías, Francisco subrayó que el Señor “abatió a aquellos que habitaban en lo alto, destruyó a la excelsa ciudad, la tiró hasta el suelo. Los pies la pisan: son los pies de los oprimidos, los pasos de los pobres”. “Este pasaje del profeta Isaías contiene la melodía del canto de la Virgen, en el Magnificat: El Señor ensalza a los humildes, aquellos que están en lo concreto de cada día y abate a los soberbios, a aquellos que construyeron su propia vida sobre la vanidad, el orgullo… estos no duran”.

En este período de Adviento, concluyó el Papa, nos ayudarán algunas cruciales preguntas: "¿Soy un cristiano de decir o hacer?". "¿Construyo mi vida en la roca de Dios o en las arenas de la mundanalidad, de la vanidad?". "¿Soy humilde, trato de ir siempre desde abajo, sin orgullo, y así servir al Señor?”.