Papa: la Navidad nos haga redescubrirnos hermanos de quienes viven conflictos y violencia

En el mensaje navideño de Francisco, se aludió a los israelíes y a los palestinos, a los coreanos del norte y del sur, a los sirios y a los yemenitas, a los venezolanos, ucranianos y nicaragüenses y a todos aquellos que se ven privados de la libertad religiosa. “El mensaje universal de la Navidad”, que trae el Niño es que “Dios en un Padre Bueno y nosotros somos todos hermanos”.

Ciudad del Vaticano (AsiaNews) – Redescubrirse hermanos, siendo que todos somos hijos de Dios, aunque distintos, como ocurre en las familias, pero no por eso menos unidos. Que lo redescubran los israelíes y los palestinos, los coreanos del norte y del sur, los sirios y los yemenitas, los venezolanos, los ucranianos y los nicaragüenses, y todos aquellos que viven allí donde rigen conflictos. Y aquellos cristianos cuya fe se ve obstaculizada. Es un deseo de fraternidad el que expresa el mensaje navideño del Papa Francisco, pronunciado antes de la bendición “Urbi et Orbi”, impartida desde la logia central de la Basílica vaticana.

Después de su saludo de “Feliz Navidad”, Francisco dijo que “el mensaje universal de la Navidad” que trae el Niño es que “Dios es un Padre Bueno y nosotros somos todos hermanos. Esta verdad fundamenta la visión cristiana de la humanidad. Sin la fraternidad que Jesús nos ha regalado, nuestros esfuerzos por un mundo más justo son de corto aliento, e incluso los mejores proyectos arriesgan convertirse en estructuras sin alma. Por eso, mi deseo de Feliz Navidad es un deseo de fraternidad. Fraternidad entre personas de toda nación y cultura. Fraternidad entre personas de ideas distintas, pero que son capaces de respetarse y de escuchar al otro. Fraternidad entre personas de religiones distintas. Jesús ha venido a revelar el rostro de Dios a todos aquellos que lo buscan”.

Con su Encarnación, prosiguió el Papa, Dios “nos indica que la salvación pasa a través del amor, la acogida, el respeto por esta pobre humanidad nuestra que todos compartimos en una gran variedad de etnias, lenguas y culturas… ¡pero siendo todos hermanos en humanidad! Entonces, nuestras diferencias no son un daño o un peligro, sino que son una riqueza. Igual que un artista que quiere hacer un mosaico: ¡es mejor tener a disposición teselas de muchos colores en vez de pocos!”.

“Que esta Navidad nos haga redescubrir los lazos de fraternidad que nos unen como seres humanos y que unen a todos los pueblos. Que permita a israelíes y palestinos reanudar el diálogo y emprender un camino de paz que ponga fin a un conflicto que desde hace más de setenta años desgarra a la Tierra elegida por el Señor para mostrar su rostro de amor”.

“Que el Niño Jesús permita a la amada y atormentada Siria recuperar la fraternidad luego de estos largos años de guerra. Que la Comunidad internacional se aboque resueltamente a hallar una solución política que deje de lado las divisiones y los intereses de parte, para que el pueblo sirio, especialmente cuantos tuvieron que dejar su tierra y buscar refugio en otra parte, pueda volver a vivir en paz en su patria”.

“Pienso en Yemen, con la esperanza de que la tregua lograda a través de la mediación de la Comunidad internacional pueda, finalmente, brindar alivio a tantos niños y a las poblaciones extenuadas por la guerra y la carestía”.

“Pienso luego en el África, donde millones de personas están refugiadas o desplazadas y necesitan de asistencia humanitaria y de seguridad alimentaria. El Niño Dios, Rey de la Paz, haga que se acallen las armas y surja un alba nueva de fraternidad en todo el continente, bendiciendo los esfuerzos de cuantos se dedican a favorecer caminos de reconciliación a nivel político y social”.

“Que la Navidad fortalezca los vínculos fraternos que unen a la Península coreana y permita proseguir el camino de acercamiento emprendido, para que se llegue a soluciones en común que aseguren a todos un desarrollo y un bienestar”.

“Que este tiempo de bendición permita que Venezuela recupere la concordia y que todos los elementos que componen la sociedad puedan trabajar fraternalmente en pos del desarrollo del país y para asistir a los sectores más débiles de la población”.

“Que el Señor que nace reconforte a la amada Ucrania, en su ansia de reconquistar una paz duradera que tarda en llegar. Sólo con la paz, respetuosa de los derechos de todas las naciones, el país puede recuperarse de los sufrimientos padecidos y restablecer condiciones de vida dignas para sus ciudadanos. Estoy cerca de las comunidades cristianas de esa Región, y ruego que puedan tejer relaciones de fraternidad y de amistad”.

“Delante del Niño Jesús nos redescubrimos hermanos de los habitantes de la querida Nicaragua, para que no prevalgan las divisiones y la discordia, sino que todos se dediquen a favorecer la reconciliación y a construir juntos el futuro del país”.

“Deseo recordar a los pueblos que padecen colonizaciones ideológicas, tanto culturales como económicas, viendo su libertad y su identidad desgarradas, y que sufren por el hambre y la falta de servicios educativos y sanitarios”.

“[Dirijo] un pensamiento particular a nuestros hermanos y hermanas que festejan la Natividad del Señor en contextos difíciles, por no decir hostiles, especialmente allí donde la comunidad cristiana constituye una minoría, en algunos casos vulnerable o no tomada en cuenta. Que el Señor les conceda a ellos y a todas las minorías, poder vivir en paz y que sus derechos sean reconocidos, ante todo la libertad religiosa”.

“Que el Niño pequeño y con frío que hoy contemplamos en el pesebre, proteja a todos los niños de la tierra y a todas las personas frágiles, indefensas y descartadas. ¡Que todos podamos recibir paz y consuelo del nacimiento del Salvador, y, sintiéndonos amados por el único Padre celestial, nos reencontremos y vivamos como hermanos!”