Papa: permanecer en el amor de Jesús que, como aquel del Padre, es sin límites

“Los diez mandamientos son la base, el fundamento, pero es necesario seguir “todas las cosas que Jesús nos ha enseñado, estos mandamientos de la vida cotidiana”, que representan “un modo de vivir cristiano”. Nosotros cristianos “¡debemos dar alegría a la gente! a través del camino del amor, sin ningún interés. “Nuestra misión cristiana es dar alegría a la gente”.

Ciudad del Vaticano (AsiaNews)- Permanecer en el amor de Jesús que es “sin límites”, a diferencia de los amores “mundanos” como los del dinero o el poder. Lo dijo el Papa Francisco en la homilía de la misa celebrada esta mañana en la casa S. Marta, partiendo de la afirmación de Jesús: “Como el Padre me amó, también yo os he amado”.

El amor, subrayó, es el “núcleo” de la vida de un cristiano, que tiene la misión de “dar alegría a la gente”.

Jesús, agregó Francisco, nos pide permanecer en Su amor “porque es el amor del Padre” y nos invita a observar Sus mandamientos. Ciertamente, los diez mandamientos son la base el fundamento pero es necesario seguir “todas las cosas que Jesús nos ha enseñado, estos mandamientos de la vida cotidiana”, que representan “un modo de vivir cristiano”.

Es “muy largo” el elenco de los mandamientos de Jesús, “pero el núcleo es uno: el amor del Padre a Él y el amor de Él a nosotros”. “Hay otros amores. También el mundo nos propone otros amores: el amor al dinero por ejemplo, el amor a la vanidad, vanagloriarse, el amor al orgullo, el amor al poder, también haciendo cosas injustas para tener el poder”.

“…Son otros amores, éstos no son de Jesús y no son del Padre. Él nos ´pide que permanezcamos en su amor que es el amor del padre. Pensemos también en estos otros amores que nos alejan del amor de Jesús. Y también, hay otras medidas de amar: amar por la mitad, esto no es amar. Una cosa es querer y otra es amar”.

“Amar es más que querer”. Cuál es entonces, “la medida del amor”, se pregunta Francisco: “La medida del amor es amar sin medidas”. “Y así, cumpliendo estos mandamientos que Jesús nos dio, permaneceremos en el amor de Jesús que es el amor del Padre, es el mismo”. “Sin medida. Sin este amor tibio o interesado. ‘Pero, ¿Por qué, señor, nos recuerdas estas cosas?, podemos decirle. ‘Porque mi alegría esté en vosotros y vuestra alegría sea plena’. Si el amor del Padre viene a Jesús, Jesús nos enseña el camino del amor: el corazón abierto, amar sin medida, dejando de lado otros amores”.

“El gran amor a Él- reafirmó el Papa- es permanecer en este amor y allí está la alegría”; “el amor y la alegría son un don”. Dones que debemos pedir al Señor.

“Hace poco tiempo, un sacerdote fue nombrado obispo. Fue a ver a su papá, a lo de su anciano papá para darle la noticia. Este hombre anciano, ya jubilado, hombre humilde, que fue obrero toda su vida, no fue a la universidad, pero tenía la sabiduría de la vida. A su hijo le aconsejó sólo dos cosas: ‘Obedece y da alegría a la gente’. Este hombre había entendido esto: obedece al amor del Padre, sin otros amores, obedece a este don y luego, da alegría a la gente. Y nosotros, cristianos, laicos, sacerdotes, consagrados, obispos, debemos dar alegría a la gente. Pero, ¿por qué? Por esto, por el camino del amor, sin ningún interés, solamente por el camino del amor. Nuestra misión cristiana es dar la alegría a la gente”.

“Que el Señor-concluyó el Papa- custodie este don del permanecer en el amor de Jesús para poder dar alegría a la gente”.