Papa: imagen de la familia deformada por “potentes proyectos contrarios apoyados por colonizaciones ideológicas”
Ciudad del Vaticano (AsiaNews)- El Papa exhorta a las parejas cristianas al compromiso misionero, “en cuánto la imagen de la familia- así como la quiere Dios, compuesta por un hombre y una mujer en vista del bien de los cónyuges y también de la generación y de la educación de los hijos- viene deformada por potentes proyectos contrarios apoyados por colonizaciones ideológicas”. En estos términos y a pocas semanas del inicio del Sínodo sobre la familia (4-25 de octubre), Francisco volvió a denunciar a los movimientos culturales que tienden a deformar la idea cristiana de la familia.
Ocasión de la nueva intervención del Papa fue la audiencia de esta mañana a los participantes del encuentro mundial promovido por los Equipes Notre Dame, el movimiento laical de espiritualidad conyugal, nacido en Francia en 1938, a los cuales también recomendó la cercanía a las familias “heridas”.
“Es claro- les dijo- que un movimiento de espiritualidad conyugal como el vuestro coloca plenamente al interior de cuidado de la Iglesia que quiere tener hacia las familias y lo hace ya sea promoviendo la maduración de las parejas que participan de vuestros equipos y asea con el apoyo fraterno llevado a las otras parejas a las cuales sois enviados”.
“Las parejas y las familias cristianas- explicó- están a menudo en las condiciones mejores para anunciar a Jesucristo a las otras familias, para apoyarlas, fortificarlas y alentarlas. Lo que ustedes viven en la pareja y en la familia- acompañado por el carisma propio de vuestro movimiento- esta alegría profunda e insubstituible que el seños les hace experimentar en intimidad doméstica entre alegrías y dolores, en la felicidad de la presencia de vuestro cónyuge, en el crecimiento de vuestros niños, en la fecundidad humana y espiritual que Él les concede, todo va testimoniado, anunciado, comunicado hacia afuera para que otros se pongan, a su vez en este camino”.
A las parejas cristianas, el Papa les recomendó “la oración de la pareja y en familia, bella y necesaria tradición que siempre ha sostenido la fe y la esperanza de los cristianos, lamentablemente abandonada en tantas regiones del mundo; pienso también al tiempo mensual propuesto entre esposos- el famoso y desafiante “deber de sentarse” que va tan contra corriente respecto a las costumbres del mundo frenético y agitado marcado de individualismo-, momento de intercambio vivido en la verdad bajo la mirada del Señor, que es un tiempo precioso de agradecimiento, de perdón, de respeto recíproco y de atención hacia el otro”.
En el invitar al compromiso misionero, luego, Francisco recomendó trabajar, “si es posible y en manera siempre más concreta y con creatividad siempre renovada, en las actividades que pueden ser organizadas para acoger, formar y acompañar en la fe particularmente a las jóvenes parejas, antes del matrimonio”. “Os exhorto también a continuar a hacerse cercanos a las familias heridas, que hoy son tan numerosas a causa de la falta de trabajo, de la pobreza, de un problema de salud, de un luto, de la preocupación causada por un niño, por el desequilibrio provocado por la lejanía o la ausencia, de un clima de violencia. Debemos tener el coraje de entrar en contacto con estas familias, en un modo discreto pero generoso, materialmente, humanamente o espiritualmente, en aquellas circunstancias donde ellas se encuentren más vulnerables”.
“Al final no puedo no alentar a las parejas de los Equipes de Notre Dame a ser instrumentos de la misericordia de Cristo y de la Iglesia hacia las personas cuyo matrimonio fracasó. No olviden jamás que vuestra fidelidad conyugal es un don de Dios y que hacia cada uno de nosotros fue usada la misericordia. Una pareja unida y feliz puede comprender mejor de cualquier otro, cómo desde el interior, la herida y el sufrimiento que provocan un abandono, una traición, y un fracaso en el amor. Por lo tanto es necesario que vosotros podáis llevar vuestro testimonio y vuestra experiencia para ayudar a las comunidades cristianas a discernir las situaciones concretas de estas personas, a recibirlas con sus heridas y ayudarlas a caminar en la fe y en la verdad, a caminar en la fe y en la verdad, bajo la mirada de Cristo Buen Pastor, para formar parte en modo apropiado en la vida de la Iglesia. No olviden tampoco el sufrimiento indecible de los jóvenes que viven estas dolorosas situaciones familiares: a ellos vosotros podéis dar tanto”.