Papa: en la Iglesia todavía hay 'predicadores' que dividen
“Afirman que el verdadero cristianismo es al que están vinculados, que a menudo se identifica con ciertas formas del pasado, y que la solución para las crisis de hoy es volver atrás para no perder la autenticidad de la fe”. “Empiezan con los chismes y después terminan desacreditando al párroco o al obispo. Es el camino del maligno, de esa gente que divide, que no sabe construir”.
Ciudad del Vaticano (AsiaNews) - Tal como ocurría en los tiempos de la Carta de Pablo a los gálatas, hoy sigue habiendo "predicadores" que afirman ser los únicos poseedores de la verdad. Menosprecian el trabajo que realizan otros y “afirman categóricamente que el verdadero cristianismo es al que ellos están vinculados, que muchas veces se identifica con ciertas formas del pasado, y que la solución para las crisis de actuales es volver atrás para no perder la autenticidad del fe". Esa fue el principal comentario del Papa Francisco sobre la Carta a los Gálatas, el documento paulino "muy actual" al que Francisco anunció que dedicará un nuevo ciclo de catequesis para la audiencia general.
El encuentro también se realizó hoy en el patio de San Dámaso. Durante casi 40 minutos, Francisco pasó entre los presentes saludando, deteniéndose a veces para un intercambio de palabras, firmando de todo: libros, camisetas, banderas, fotografías, folletos; y recibió pequeños obsequios como una estola. Un grupo de jóvenes que mantenía levantada una pancarta con la inscripción "Shalom", llamó la atención del Papa, que se detuvo a conversar con ellos. Dos jóvenes le pidieron que bendijera sus manos unidas. También fue muy prolongado el encuentro con una anciana.
Francisco explicó luego que había decidido hablar de la Carta a los Gálatas en el nuevo ciclo de catequesis porque "es muy importante, incluso diría decisivo, no solo para conocer mejor al Apóstol, sino sobre todo para considerar algunos temas que él aborda en profundidad, mostrando la belleza del Evangelio". “También afronta, además, algunos temas muy importantes para la fe, como la libertad, la gracia y el modo de vida cristiano, que son extremadamente actuales porque tocan muchos aspectos de la vida de la Iglesia en nuestros días. Es muy actual, parece escrita para nuestro tiempo”.
Después de haber fundado estas Iglesias, [Pablo] se da cuenta del gran peligro que corren para seguir creciendo en la fe. En efecto, algunos cristianos que venían del judaísmo se habían infiltrado y astutamente comenzaron a sembrar teorías contrarias a la enseñanza del Apóstol, llegando incluso a denigrar su persona. Como se ve, es una práctica antigua la de presentarse en algunas ocasiones como los únicos poseedores de la verdad y pretender menospreciar el trabajo que han realizaron otros, incluso con calumnias. Esos adversarios de Pablo sostenían que los paganos también debían someterse a la circuncisión y vivir según las reglas de la ley mosaica. Vuelven a las cosas que el Evangelio ha superado. Entonces los Gálatas, habrían tenido que renunciar a su identidad cultural para someterse a las normas, prescripciones y costumbres propias de los judíos. Y no solo eso. Esos adversarios afirmaban que Pablo no era un verdadero apóstol y por tanto no tenía ninguna autoridad para predicar el Evangelio”. Hoy también vemos muchas veces cosas parecidas, “pensemos en algunas comunidades cristianas o en algunas diócesis. Empiezan con historias y después terminan desacreditando al párroco o al obispo. Es el camino del maligno, de esa gente que divide, que no sabe construir”.
“Pero ¿cómo podemos reconocer a estas personas? Por ejemplo, una de las características de su manera de proceder es la rigidez. Frente al mensaje del Evangelio que nos hace libres, gozosos, ellos son rígidos: hay que hacer esto, hay que hacer aquello ... ”. Para los gálatas, "haber conocido a Jesús y creído en la obra de salvación realizada con su muerte y resurrección era verdaderamente el comienzo de una nueva vida. Una vida de libertad. Habían emprendido un camino que por fin les permitía ser libres, a pesar de que su historia estaba entretejida con muchas formas violentas de esclavitud, sobre todo la que los sometía al emperador de Roma. Por eso, ante las críticas de los nuevos predicadores, se sentían perdidos e inseguros sobre cómo debían comportarse - ¿quién tiene razón, Pablo o estas personas que vienen a enseñar tantas cosas? - y a quién debían hacer caso. En resumen, ¡había mucho en juego! Esta situación no está lejos de la experiencia que viven muchos cristianos en nuestros días”.
"Seguir las enseñanzas del apóstol Pablo en la Carta a los Gálatas nos hará bien para comprender qué camino debemos seguir. El que señala el Apóstol es el camino liberador y siempre nuevo de Jesús Crucificado y Resucitado, es el camino del anuncio, que se realiza a través de la humildad y la fraternidad. Los nuevos predicadores no saben qué es la humildad, qué es la fraternidad. Es el camino de la confianza mansa y obediente. Los nuevos predicadores no conocen la confianza mansa y obediente. Y avanza con la certeza de que el Espíritu Santo obra en cada época de la Iglesia. La fe en el Espíritu Santo que obra en la Iglesia nos lleva hacia adelante y ella nos salvará”.
