Papa: la piedad que dona el Espíritu Santo no es pietismo, ni una "cara de estampita"
Ciudad del Vaticano (Asianews) - El don de la "piedad", inspirada por
el Espíritu Santo, que no debe confundirse con el "pietismo" o la "compasión"
hacia alguien, sino que es el signo de una profunda pertenencia a Dios, que se
traduce en el amor gratuito y la alegría para derramar sobre otros. Lo ha dicho
hoy el Papa Francisco dedicando su
catequesis durante la audiencia general a la ilustración de los dones del
Espíritu Santo.
"Hoy - le dijo a cerca de 50 mil
personas presentes en la Plaza de San Pedro - queremos detenernos en un don del
Espíritu Santo que muchas veces es malentendido o considerado de un modo
superficial, y que, sin embargo, toca en el corazón de nuestra identidad y de
nuestra vida cristiana: se trata del don de la piedad. Es necesario aclarar -
ha proseguido - que este don no se identifica con tener compasión hacia
alguien, hacia el prójimo, sino que indica nuestra pertenencia a Dios. Esta
relación con el Señor no pretende ser un deber o imposición, es un enlace que
viene de dentro. Se trata al contrario de una relación viva con el corazón: es
nuestra amistad con Dios, que nos ha dado a Jesús, una amistad que cambia
nuestras vidas y nos llena de entusiasmo, alegría. . Por esto, el don de la
piedad suscita en nosotros, sobre todo, la gratitud y la alabanza. Es el motivo
y el sentido más auténtico de nuestro
culto y de nuestra adoración. Cuando el Espíritu Santo nos hace percibir
la presencia del Señor y todo su amor por nosotros, nos conforta el corazón y
nos mueve casi de forma natural a la oración y a la celebración. Piedad, por
tanto, es sinónimo de auténtico espíritu religioso, de confianza filial con
Dios, de esa capacidad de rezarle con amor y sencillez que es propia de las
personas de corazón humilde".
"Si el don de la piedad nos hace crecer en la relación y en la comunión con Dios y nos lleva a vivir como sus hijos, al mismo tiempo nos ayuda a verter ese amor hacia los demás y a reconocerlos como hermanos. Entonces sí que nos moveremos por sentimientos de piedad, -¡no de pietismo!-, con respecto a los que tenemos alrededor y los que nos encontramos todos los días. Piedad no pietismo. ¿Por qué digo no de pietismo? Porque algunos piensan que tener piedad es cerrar los ojos, poner cara de bueno, así, ¿no? Es fingir que somos santos, ¿no? Eso no es el don de la piedad". En piamontés decimos: (...) Esto no es el don de la piedad".
"Seremos capaces,
verdaderamente, de alegrarnos con los que están alegres y de llorar con los que
lloran, de estar cercanos a los que están solos o angustiados, de corregir a
quien se equivoca, de consolar a quien está afligido, de acoger y de socorrer a
quien lo necesita".
"Hay una relación muy estrecha entre el don de la piedad y la mansedumbre.
El don de la piedad que nos da el Espíritu Santo nos hace mansos, nos hace
tranquilos, pacientes, en paz con Dios, al servicio con mansedumbre de los
demás". "Pedimos al Señor - ha concluido el Papa Francisco -que el don de su Espíritu
pueda vencer nuestros temores y nuestras inseguridades y nuestro espíritu
inquieto e impaciente y pueda hacernos testigos gozosos de Dios y de su amor,
adorando al Señor en verdad y en el servicio al prójimo con mansedumbre, con la
sonrisa que el Espíritu Santo nos da en la alegría. Que el Espíritu Santo
nos dé este don de la piedad".
02/05/2017 13:54
24/05/2015
23/05/2021 13:49