Papa: fundar la vida sobre la roca, Jesús no está en la arena de las apariencias
“Nosotros no podemos edificar nuestra vida sobre cosas pasajera, sobre las esperanzas, sobre el hacer que no sucede nada. Vayamos a la roca, donde está nuestra salvación. Y allí seremos felices todos. Todos”.
Ciudad del Vaticano (AsiaNews) – No edificar la vida sobre cosas pasajeras, sobre apariencias, sino ir a la roca, donde está la salvación. Lo dijo el Papa Francisco en la homilía de la misa celebrada esta mañana en la Casa S. Marta, partiendo del pasaje del Evangelio de Mateo (Mt 7,21.24,27) en el cual Jesús pone en comparación al hombre sabio con el hombre tonto: el uno, pone al Señor como fundamento de su vida, construyendo su propia casa sobre la roca, el otro no escucha la Palabra de Dios y vive en la apariencia, construyendo así su vida sobre un fundamento débil, como puede ser la arena.
“La roca- subrayó Francisco- Así es el Señor. Quien confía en el Señor estará siempre seguro, porque sus fundamentos están sobre la roca. Es aquello que dice Jesús en el Evangelio. Habla de un grupo sabio que construyó su casa sobre una roca, esto es cobre la confianza en el Señor, sobre cosas serias. Y también esta confianza es un material noble, porque el fundamento de esta construcción de nuestra vida es seguro, es fuerte”.
El sabio es entonces quien edifica sobre la roca, al contrario el tonto es aquel que elige la “arena que se mueve” y que es arrastrada por las lluvias y los vientos. “Es también nuestra vida pueda ser así, cuando mis fundamentos no son fuertes. Viene la tempestad-y todos nosotros tenemos tempestades en la vida, todos, desde el Papa al último, todos-y no somos capaces de resistir. Y muchos dicen: ‘No, yo cambiare vida’ y piensan que cambiar la vida sea maquillarse. Cambiar vida es cambiar los fundamentos de la vida, o sea poner la roca que es Jesús. ‘Yo quisiera restaurar esta construcción, este edificio, porque es muy feo, muy feo y yo quisiera embellecerlo un poco y también asegurar los fundamentos’. Pero si realizó el maquillaje y hago una “romanella”, nada va adelante; caerá. Con las apariencias, la vida cristiana cae”.
Por lo tanto, sólo Jesús es el fundamento seguro, las apariencias no ayudan y esto se ve también en el confesionario es el ejemplo hecho por el Papa, sólo quien allí se siente pecador, débil que desea la salvación, demuestra tener una vida basada sobre la roca, en cuanto cree y cuenta sobre Jesús como salvación. Por lo tanto convertirse a aquello que no se derrumba y no pasa: le sucede así a S. Francisco de Borja en el 1500, cuando este ex caballero de corte, delante del cuerpo destruido de la emperatriz Isabel, tomó conciencia de la caducidad y de las vanidades de las cosas terrenas y eligió al Señor y se hizo santo. “Nosotros no podemos edificar nuestra vida sobre cosas pasajeras, sobre las apariencias, sobre el fingir que todo va bien. Y allí seremos felices todos. Todos”.
