Papa: la vida humana conserva siempre su valor a los ojos de Dios, más allá de toda visión discriminante

Las personas ancianas, aunque enfermas, "fueron siempre protagonistas en la Iglesia, y los son aún ahora". Si hoy se vive más tiempo y por lo tanto "un número creciente de personas va al encuentro de patologías neurodegenerativas, a menudo acompañadas por un deterioro de las capacidades cognitivas", esto compromete más al mundo de la salud y a aquel de la asistencia, también en el nivel religioso.

Ciudad del vaticano (AsiaNews)- "La vida humana conserva siempre su valor a los ojos de Dios, más allá de toda visión discriminante" y si hoy se vive más tiempo y por lo tanto "un número creciente de personas que van al encuentro de patologías neurodegenerativas, a menudo acompañadas por un deterioro de las capacidades cognitivas", esto compromete sea al mundo de la salud que al de la asistencia, también en el plano religioso.

El encuentro con los participantes de la 28 Conferencia Internacional del Pontificio Cencejo para los operadores sanitarios (Pastoral de la Salud), sobre el tema: "La Iglesia al servicio de la persona anciana enferma: el cuidado de las personas afectas de patologías neurodegenerativas" dio ocasión hoy al Papa francisco para afirmar algunos principios sobre la ayuda a los ancianos enfermos.

En primer lugar afirmó el Papa que: "las personas ancianas fueron siempre protagonistas en la Iglesia y lo siguen siendo. Y es hoy cuando la Iglesia debe dar ejemplo a toda la sociedad que ellas, a pesar de todos los inevitables "achaques", a veces también serios, son siempre importantes, es más, indispensables. Ellas llevan consigo la memoria y la sabiduría de la vida, para transmitirla a otros y participan a pleno título de la misión de la Iglesia".

En segundo lugar, el hecho que un número creciente de personas van al encuentro de patologías neurodegenerativas, moviliza al mundo social- sanitario ya sea en el campo de la investigación, sea en el campo de la asistencia y del cuidado en las estructuras social-asistenciales, como también en las familias, que permanece como el lugar privilegiado de acogida y de cercanía".

"Es importante el sustentamiento de ayudas y de servicios adecuados, dirigidos al respeto de la dignidad, de la identidad, de las necesidades de la persona asistida, pero también de aquellos que la asisten, familiares y operadores sociales. Esto es posible sólo en un contexto de confianza y en el ámbito de una relación mutuamente respetuosa. Así vivida, aquella del cuidado y curación se convierte en una experiencia rica ya sea profesionalmente que humanamente; en caso contrario, ésta se vuelve algo más similar a la simple y fría tutela física".

"Se hace necesario, por lo tanto, comprometerse en una asistencia que, junto a la tradicional modelo biomédico, se enriquezca de espacios de dignidad y de libertad, lejos de las clausuras y de los silencios, que demasiado a menudo rodean a las personas en modo asistencial. En esta prospectiva quisiera subrayar la importancia del aspecto religioso y espiritual. Es más, esta es una dimensión que permanece vital, también cuando las capacidades cognitivas se reducen o pierden. Se trata de actuar un particular acercamiento pastoral para acompañar la vida religiosa de las personas ancianas con grave patologías degenerativas, con formas y contenidos diversificados, porque igualmente la mente de ellos y sus corazones no interrumpen el diálogo y la relación con Dios".

El Papa Francisco ha querido concluir su intervención con un "saludo a los ancianos": "Queridos amigos, ustedes no sólo son destinatarios del anuncio del mensaje evangélico, sino que son siempre, en pleno título, también anunciadores en fuerza de vuestro Bautismo. Cada día ustedes pueden vivir como testigos del Señor, en vuestras familias, en las parroquias y en los ambientes que frecuentan, haciendo conocer a Cristo y su Evangelio, especialmente a los jóvenes. Les confío a todos ustedes a la Virgen y les agradezco de corazón vuestras oraciones".