Papa: la economía debe tener un enfoque ético, que favorezca el desarrollo integral
Frente al Consejo para un Capitalismo inclusivo, Francisco recordó la afirmación de Pablo VI: “el verdadero “desarrollo no se reduce al simple crecimiento económico. Para ser auténtico, debe ser integral, es decir, promover a todos los hombres y a todo el hombre”.
Ciudad del Vaticano (AsiaNews) – En un mundo en el cual “el aumento de los niveles de pobreza a escala global testimonia que la desigualdad prevalece sobre la integración armoniosa de personas y naciones”, “es necesario, urge un sistema económico justo, confiable y capaz de responder a los desafíos más radicales que la humanidad y el planeta se encuentran afrontando. Es lo que Francisco volvió a afirmar este mañana al recibir a los miembros del Consejo para un Capitalismo Inclusivo, el cual, según recordó, constituye uno de los resultados del Fortune - Time Global Forum del 2016, y cuyos participantes quisieron reunirse con Francisco.
El Consejo, dijo Francisco, es uno de los resultados del Fórum, y “tiene bajo su responsabilidad el desafío” de hacer del capitalismo un instrumento más inclusivo para el bienestar humano integral. Ello comporta la superación de una economía de exclusión y la reducción de la brecha que separa a la mayor parte de las personas de la prosperidad de que gozan unas pocas (cfr. Exhort. Ap. Evangelii gaudium, 53-55)”.
El Papa luego alentó a “perseverar en el camino de la generosa solidaridad y a trabajar por el retorno de la economía y de las finanzas con un enfoque ético, que favorezca a los seres humanos (cfr. ibíd., 58)”.
Y si bien es cierto que “la actividad empresarial «es una noble vocación, orientada a producir riqueza y a mejorar el mundo para todos»”, sin embargo, y tal “como ha recordado San Pablo VI, el verdadero “desarrollo no se reduce al simple crecimiento económico. Para ser auténtico, debe ser integral, es decir, promover a todos los hombres y a todo el hombre. (cfr Enc. Populorum progressio, 14). Ello significa que, mucho más que hacer que cierren los balances, hay que mejorar las infraestructuras y ofrecer una variedad más amplia de bienes de consumo. Conlleva además una renovación, una purificación y un reforzamiento de los modelos económicos en base a nuestra conversión personal y generosidad en relación con los necesitados”.
“Un sistema económico carente de preocupaciones éticas no conduce a un orden social más justo sino, por el contrario, a una cultura del ‘usa y bota, arroja’, tanto en los consumos como en los residuos. Y por el contrario, solo cuando reconozcamos la dimensión moral de la vida económica, que es uno entre tantos aspectos de la doctrina social católica, que debe ser plenamente respetada, estaremos en grado de actuar con caridad fraterna, deseando, procurando y protegiendo el bien de los demás y su desarrollo integral”.
“En definitiva, no se trata simplemente de ‘tener más’ sino de ‘ser más’. Esto requiere de una renovación profunda del corazón y de la mente para que la persona humana pueda ser siempre colocada en el centro de la vida social, cultural y económica. La presencia de ustedes aquí es un signo de esperanza, ya que ustedes han reconocido las cuestiones que nuestro mundo está llamado a afrontar y el imperativo de actuar con decisión para construir un futuro mejor. Expreso a ustedes mi gratitud por su compromiso en la promoción de una economía más justa y humana, en línea con los principios fundamentales de la doctrina social de la Iglesia y teniendo en cuenta a la persona entera, ademas de la generación presente y las futura. Un capitalismo inclusivo, que no deje a nadie atrás, que no descarte a ninguno de nuestros hermanos y hermanas, es un aspiración noble, que merece el mayor empeño de vuestra parte”.
17/12/2016 13:14
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