Papa: que la pandemia sea una oportunidad para repensar las reglas de la actividad financiera
En una carta enviada a los participantes en el encuentro primaveral 2021 del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, Francisco pide que la búsqueda del bien común guíe las finanzas. Los países ricos deben pagar su "deuda ecológica". “Necesitamos especialmente una solidaridad en las vacunas, y que ésta sea justamente financiada”.
Ciudad del Vaticano (AsiaNews) – Que la crisis mundial desencadenada por la pandemia sea una ocasión para repensar las reglas que rigen la actividad financiera, de modo que esta no sea meramente especulativa y, por tanto, en beneficio de unos pocos, sino que tenga como objetivo la realización del bien común, que incluye el acceso a las vacunas. Esta es la invitación expresada por el Papa Francisco en la carta enviada a los participantes en la Reunión Primaveral 2021 del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, que se celebra en línea del 5 al 11 de abril. De ella se espera “un futuro en el que las finanzas estén al servicio del bien común, en el que los débiles y los marginados estén en el centro y en el que se cuide bien de la tierra, nuestra casa común”.
Francisco escribe que la pandemia ha provocado "una serie de crisis socioeconómicas, ecológicas y políticas" para las que se busca un "modelo" de recuperación. El Papa espera que este sea “capaz de generar soluciones nuevas, más inclusivas y sostenibles para apoyar la economía real, ayudando a las personas y comunidades a realizar sus aspiraciones más profundas y el bien común universal". La noción de recuperación no puede conformarse con la vuelta a un modelo de vida económica y social desigual e insostenible, en el que una ínfima minoría de la población mundial posee la mitad de la riqueza".
"A pesar de todas nuestras creencias profundamente arraigadas de que todos los hombres y mujeres han sido creados iguales, en los hechos, muchos de nuestros hermanos y hermanas de la familia humana -especialmente los que están en los márgenes de la sociedad- están excluidos del mundo financiero. Sin embargo, la pandemia nos ha recordado una vez más que nadie se salva solo. Si queremos salir de esta situación y ser un mundo mejor, más humano y solidario, es necesario idear formas nuevas y creativas de participación social, política y económica, sensibles a la voz de los pobres y comprometidas con su inclusión en la construcción de nuestro futuro común (cf. Fratelli Tutti, 169)".
En esta perspectiva, "aunque muchos países están consolidando planes individuales de recuperación, sigue siendo urgente un plan global que pueda crear nuevas instituciones o regenerar las existentes, especialmente las de gobernanza global, y ayudar a construir una nueva red de relaciones internacionales para promover el desarrollo humano integral de todos los pueblos". Esto significa necesariamente dar a las naciones más pobres y menos desarrolladas una participación efectiva en la toma de decisiones y facilitar el acceso al mercado internacional. Un espíritu de solidaridad mundial también implica cuando menos una reducción significativa de la deuda que pesa sobre las naciones más pobres, y se ha visto agravada por la pandemia".
Pero eso no es todo. Francisco pide además que "la industria financiera" busque "mecanismos" para calcular la "deuda ecológica" - "que existe sobre todo entre el norte y el sur del mundo"- para que "los países desarrollados puedan pagarla, no sólo limitando significativamente su consumo de energía no renovable o ayudando a los países más pobres a aplicar políticas y programas de desarrollo sostenible, sino también cubriendo los costes de la innovación necesaria para ello."
"Es hora de reconocer que los mercados, especialmente los financieros, no se gobiernan a sí mismos”, prosigue el documento. “Los mercados deben estar respaldados por leyes y reglamentos que garanticen que las finanzas trabajen por el bien común, y que en lugar de ser simplemente especulativas o autofinanciadas, se aboquen a los objetivos sociales tan necesarios en el contexto de la actual emergencia sanitaria mundial. En este sentido, necesitamos especialmente una solidaridad en las vacunas, y que ésta sea justamente financiada, porque no podemos permitir que la ley del mercado se anteponga a la ley del amor y la salud de todos".
17/12/2016 13:14