Papa: la Iglesia y el mundo necesitan el ingenio y el estilo de la mujer

“El mundo sin madres no tiene futuro. Las ganancias y los beneficios, por sí solos, no dan futuro, por el contrario, a veces aumentan las desigualdades e injusticias. Las madres, en cambio, hacen sentir a cada hijo que está en su casa y dan esperanza”.

Ciudad del Vaticano (AsiaNews) - Hace falta el "ingenio" y el "estilo" de las mujeres. María “esencial para la historia de la salvación, no puede dejar de serlo para la Iglesia y para el mundo”. La dignidad que le corresponde a “la mujer, que trajo a Dios al mundo” ha sido el centro del discurso que el Papa Francisco dirigió esta mañana a los profesores y estudiantes de la Pontificia Facultad Teológica Marianum, durante la audiencia con motivo del 70 aniversario de Fundación.

“Podríamos preguntarnos: ¿la mariología tiene utilidad para la Iglesia y el mundo de hoy? La respuesta es sí. Ir a la escuela de María es ir a una escuela de fe y vida. Ella, maestra porque es discípula, enseña bien el alfabeto de la vida humana y cristiana”.

Francisco quiso considerar sobre la Virgen “dos elementos que la Escritura pone de relieve: ella es madre y mujer”.

Madre. María, “a la que Isabel reconoce como «Madre del Señor» (v.43), la Theotokos, también es la madre de todos nosotros”, más aún, es “la mejor de las madres (cf. Exhortación apostólica Evangellii gaudium, 285). "Nuestra Señora ha hecho a Dios nuestro hermano, y como madre puede hacer más fraternos a la Iglesia y al mundo. La Iglesia necesita redescubrir su corazón maternal, que late por la unidad; pero también nuestra Tierra la necesita, para volver a ser el hogar de todos sus hijos".

"La Virgen lo desea", ella ‘quiere dar a luz a un mundo nuevo, donde todos seamos hermanos y hermanas, donde haya lugar para cada persona descartada en nuestras sociedades’ (Fratelli Tutti, 278). Necesitamos la maternidad, la que genera y regenera la vida con ternura, porque sólo la entrega, el cuidado y el compartir mantienen unida a la familia humana. El mundo, sin madres, no tiene futuro: las ganancias y los beneficios, por sí solos, no dan futuro; por el contrario, a veces aumentan las desigualdades y las injusticias. Las madres, en cambio, hacen que cada hijo sienta que está en su casa y dan esperanza”.

"La Virgen - este es el segundo elemento esencial - es mujer. El dato mariológico probablemente más antiguo del Nuevo Testamento dice que el Salvador "nació de una mujer" (Gálatas 4: 4). Pero en el Evangelio, María es la mujer, la nueva Eva, que desde Caná hasta el Calvario interviene por nuestra salvación (cf. Jn 2, 4; 19, 26). Y por último, es la mujer vestida de sol que cuida a la descendencia de Jesús (cf. Ap 12, 17). Así como la madre hace de la Iglesia una familia, la mujer nos hace pueblo. No es casualidad que la piedad popular tienda naturalmente a la Virgen”.

"La teología - terminó diciendo Francisco - necesita a la mujer para no ser abstracta y conceptual, sino delicada, narrativa y vital. La mariología, en particular, puede ayudar a aportar a la cultura, a través del arte y la poesía entre otras cosas, la belleza que humaniza e infunde esperanza. Y está llamada a buscar espacios más dignos para las mujeres en la Iglesia, empezando por la común dignidad bautismal".