Papa: la oración es la fuerza mansa que protege y sostiene al mundo
En el Ángelus, invitó a no cansarse de rezar por la paz y recordar también a las víctimas de las guerras olvidadas que ensangrientan el mundo. El profeta “no es el que predice el futuro, sino cada uno de nosotros cuando en virtud del Bautismo muestra a Jesús a los demás. Por eso hasta el más pequeño de la Iglesia tiene algo importante que decir”.
Ciudad del Vaticano (AsiaNews)- La oración es la “fuerza mansa que protege y sostiene al mundo”. El Papa Francisco lo recordó nuevamente esta mañana al terminar el Ángelus, e invitó a los fieles presentes en la Plaza de San Pedro a orar por las víctimas de las muchas guerras que cubren el mundo de sangre.
“Incluso en esta época de verano - dijo el pontífice - no nos cansemos de rezar por la paz, de manera especial por el pueblo ucraniano, tan probado. Y no descuidemos las otras guerras, que desgraciadamente muchas veces quedan olvidadas, y los numerosos conflictos y enfrentamientos que cubren de sangre muchos lugares de la tierra. Prestemos atención a lo que está ocurriendo -añadió-, ayudemos a los que sufren y recemos”.
Con respecto al pasaje evangélico que hoy propone la liturgia (Mt 10,41), Francisco habló sobre las verdaderas características de la figura del profeta. “Algunos lo imaginan como una especie de mago que predice el futuro; esta es una idea supersticiosa y el cristiano no cree en supersticiones, como la magia, las cartas, los horóscopos y cosas por el estilo”, comentó. El profeta -por el contrario- "es cada uno de nosotros" cuando "en virtud del Bautismo, ayudamos a los demás a leer el presente bajo la acción del Espíritu Santo, que nos guía para comprender los designios de Dios y responder a ellos. En otras palabras, el profeta es aquel que muestra a Jesús a los demás, que da testimonio de Él, que ayuda a vivir el hoy y a construir el mañana según sus planes”.
Por eso invitó a preguntarse: “Yo, que fui elegido profeta en el Bautismo, ¿hablo y, sobre todo, vivo como testigo de Jesús? ¿Llevo un poco de su luz a la vida de alguien?”. "Pero el Señor en el Evangelio - añadió el Papa - también pide acoger a los profetas; por lo tanto es importante acogernos unos a otros como tales, como portadores de un mensaje de Dios, cada uno según su estado y vocación. Y hacerlo allí donde vivimos: en la familia, en la parroquia, en las comunidades religiosas, en los demás ámbitos de la Iglesia y de la sociedad". “El Espíritu –subrayó– ha distribuido dones de profecía en el Santo Pueblo de Dios, y por eso es bueno escuchar a todos. Por ejemplo, cuando hay que tomar una decisión importante, es bueno ante todo rezar, invocar al Espíritu, pero después escuchar y dialogar, con la confianza de que cada uno, incluso el más pequeño, tienen algo importante que decir, un don profético que compartir. Así es como se busca la verdad –concluyó– y se difunde un clima de escucha de Dios y de los hermanos, en el que las personas no se sienten acogidas sólo si dicen lo que me gusta, sino que se sienten acogidas y valoradas como dones, por lo que son”.
28/08/2016 13:40
29/08/2020 11:22