Papa: preparémonos para luchar contra el diablo, y jamás dialoguemos con él
El Evangelio del primer domingo de Cuaresma nos recuerda quién es "este enemigo astuto, interesado en nuestra condena eterna, en nuestro fracaso." En la tarde de ayer, Francisco visitó a la señora Edith Bruck, poetisa y sobreviviente de la Shoah.
Ciudad del Vaticano (AsiaNews) - Como Jesús en el desierto, también nosotros debemos prepararnos para luchar contra el Tentador, "este enemigo astuto, interesado en nuestra condena eterna, en nuestro fracaso". Y "jamás debemos dialogar con él". Esta es la advertencia del Papa Francisco, que en el Ángelus comentó el pasaje del Evangelio de Marcos que narra los cuarenta días de Jesús en el desierto, donde fue tentado por el diablo.
"Cada año -dijo Francisco-, al comienzo de la Cuaresma, este Evangelio de las tentaciones de Jesús en el desierto nos recuerda que la vida del cristiano que sigue los pasos del Señor es una batalla contra el espíritu del mal. Nos muestra que Jesús se enfrentó voluntariamente al Tentador y lo venció; y al mismo tiempo nos recuerda que el diablo puede actuar también sobre nosotros, con las tentaciones. Debemos ser conscientes de la presencia de este enemigo astuto, interesado en nuestra condena eterna, en nuestro fracaso, y prepararnos para defendernos de él y combatirlo."
"La gracia de Dios nos asegura la victoria sobre el enemigo mediante la fe, la oración y la penitencia. Pero quiero resaltar que en las tentaciones, Jesús nunca dialoga con el diablo, jamás en su vida conversa con el diablo. Esto vale para todos nosotros, cuando el Tentador se acerca, no debemos dialogar. Eva habló con él y cayó. Jamás se debe conversar con el diablo".
"En el tiempo de Cuaresma, el Espíritu Santo también nos impulsa a nosotros a entrar en el desierto, como hizo Jesús. No se trata -como hemos visto- de un lugar físico, sino de una dimensión existencial en la que podemos callar y escuchar la palabra de Dios, "para que se realice en nosotros la verdadera conversión" (Oración de la colecta del Primer Domingo de Cuaresma, ciclo B). Se nos llama a caminar por las sendas de Dios, renovando las promesas de nuestro bautismo: renunciar a Satanás, a todas sus obras y a todas sus seducciones". "El enemigo está ahí, agazapado. Estén atentos, pero jamás dialoguen con él".
Hoy solo hubo unos pocos miles de personas en Plaza San Pedro y Francisco explicó que en este primer domingo de Cuaresma, el Evangelio "nos muestra el camino para vivir de manera fructífera los cuarenta días que nos llevan a la celebración anual de la Pascua". "Es el camino que Jesús recorre” en el desierto.
"El desierto. Detengámonos un momento en este ambiente natural y simbólico, tan importante en la Biblia. El desierto es el lugar donde Dios habla al corazón del hombre, y donde brota la respuesta de la oración". Pero también es el lugar de la prueba y la tentación, donde el Tentador, aprovechándose de la fragilidad y las necesidades humanas, insinúa su voz mentirosa, y la presenta como una alternativa a la voz de Dios. Te muestra otro camino, un camino de engaño".
"De hecho, en esos cuarenta días de Jesús vividos en el desierto, comienza el 'duelo' entre Jesús y el diablo, que terminará con la Pasión y la Cruz. Todo el ministerio de Cristo es una lucha contra el Maligno en sus múltiples manifestaciones: las curaciones de enfermedades, los exorcismos sobre los poseídos y el perdón de los pecados. Tras la primera fase en la que Jesús demuestra que habla y actúa con el poder de Dios, parece que el diablo tiene las de ganar, cuando el Hijo de Dios es rechazado, abandonado y finalmente capturado y condenado a muerte. Pareciera que el diablo ganó. En realidad, era precisamente la muerte el último "desierto" que había que atravesar para derrotar definitivamente a Satanás y liberarnos a todos de su poder."
Ayer por la tarde, el Papa Francisco visitó a la señora Edith Bruck, poetisa y sobreviviente de la Shoá, en su casa de Roma.
Al dar noticia de la visita, la Oficina de Prensa del Vaticano agregó que "la conversación con el Papa recorrió aquellos momentos de luz que salpicaron la experiencia infernal de los campos de concentración y evocó los temores y las esperanzas del tiempo en que vivimos, subrayando el valor de la memoria y el papel de los ancianos para cultivarla y transmitirla a las generaciones más jóvenes". Después de una hora, el Papa Francisco y la señora Bruck se despidieron y el Papa regresó al Vaticano."
17/12/2016 13:14
02/05/2017 13:54