Papa: lo muchos "santos escondidos", los "santos de la vida cotidiana" son la esperanza de la Iglesia
Ciudad del Vaticano (AsiaNews)- Los muchos "santos escondidos", los "santos de la vida cotidiana" son la esperanza de la Iglesia, a diferencia de los "cristianos que aparentan", que "serán abatidos, humillados", mientras que "los pobres serán los que triunfarán". Lo dijo el papa Francisco en la homilía de la misa que celebró hoy en la casa S. Marta, comentando el pasaje del Evangelio sobre la casa construida sobre la roca o sobre la arena.
No es suficiente, dijo el Papa, pertenecer a una familia muy católica o a una asociación o ser un benefactor, si no se sigue después la voluntad de Dios. "Muchos cristianos que aparentan, caen a la primera tentación", porque "no hay substancia allí", han construido sobre la arena. Por otro lado, hay tantos santos "en el pueblo de Dios- no necesariamente canonizados, pero santos- tantos hombres y mujeres" que "ponen en práctica el amor de Jesús". Muchos". Han construido la Iglesia, la casa sobre la roca, que es Cristo. Pensemos en los más pequeños, ¡Eh! En los enfermos que ofrecen sus sufrimientos por la Iglesia, por los otros. Pensemos en tantos ancianos solos, que rezan y ofrecen. Pensemos en tantas mamás y padres de familia que llevan adelante y con tanta fatiga la propia familia, la educación de los hijos, el trabajo cotidiano, los problemas, pero siempre con la esperanza en Jesús, que no se vanaglorian, pero que hacen lo que pueden".
¡Son los "santos de la vida cotidiana"! "Pensemos en tantos curas que no se hacen ver pero que trabajan en sus parroquias con tanto amor: la catequesis a los niños, el cuidado a los ancianos, la preparación para los futuros esposos... Y todos los días, lo mismo, lo mismo, lo mismo. No se aburren porque en su fundamento está la roca. Es Jesús, es esto lo que da la santidad a la Iglesia, ¡es esto lo que nos da esperanza"!
"Tenemos que pensar mucho en la santidad escondida que existe en la Iglesia", "cristianos que permanecen en Jesús. Pecadores. Sí. Todos lo somos. Y alguna que otra vez, alguno de estos cristianos comete algún pecado grave, pero se arrepienten, piden perdón, y esto es grande: la capacidad de pedir perdón, de no confundir pecado con virtud, el saber dónde está la virtud y dónde está el pecado. Estos están fundados en la roca y la roca es Cristo. Siguen el camino de Jesús, lo siguen a Él".
"Los soberbios, los vanidosos, los cristianos que aparentan serán abatidos, humillados", mientras que "los pobres serán los que triunfarán, los pobres de espíritu, aquellos que delante de Dios se sienten como una nada, los humildes y llevan adelante la salvación poniendo en práctica la Palabra del Señor". "Hoy estamos, mañana no estaremos"- dijo luego citando a S. Bernardo: "Piensa, hombre, ¿qué será de ti?: comida de gusanos". "Nos comerán los gusanos, a todos". "Si no tenemos esta roca, terminaremos aplastados". "En este tiempo de preparación a la Navidad- concluyó Francisco- pidamos al Señor que seamos fundados fuertemente en la roca que es Él, nuestra esperanza es Él. Nosotros somos todos pecadores, somos débiles, pero si ponemos la esperanza en Él podremos seguir adelante. Y esta es la alegría de un cristiano; saber que en Él está la esperanza, está el perdón, está la paz, está la alegría. Y no pongamos nuestra esperanza en cosas que hoy están y mañana no existirán".
15/05/2022 14:12