Papa: jóvenes, contagien al mundo con la alegría del Evangelio

Es “la tarea” que el Papa Francisco confía a los jóvenes en vista de la Navidad, “tarea” de la cual habló esta mañana, encontrando a una delegación de jóvenes de la Acción católica italiana. “Hablen a menudo con vuestros abuelos; también ellos tienen esta alegría contagiosa”.

Ciudad del Vaticano (AsiaNews)- Compartir la alegría del Evangelio, del saber que Dios nos ama y compartirla en modo particular con los abuelos. Es “la tarea” que el Papa Francisco confía a los jóvenes en ocasión de la Navidad, “tarea” de la cual habló esta mañana, cuando se encontró con una delegación de jóvenes de la Acción católica italiana.

«La Navidad se acerca y me alegra encontrarlos para este momento de intercambio de felicitaciones»…Contagien su alegría a todos - en especial a los abuelos - anunciado el amor y la ternura de Jesús, fue la invitación del Papa Francisco, con su cordial bienvenida a los chicos y chicas de la Acción Católica italiana.

Recordando el anuncio del ángel a los pastores: «No teman, porque les traigo una buena noticia, una gran alegría para todo el pueblo: Hoy, en la ciudad de David, les ha nacido un Salvador, que es el Mesías, el Señor» (Lc 2,10-11), el Santo Padre señaló que la alegría se multiplica compartiéndola y testimoniándola en todas nuestras relaciones: en familia, en la escuela, en la parroquia, en todas partes.

Con el lema que tienen para este año, «rodeados de alegría», que en italiano “Circundados de alegría” - se presta a un juego de palabras, que recuerda la imagen del circo, el Papa destacó que la alegría es contagiosa y les asignó la tarea de hablar con sus abuelos y de escucharlos, animándolos también a seguir impulsando la paz y la solidaridad:«Anunciando a todos el amor y la ternura de Jesús, se vuelven apóstoles de la alegría del Evangelio ¡Y la alegría es contagiosa! ¿Es verdad? ¿Están de acuerdo?".

"Quisiera darles una tarea. Esta alegría contagiosa hay que compartirla con todos, pero en especial – y ésta es la tarea - con los abuelos. ¡Piensen bien en esto: esta alegría hay que compartirla con todos, pero en especial con los abuelos! Hablen a menudo con sus abuelos; también ellos tienen esta alegría contagiosa. ¡Y esta alegría se multiplica compartiéndola! La alegría recibida como un don debe ser testimoniada en todas nuestras relaciones: en nuestras familias, en la escuela, en la parroquia, en todos lados”.

El nacimiento de Jesús, se hizo cercano a nosotros para salvarnos. Somos amados por Dios. ¡Qué cosa maravillosa! ¡Cuando estemos un poco triste, cuando todo parece que todo va torcido, cuando un amigo o una amiga nos desilusione-o más bien nosotros nos desilusionamos a nosotros mismos!- pensemos: “Dios nos ama!; “Dios no me abandona! Sí, muchachos, nuestro Padre nos es siempre fiel y no deja ni por un instante de amarnos, de seguir nuestros pasos y también buscarnos cuando nos alejamos un poco. Por esto en el corazón del cristiano está siempre la alegría. ¡Siempre!

El Papa se refirió luego al lema de este año de la Acción Católica: “Circundados de alegría”. Es sugerente esta metáfora del circo, que es una experiencia de fraternidad, de alegría y de vida nómade”.

“Quisiera-dijo el Papa luego a los jóvenes- quiero darles una tarea que ya ha encomendado en otras ocasiones: “esta alegría contagiosa se comparte con todos, pero en modo especial –y esta es la tarea– con los abuelos. Hablen seguido con sus abuelos, también ellos tienen esta alegría contagiosa”Pregúntenles muchas cosas, escúchenlos, ellos tienen la memoria de la historia, la experiencia de la vida, y para ustedes será un gran don que los ayudará en su camino. También ellos necesitan escucharlos, entender sus aspiraciones, sus esperanzas. Esta es la tarea: hablar con los abuelos, escuchar a los abuelos. Los ancianos tienen la sabiduría de la vida”.

Para no olvidar repitamos la tarea: hablar con los abuelos, escuchar a los abuelos”.

“También debe ser contagioso nuestro compromiso por la paz. También este año habéis querido ligar la palabra “paz” a la palabra “solidaridad”, con una iniciativa en favor de vuestros coetáneos de un barrio con dificultades de Nápoles. Es un buen gesto, que indica el estilo con el cual vosotros queréis anunciar el rostro de Dios que es amor. ¡Que el Señor bendiga vuestro proyecto de bien!”