Papa: "la salvación es gratuita”, no cerrar la puerta a quien la busca
“Los doctores de la ley no son algo de aquella época, hoy también hay muchos. Por eso, es necesario rezar por nosotros, los pastores. Rezar, para que no perdamos la llave del conocimiento y no cerremos la puerta a la gente que quiere entrar”.
Ciudad del Vaticano (AsiaNews) – No olvidar que la salvación es gratuita, expresión de la cercanía de Dios, porque “cuando se olvida la gratuidad de la salvación se cae, se pierde la llave de la inteligencia de la historia de la salvación”. “Por eso, es necesario rezar por nosotros, los pastores”. Es lo que ha dicho el Papa Francisco en la homilía de la misa que ha celebrado esta mañana en la Casa Santa Marta, al comentar el pasaje del Evangelio de Lucas, en el cual escribas y fariseos se jactaban de ser justos, y Jesús les hace frente diciendo que sólo Dios es justo. “Sucede también hoy”, con la ley, hay quien cierra la puerta a quien quiere entrar.
Los doctores de la ley, ha afirmado Francisco, habían “quitado el conocimiento”, con la “consecuencia” de “no entrar en el Reino y tampoco dejar entrar a los demás”. “Quedarse sin la capacidad de entender la salvación de Dios –la llave del conocimiento- podemos decir que es un grave olvido. Se olvida la gratuidad de la salvación; se olvida la cercanía de Dios y se olvida la misericordia de Dios. Y a aquellos que olvidan la gratuidad de la salvación, la cercanía de Dios y la misericordia de Dios, se quedan sin la llave del conocimiento”.
Por lo tanto se ha “olvidado” la gratuidad. Es la “iniciativa de Dios la que nos salva, pero ellos, en cambio, se ponen de parte de la ley”: la salvación –ha subrayado el Papa- “está ahí, para ellos”, llegando de tal modo “a un montón de prescripciones” que en la práctica devienen la salvación. Sin embargo, de esta manera “no reciben la fuerza de la justicia de Dios”. La ley, en cambio, es siempre “una respuesta al amor gratuito de Dios”, que ha tomado “la iniciativa” se salvarnos. Y “cuando se olvida la gratuidad de la salvación, se cae, se pierde la llave de la inteligencia de la historia de la salvación”, perdiendo “el sentido de la cercanía de Dios”, “Para ellos, Dios es el que ha hecho la ley. Y este no es el Dios de la revelación. El Dios de la revelación es Dios que ha comenzado a caminar con nosotros desde Abraham hasta Jesucristo. Dios que camina con su pueblo. Y cuando se pierde esta relación cercana con el Señor, se cae en esta mentalidad obtusa que cree en la autosuficiencia de la salvación con el cumplimiento de la ley. La cercanía de Dios”.
Cuando falta la cercanía con Dios, cuando falta la oración, sostuvo el Papa, “no se puede enseñar la doctrina” y tampoco “hacer teología”, y mucho menos “teología moral”: Francisco ha reafirmado que la teología “se hace de rodillas, siempre cerca de Dios”. Y la cercanía del Señor llega “al punto más alto de Jesucristo crucificado”, habiendo sido “justificados” por la sangre de Cristo, como dice San Pablo. Por eso las obras de misericordia “son la piedra con la cual parangonar el cumplimiento de la ley”, porque se va a tocar la carne de Cristo, “tocar a Cristo que sufre en una persona, tanto corporal como espiritualmente”. Y además pone en guardia del hecho de que, cuando se pierde la llave del conocimiento, se llega incluso “a la corrupción”.
El Papa piensa en la “responsabilidad” de los pastores, hoy en la Iglesia; cuando pierden o se quedan sin la “llave de la inteligencia”, cerrando “la puerta a nosotros y a los demás”. “En mi país he oído muchas veces acerca de párrocos que no bautizaban a los hijos de las madres solteras, porque no habían nacido del matrimonio canónico. Cerraban la puerta, escandalizaban al pueblo de Dios, ¿por qué? Porque el corazón de estos párrocos había perdido la llave del conocimiento. Sin ir tan lejos en el tiempo y en el espacio, tres meses atrás, en una región, en una ciudad, una mamá quería bautizar a su hijo recién nacido, pero ella estaba casada por civil con un divorciado. El párroco le dijo: ‘Sí, sí. Bautizo al niño. Pero tu marido es divorciado. Debe quedarse afuera, no puede estar presente en la ceremonia’. Estoy sucede hoy. Los fariseos, los doctores de la ley no son cosas de aquellos tiempos, también hoy en día hay muchos. Por eso, es necesario rezar por nosotros, los pastores. Rezar, para que no perdamos la llave del conocimiento y para que no cerremos la puerta a nosotros y a la gente que quiere entrar”.
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