Papa: la oración es una mirada dirigida a Dios , para que vuelva a ocuparse del corazón del hombre

La cuestión de Adán y Eva advierte que “el Tentador es un mal pagador, paga mal”. “El designio de Dios en relación con la humanidad es bueno, pero en nuestra cuestión cotidiana experimentamos la presencia del mal. Experiencia de todos los días”. Es importante “enseñar a los niños a rezar. A hacerse la señal de la cruz, que es la primera oración”.

Ciudad del Vaticano (AsiaNews) – La oración es el “dique”, “el refugio delante de la ola del mal que crece en el mundo”, “es una cadena de vida”, “siembra vida” y sobre todo “transforma nuestro corazón de piedra en un corazón de carne”. La oración de los justos fue el tema de la catequesis del Papa Francisco en la Audiencia General -que también se desarrolló aún en la biblioteca- prosiguió el ciclo de catequesis sobre la oración, volviendo a recomendar que es importante “enseñar a los niños a rezar. A hacerse la señal de la cruz, que es la primera oración”.

El discurso de Francisco partió de la afirmación que “el designio de Dios en con la humanidad es bueno, pero en nuestra cuestión cotidiana experimentamos la presencia del mal. Experiencia de todos los días”.

Así fue para Adán y Eva que “dudan de las intenciones benévolas de Dios, piensan que tienen que ver con una divinidad envidiosa, que les impide la felicidad. De aquí la rebelión: no creen más en un Creador generoso, que desea su felicidad. Su corazón, cediendo a la tentación del maligno, está tomado por delirios de omnipotencia: ‘Si comeremos el fruto del árbol, nos volveremos como Dios’ (cfr v.5). Esta es la tentación. Pero la experiencia va en sentido opuesto: sus ojos se abren y descubren que están desnudos (v. 7). No olvides esto: “el Tentador es un mal pagador, paga mal”.

“El mal se vuelve aún más disruptivo con la segunda generación humana: es la cuestión de Caín y Abel”. Y “el mal se agranda a mancha de aceite”.

“Sin embargo, en estas primeras páginas, está escrita también otra historia, menos llamativo, mucho más humilde y devota, que representa el rescate de la esperanza. Aunque casi todos se comportan en modo feroz, haciendo del odio y de la conquista el gran motor de la cuestión humana, hay personas capaces de rezar a Dios con sinceridad, capaces de escribir el destino del hombre”: Abel, su hermano Set, Enos o Noé, “hombre justo que caminaba con Dios” (6,9), delante al cual Dios conserva su propósito de cancelar a la humanidad (Cfr 6,7-8)”.

“Los orantes de las primeras páginas de la Biblia son hombres operadores de paz: de hecho la oración, cuando es auténtica, "está libre de los instintos de violencia y es una mirada dirigida a Dios": la oración "atrae el poder de Dios", que da vida y hace renacer.La oración cultiva parterres de renacimiento en lugares donde el odio del hombre sólo ha podido ensanchar el desierto.Por eso el señorío de Dios transita en la cadena de estos hombres y mujeres, a menudo incomprendidos o marginados en el mundo. Pero el mundo vive y crece gracias al poder de Dios que estos servidores suyos atraen con sus oraciones. ¡Son una cadena para nada ruidosa, que raramente llega a los titulares, y sin embargo es tan importante para restituir la confianza al mundo!

“El camino de Dios, por lo tanto, pasa por este "resto" de humanidad que no se ajusta a la ley del más fuerte, sino que pide a Dios que transforme el corazón de piedra en el corazón de carne (Cfr Ez 36,26)".

En el saludo a los italianos, al final, Francisco recordó que “pasado mañana celebraremos la memoria litúrgica del Papa San Pablo VI. El ejemplo de este Obispo de Roma que alcanzó la cima de la santidad, aliente a cada uno de nosotros a abrazar generosamente los ideales evangélicos”.