Papa: jóvenes, escuchen “los sueños” de los abuelos y realícenlos
Francisco en la vigilia de oración en Santa María Mayor, en preparación de la XXXII Jornada de la Juventud, que se celebrará mañana. Estuvo presente un grupo de jóvenes de Panamá, lugar donde se llevará a cabo la próxima Jornada mundial. Y “el Papa allí estará”, dijo Francisco. “No sé si seré yo –agregó- pero el Papa allí estará”.
Roma (AsiaNews) – La Iglesia quiere escuchar a todos los jóvenes, sin excluir a nadie, pero a ellos les pide que escuchen a los “abuelos”, su experiencia y que realicen sus sueños”. Es la misión que el Papa Francisco ha propuesto a los jóvenes, reunidos en la basílica de Santa María Mayor, en Roma, para la vigilia de oración en preparación de la XXXII Jornada mundial de la juventud, que se celebra mañana a nivel diocesano, sobre el tema «Grandes cosas ha hecho por mí el Todopoderoso” (Lc 1,49). En la vigilia promovida por la secretaría general del Sínodo de obispos, en colaboración con el Dicasterio para los laicos, la familia y la vida y con la diócesis del Lacio, estaba presente un grupo de jóvenes de Panamá, lugar donde se desarrollará la próxima Jornada mundial. Y “el Papa allí estará”, dijo Francisco. “No sé si seré yo –agregó-, pero el Papa allí estará”.
El Papa habló después de los testimonios de María Lisa, una joven hermana, y de Pompeyo, un joven, que hablaron de su encuentro con Dios. Abandonando un texto que había preparado, Francisco les dijo: todos podemos soñar y a todos nos congrega una sola cosa: la necesidad de amar y de ser amados. Y para este amor no cuenta quién eres o a quién perteneces, el honor, el respeto… la única ley que cuenta, es, precisamente, la del amor. Y entonces, yo estoy tan agradecida al Señor porque con estos hijos y hermanos puedo tener una experiencia de todo esto”.
Francisco entonces puso el acento en la importancia del próximo Sínodo sobre los jóvenes, que se encuentra a medio camino entre la JMJ de Cracovia y la de Panamá. “De Cracovia a Panamá. Pero, en el medio, el Sínodo. Un Sínodo del cual ningún joven debe sentirse excluido. 'Y bueno, hagamos el Sínodo para jóvenes católicos… pero también con los jóvenes que pertenecen a las asociaciones católicas, así es más fuerte…'. No. ¡El Sínodo es el Sínodo para y de todos los jóvenes! ¡Los jóvenes son los protagonistas! '¿Pero los jóvenes que se sienten agnósticos, también? – '¡Sí!' – '¿Los jóvenes que tienen una fe tibia, también?' – '¡Sí!' – '¿Incluso los jóvenes alejados de la Iglesia?' – '¡Sí!' – '¿Los jóvenes que –no sé si habrá alguno, pero quizás haya alguien- que se sienten ateos, también?' – '¡Sí!'. Este es el Sínodo de los Jóvenes, y nosotros queremos escucharlos a todos. Cada joven tiene algo para decir a los demás, tiene algo para decir a los adultos, tiene algo para decir a los curas, a las hermanas, a los obispos y al Papa. ¡Todos necesitamos escucharlos a ustedes!”
El Papa luego reconoció que actualmente, muchos jóvenes tienen grandes dificultades en su vida. Jóvenes que no logran “ponerse en camino” porque “a menudo son descartados” por la sociedad. “No tienen trabajo, no tienen un ideal a seguir, les falta educación, se carece de una integración… tantos jóvenes deben huir, emigrar a otras tierras… los jóvenes, hoy en día –es duro decirlo- a menudo son material de descarte. Y nosotros no podemos tolerar esto, y debemos hacer este Sínodo para decir ‘nosotros los jóvenes estamos aquí, y vamos a Panamá’, para decir: ‘nosotros los jóvenes estamos aquí, ¡en camino! ¡No queremos ser material de descarte! Tenemos un valor para dar’. Mientras Pompeyo hablaba, yo pensaba: en dos oportunidades él estuvo casi al borde de ser material de descarte, a los 8 años y a los 18 años. Y él salió adelante. Y él salió adelante”.
El Papa entonces les dio a los jóvenes de hoy una tarea especial, “hablar con los abuelos”. “Esta es la tarea que yo les doy en nombre de la Iglesia: hablar con los abuelos. 'Pero es aburrido, siempre dicen lo mismo…'. No. Escucha al anciano. Habla, pregúntale las cosas. Haz que ellos sueñen y toma estos sueños para seguir adelante, para profetizar y para volver concreta esa profecía. Ésta es vuestra misión de hoy, ésta es la misión que les pide hoy la Iglesia”.
“No sé si seré yo, pero estará el Papa: el Papa, en Panamá, les hará la pregunta: ‘¿Han hablado con sus viejos? ¿Han hablado con los ancianos? ¿Han tomado los sueños del anciano y los han transformado en una profecía concreta?’. Ésta es vuestra tarea. Que el Señor los bendiga. Recen por mí, y preparémonos todos juntos para el Sínodo y para Panamá”.