Papa: lejos del amor gratuito de Dios, la vida sigue triste
La Santa Sede difundió nuevamente este miércoles la catequesis semanal en un texto escrito, referida hoy al encuentro entre Jesús y el "hombre rico".
Ciudad del Vaticano (AsiaNews) – “Precisamente porque vivimos en una cultura de autosuficiencia e individualismo, nos descubrimos más infelices, porque ya no oímos pronunciar nuestro nombre por alguien que nos quiere gratuitamente”, dice el Papa Francisco en la catequesis preparada para la audiencia general de hoy que –como sucede ya desde hace semanas debido a su enfermedad y el actual periodo de convalecencia– ha sido difundida por escrito por la Oficina de Prensa de la Santa Sede.
Ayer el Vaticano había informado que la situación de Francisco es estacionaria con leves mejorías desde el punto de vista motor, respiratorio y con respecto a la voz que todos pudieron apreciar el domingo cuando bajó a la Plaza de San Pedro a saludar a los peregrinos presentes para el Jubileo de los enfermos. El Papa recibe diariamente oxigenación y los exámenes clínicos también se mantienen estables. Todavía no hay indicaciones sobre las celebraciones de la Semana Santa y una posible presencia del Papa en los ritos del Triduo:
Continuando la reflexión sobre los encuentros de Jesús con algunas personas concretas que se narran en los Evangelios, el Pontífice se detuvo hoy en su reflexión en el encuentro con un “hombre rico” que se narra en el capítulo décimo del Evangelio de Marcos (y que sólo en el pasaje sinóptico de Mateo se describe como un joven). Francisco analiza la exigencia de felicidad que este hombre lleva en el corazón. “Como la observancia de la ley no le ha dado la felicidad ni la certeza de ser salvado – explica – se dirige al maestro Jesús. ¡Lo que llama la atención es que este hombre no conoce el vocabulario de la gratuidad! Todo parece un deber. Todo es una obligación. La vida eterna es para él una herencia, algo que se obtiene por derecho, a través de una meticulosa observancia de los compromisos. Pero en una vida vivida así, aunque ciertamente a fin de bien, ¿qué espacio puede tener el amor?”.
Y es en esta dinámica donde se inserta la mirada de Jesús. “Si por un lado este hombre pone ante Jesús su óptimo currículum – continúa el Papa –, Jesús va más allá y mira en su interior". "Jesús ama a este hombre antes de haberle dirigido la invitación a seguirlo. Lo ama tal como es. El amor de Jesús es gratuito: exactamente lo contrario de la lógica del mérito que atormentaba a esta persona. Somos realmente felices – añade – cuando nos damos cuenta de que somos amados así, gratuitamente, por gracia. Y esto también vale en las relaciones entre nosotros: mientras intentemos comprar el amor o mendigar afecto, esas relaciones nunca harán que nos sintamos felices”.
Nace así la propuesta que Jesús le hace a este hombre: “Jesús reconoce que dentro de él, como en todos nosotros, hay algo que falta. Es el deseo que llevamos en el corazón de ser queridos. Y para llenar este vacío no hay que 'comprar' reconocimiento, afecto, consideración, sino que, por el contrario, hay que 'vender' todo lo que nos pesa, para liberar nuestro corazón”. Y al mismo tiempo lo invita “a seguirlo, a estar dentro de un vínculo, a vivir una relación. Si nos quedamos solos, nunca oiremos pronunciar nuestro nombre y seguiremos siendo anónimos”.
El Evangelio cuenta que aquel hombre no aceptó la invitación de Jesús y se quedó solo. “Los lastres de su vida – comenta el Papa – lo retienen en el puerto. La tristeza es la señal de que no ha logrado partir. Hermanas y hermanos – concluye Francisco –, encomendemos al Corazón de Jesús a todas las personas tristes e indecisas, para que puedan sentir la mirada de amor del Señor, que se conmueve al mirar con ternura dentro de nosotros”.
27/12/2023 10:36
22/05/2019 12:20