Papa: los cristianos son “benditos, por ser elegidos, por ser perdonados y por estar en camino”

“Cada uno de nosotros ha sido soñado por el Padre al igual que un papá y una mamá sueñan con el hijo que esperan”. “Es como el hincha de un equipo de fútbol”. “un hombre o una mujer que no se siente perdonado” no es plenamente cristiano. “Es un hombre y una mujer en camino hacia la plenitud, hacia el encuentro con Cristo que nos ha redimido”·

Ciudad del Vaticano (AsiaNews) – Los cristianos son “benditos, por ser elegidos, por ser perdonados y por estar en camino”: es su “identidad”. Fue lo que dijo el Papa Francisco en la homilía de la misa celebrada esta mañana en la Casa Santa Marta, al comentar el pasaje de la Carta de San Pablo a los Efesios, donde él dice: “El cristiano es bendecido por el Padre, por Dios”.

Al evidenciar cuáles son los “rasgos de esta bendición”. Francisco delineó un retrato del buen cristiano. Ante todo, “el cristiano es una persona elegida”. En efecto, Dios nos llama uno por uno, y “no como una multitud oceánica”. Nosotros hemos sido elegidos, esperados por el Padre. “Pensemos en una pareja, cuando espera a un niño: ¿Cómo será? ¿Cómo será su sonrisa? ¿Cómo hablará? Y yo me atrevo a decir que también nosotros, cada uno de nosotros, ha sido soñado por el Padre, tal como un papá y una mamá sueñan con el hijo que esperan. Y esto te brinda una gran seguridad. El Padre te ha querido a ti, no a la masa de gente, no: a ti, a ti, a ti. A cada uno de nosotros. Es el fundamento, es la base de nuestra relación con Dios. Nosotros le hablamos a un Padre que nos ama, que nos ha elegido, que nos ha dado un nombre”. Uno se da cuenta, siguió diciendo, cuando un cristiano “no se siente elegido por el Padre”. En cambio, cuando se siente pertenecer a una comunidad “es como un hincha de un equipo de fútbol”. “El “hincha” elige el equipo y pertenece al equipo de fútbol”. El cristiano, por ende, “es un elegido, es uno que ha sido soñado por Dios”. Y cuando vivimos así “sentimos un gran consuelo en el corazón”, no nos sentimos “abandonados”, nos se nos dice “arréglate como puedas”.

El segundo rasgo de la bendición del cristiano es sentirse perdonados. “Un hombre o una mujer que no se siente perdonado” no es plenamente “cristiano”. “Todos nosotros hemos sido perdonados con el precio de la sangre de Cristo. ¿Pero por qué he sido perdonado? Haz un poco de memoria, y recuerda un poco las cosas feas que has hecho, no las que ha hecho tu amigo, tu vecino, tu vecina: las tuyas. ‘¿Qué hice de feo en la vida?’ El Señor ha perdonado estas cosas. Es por eso que soy bendito, soy cristiano. Por lo tanto, el primer rasgo: soy elegido, soñado por Dios, con un nombre que Dios me ha dado, soy amado por Dios. Segundo rasgo: soy perdonado por Dios”.

Tercer rasgo, el cristiano “es un hombre y una mujer en camino hacia la plenitud, hacia el encuentro con Cristo que nos ha redimido”. “No se puede entender que un cristiano esté quieto. El cristiano siempre debe seguir adelante, debe caminar. El cristiano quieto es ese hombre que ha recibido el talento y por miedo a la vida, por el miedo a perderlo, por miedo al patrón, por miedo o por comodidad, entierra el talento y lo deja ahí, se queda tranquilo y pasa su vida sin caminar. El cristiano es un hombre en camino, una mujer en camino, que siempre hace el bien, que trata de hacer el bien, de seguir adelante”.

Esta, sintetizó, es la identidad cristiana: “benditos, por ser elegidos, por ser perdonados y por estar en camino”. Nosotros, concluyó “no somos anónimos, nosotros no somos soberbios” al punto de no tener “necesidad del perdón”, y “no estamos quietos”. “Que el Señor nos acompañe con esta gracia de la bendición que nos ha dado, es decir, la bendición de nuestra identidad cristiana”