Papa: no ser ‘ medio cristianos ’, como aquellos que a la llamada de Dios responden ‘mañana’
“Cuando nosotros entramos en esta tibieza, en esta actitud de tibieza espiritual, transformamos nuestra vida en un cementerio: no hay vida. Hay solamente cerrazón para que no entren problemas como esta gente que ‘sí, sí, estamos en ruinas pero no arriesgamos: mejor así. Ya estamos acostumbrados a vivir así’”.
Ciudad del Vaticano (AsiaNews) – No ser “tibios”, “cristianos por la mitad”, como aquellos que a la llamada de Dios responden “mañana”. Es la advertencia dirigida hoy por el Papa Francisco, en la homilía de la misa celebrada en la Casa S. Marta, partiendo del pasaje de Libro de Ageo, propuesto por la primera Lectura, en la cual a través del profeta, el Señor solicita al pueblo reflexionar sobre su comportamiento y a cambiarlo ocupándose para reconstruir la Casa de Dios.
Ageo trataba de estimular al corazón del pueblo perezoso y resignado en vivir como derrotado. El Templo había sido destruido por los enemigos, todo estaba en ruinas, pero aquella gente había dejado pasar los años así, hasta cuando el Señor envía a un elegido suyo para “re-construir el Templo”. Pero el corazón de ellos estaba amargado y no tenían ganas de ponerse a trabajar. Decían “Pero no, no, no nos pongamos adelante, quizás es una ilusión, mejor no arriesgar, sino quedémonos así…”. Esa gente “no tenía ganas de levantarse, de reiniciar; no se dejaba ayudar por el Señor que quería levantarlo”, con la excusa que el tiempo justo no había todavía llegado. “Y este es el drama de esta gente, también el nuestro, cuando nos agarra el espíritu de apatía, cuando llega aquella apatía de la vida, cuando decimos: ‘Sí, sí, Señor, está bien… pero despacio, despacio, Señor, dejémoslo así… Pero, ¡Mañana lo haré!’, para decir los mismo mañana y mañana los desplaza a pasado mañana.. y así, una vida de posponer decisiones de conversión del corazón, de cambiar vida…” ,
Es una apatía, reveló Francisco, que tantas veces se esconde detrás de las incertezas y mientras tanto pospone. Y así tanta gente desgasta su vida y termina “como un trapo porque no ha hecho nada, sólo para mantener la paz y la calma dentro de sí misma". Pero "es la paz de los cementerios". Cuando entramos en esta tibieza, en esta actitud de tibieza espiritual, transformamos nuestra vida en un cementerio: no hay vida. Sólo hay una cerrazón para que no entren problemas como el de esta gente que "sí, sí, estamos en ruinas pero no nos arriesgamos: mejor así". “Ya estamos acostumbrados a vivir así".
Todo esto, Francisco advirtió que todo esto nos pasa también a nosotros "con las pequeñas cosas que no van bien, que el Señor quiere que cambiemos". De aquí la invitación: Pidamos al Señor la gracia de no caer en este espíritu de ser "medio-cristianos" o, como dicen las ancianas, "cristianos de agua de rosas", así, sin sustancia. Buenos cristianos, pero que trabajan mucho, que han sembrado mucho, pero que han recogido poco. Vidas que prometían tanto, y al final no han hecho nada”.
Que el Señor nos ayude-concluyó- a despertarnos del espíritu de tibieza, para luchar contra esta suave anestesia de la vida espiritual”.
16/12/2019 14:44
19/05/2021 13:05