Papa: recemos por los caídos en Ucrania y en Afganistán
Ciudad del Vaticano (AsiaNews)- Las violencias que continúan en Ucrania y las víctimas de la avalancha en Afganistán fueron recordadas hoy por el Papa Francisco cuando recitaba el Regina Coeli, al final de una mañana iniciada con la visita a "la iglesia de los polacos de Roma", S. Estanislao en la calle Botteghe Oscure.
Antes de recitar la plegaria mariana, el Papa comentó el Evangelio de hoy, dirigiéndose a las 70 mil personas presentes en la plaza de S. Pedro, comentando el Evangelio de hoy, que habla de los discípulos de Emaús que después de la muerte de Jesús, en el camino de regreso hacia su propio pueblo, Jesús resucitado se pone a caminar al lado de ellos, pero éstos no lo reconocen. "Viéndolos tan tristes, Él antes los ayudó a entender que la pasión y la muerte del Mesías estaban previstas en el designio de Dios y preanunciadas en las Sagradas escrituras; así se encendió la esperanza en sus corazones. A este punto, los dos discípulos advirtieron una extraña atracción hacia ese hombre misterioso, y lo invitaron a quedarse con ellos esa noche. Jesús aceptó y entró con ellos a la casa. Y cuando, estaban en la mesa, bendijo el pan y lo partió, ellos entonces lo reconocieron, pero Jesús desapareció de su vista, dejándolos llenos de estupor. Después de ser iluminados por la Palabra, habían reconocido a Jesús resucitado en el partir el pan, nuevo signo de su presencia. E inmediatamente sintieron la necesidad de volver a Jerusalén, para referir a los otros apóstoles esta experiencia de ellos, que habían encontrado a Jesús vivo y lo habían reconocido en aquel gesto de la fracción del pan".
"El camino de Emaús se convierte así en el símbolo de nuestro camino de fe: las Escrituras y la Eucaristía son los elementos indispensables para el encuentro con el Señor. También nosotros llegamos a menudo a la Misa dominical con nuestras preocupaciones, nuestras dificultades y desilusiones... La vida a veces nos hiere y nosotros nos vamos tristes, hacia nuestra "Emaús", dando las espaldas al designio de Dios. Pero nos acoge la Liturgia de la Palabra: Jesús nos explica las Escrituras y reenciende en nuestros corazones el calor de la fe y de la esperanza. Luego, en la liturgia de la Eucaristía, Jesús nos dona a Sí mismo, el Pan de la vida eterna. La Misa, presencia viva de Jesús resucitado-una presencia que se expresa en la Palabra y en la Eucaristía- nos ilumina y nos lleva hacia Jerusalén, o sea hacia la comunidad de los hermanos y la comunidad de los hombres, donde poder vivir el compartir y la misión".
"Recuérdenlo bien, cuando estás triste toma la Palabra de Dios y vete a misa a recibir la Eucaristía". "Queridos hermanos- concluyó- por intercesión de María Santísima, roguemos para que cada cristiano, reviviendo la experiencia de los discípulos de Emaús, especialmente en la Misa dominical, descubra la gracia del encuentro transformador con el Señor resucitado, que siempre está con nosotros. Está siempre la Palabra de Dios que nos orienta después que nosotros nos perdemos, y a través de nuestros cansancios y desilusiones está siempre el Pan partido que nos hace ir adelante en el camino".
Ucrania y Afganistán fueron recordados por el Papa Francisco después de la recitación de la plegaria mariana, cuando dirigiéndose a las personas presentes en la plaza de S. Pedro invitó "a encomendar a la Virgen la situación de Ucrania, donde no cesan las tensiones. La situación es grave. Rezo con ustedes por las víctimas de estos días, pidiendo que el Señor infunda en los corazones de todos sentimiento de pacificación y de hermandad".
"Recemos también- agregó- por los difuntos a causa de la enorme avalancha que se abatió hace dos días sobre un pueblo de Afganistán. Dios omnipotente, que conoce el nombre de cada uno de ellos, los reciba a todos en su paz; y dé a los sobrevivientes la fuerza de ir adelante, con el apoyo de cuántos obran para aliviar sus sufrimientos".
La jornada del Papa inició esta mañana con la visita a la iglesia de S, Estanislao en la calle Botteghe Oscure donde fue para una misa de agradecimiento por la canonización de Juan pablo II. "Ustedes- dijo a los fieles polacos- son parte de un pueblo que fue muy probado en su historia. El pueblo polaco sabe bien que para entrar en la gloria es necesario pasar a través de la pasión y la cruz. Y lo sabe no porque lo ha estudiado; lo sabe porque lo ha vivido. San Juan Pablo II, como digno hijo de su patria terrena, siguió este camino. Lo siguió en modo ejemplar, recibiendo de Dios un despojo total. Por esto "su carne descansa en la esperanza". ¿Y nosotros?. ¿Estamos dispuestos a seguir este camino? Ustedes queridos hermanos, que son parte hoy de la comunidad cristiana de los polacos en Roma, ¿quieren seguir este camino?. "San Pedro también con la voz de San Juan pablo II, dice: "Compórtense con temor de Dios en el tiempo que viven aquí como extranjeros". Es verdad, somos caminantes pero no errantes, estamos en camino pero sabemos hacia dónde vamos, los errantes no lo saben". "Somos peregrinos pero no vagabundos, como decía Juan pablo II".
"También nosotros podemos convertirnos en "caminantes resucitados", si su Palabra calienta nuestro corazón, y la Eucaristía nos abre los ojos de la fe y nos nutre de esperanza y de caridad. También nosotros podemos caminar junto a los hermanos y hermanas que están tristes o desesperados, y calentar sus corazones con el Evangelio, y partir con ellos el pan de la fraternidad"