Papa: en el Juicio Final también nos preguntarán si estuvimos cerca de los enfermos
El Ángelus, desde el Policlínico Gemelli. "¿Por qué sufren los niños? Esta es una pregunta que toca el corazón; acompáñalos con la oración y reza por todos los enfermos, especialmente por los que se encuentran en condiciones más difíciles: que nadie se quede solo, que cada uno reciba la unción de la escucha, la cercanía, la ternura y el cuidado."
Roma (AsiaNews) - Francisco dedicó un pensamiento a los enfermos, para que nunca se los deje solos, y habló de la importancia de la atención sanitaria. Fue durante el Ángelus, desde el décimo piso del Policlínico "A. Gemelli", donde se encuentra hospitalizado desde el domingo pasado.
El Papa se asomó al balcón acompañado de algunos niños de la sala de oncología pediátrica, contigua a la zona donde está internado. Se lo veía en buen estado, con una voz ligeramente cansada y un vendaje en la muñeca derecha. Miles de personas se reunieron en el gran patio adyacente a la entrada del hospital, para escucharlo.
Antes del rezo del Ángelus, el Papa hizo un comentario sobre el Evangelio de hoy y subrayó que en el Juicio Final, una de las cosas sobre las que tendremos que rendir cuentas es la cercanía a los enfermos. Luego de rezar la oración mariana, Francisco expresó su cercanía al pueblo de Haití, instándolo a caminar por los senderos de la paz. Recordó también que hoy se celebra el Día del Mar, e invitó a “cuidar la salud de los mares: ¡no al plástico en el mar!".
"Estoy feliz de poder cumplir con la cita dominical del Ángelus, aunque esté aquí, en el hospital 'Gemelli'”, dijo el Papa. “Les doy las gracias a todos: sentí mucho la cercanía de todos ustedes y el apoyo de sus oraciones. Gracias de corazón".
"El Evangelio de hoy dice que los discípulos de Jesús, enviados por Él, "ungían con aceite a muchos enfermos y los curaban" (Mc 6,13). Este "aceite" es ciertamente el sacramento de la Unción de los Enfermos, que da consuelo al espíritu y al cuerpo. Pero este "aceite" es también la escucha, la cercanía, la solicitud, la ternura de quien cuida al enfermo: es como una caricia que hace que uno se sienta mejor, calma el dolor y levanta el ánimo. Tarde o temprano, todos necesitamos de esta "unción", y todos podemos dársela a alguien: con una visita, una llamada telefónica, una mano tendida a alguien que necesita ayuda. Recuerda que en el protocolo del Juicio Final, una de las cosas por las que nos preguntarán será la cercanía a los enfermos".
“En estos días de hospitalización, he experimentado lo importante que es un buen servicio sanitario, accesible a todos, como el que hay en Italia y en otros países”, añadió. No debemos perder este bien tan precioso . ¡Tenemos que mantenerlo! Y para ello debemos esforzarnos todos, porque sirve a todos y requiere la contribución de todos”. En la Iglesia también sucede a veces que alguna institución sanitaria no marcha bien económicamente debido a una mala gestión. Y lo primero que surge es pensar en venderla. Pero tu vocación está en la Iglesia: no es tener dinero, es realizar un servicio, y el servicio es siempre gratuito. No se olviden de todo: salven las instituciones gratuitas".
"Quiero expresar mi aprecio y mi aliento a los médicos y a todo el personal sanitario y hospitalario. Aquí hay algunos amigos, son niños enfermos, ¿por qué sufren los niños? Esta es una pregunta que toca el corazón: acompáñalos con la oración y reza por todos los enfermos, especialmente por los que se encuentran en condiciones más difíciles: que nadie se quede solo, que todos reciban la unción de la escucha, la cercanía, la ternura y el cuidado".
Tras el rezo del Ángelus, Francisco habló sobre Haití. "En los últimos días", dijo, "mi oración se centró frecuentemente en Haití, tras el asesinato del Presidente y la herida de su esposa. Me sumo al sentido llamamiento de los obispos del país para "deponer las armas, elegir la vida, elegir la convivencia fraternal en interés de todos y en interés de Haití". Estoy cerca del querido pueblo haitiano; espero que cese la espiral de violencia y que la nación pueda retomar el camino hacia un futuro de paz y armonía".
“Hoy -dijo- es el Domingo del Mar, dedicado de manera especial a los marinos y a todos los que trabajan y se ganan la vida con el mar. Rezo por ellos e insto a todo el mundo a cuidar de los océanos y los mares. Cuidemos la salud de los mares: ¡no al plástico en el mar!".
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