Papa: el ‘derecho a morir’ carece de todo fundamento jurídico
Al reunirse con los miembros del Centro de Estudios “Rosario Livatino”, Francisco afirma que en los tribunales se oyen “pronunciamientos según los cuales el principal interés de una persona discapacitada o anciana sería morir en vez de curarse”.
Ciudad del Vaticano (AsiaNews) – El’ “derecho a morir” carece de todo fundamento jurídico, y ahora es afirmado por algunos tribunales. Es lo que afirmó hoy el Papa Francisco en el encuentro con los miembros del Centro de Estudios “Rosario Livatino”, donde también ratificó su oposición a la eutanasia.
Frente a los magistrados del Centro de estudios cuyo nombre ha sido dedicado al juez asesinado por la mafia en 1990, Francisco recordó las palabras de Juan Pablo II del 9 de mayo de 1993, “poco antes de dirigir a los ‘hombre de la mafia’ aquella memorable y perentoria invitación a la conversión, en el Valle de los Templos, en Agrigento”. Al reunirse con los padres de Livatino él lo había definido como “el mártir de la justicia e indirectamente, de la fe”.
“Livatino, - de quien ha concluido con éxito el proceso diocesano de beatificación-, sigue siendo un ejemplo, sobre todo para aquellos que llevan a cabo el exigente y complicado trabajo de juez. Cuando Rosario fue asesinado, casi nadie lo conocía. Trabajaba en un tribunal de la periferia: se ocupaba de la incautación y confiscación de bienes de origen ilegal adquiridos por los mafiosos. Lo hacía de manera inatacable, respetando las garantías de los acusados, con gran profesionalidad y con resultados concretos: por eso la mafia decidió eliminarlo”.
“Livatino es un ejemplo no sólo para los magistrados, sino para todos los que trabajan en el campo del derecho: por la coherencia entre su fe y su compromiso con el trabajo, y por la actualidad de sus reflexiones. En una conferencia, refiriéndose a la cuestión de la eutanasia, y retomando las preocupaciones que un parlamentario laico de la época tenía por la introducción de un supuesto derecho a la eutanasia, hizo esta observación: “Si la oposición del creyente a esta ley se funda en la convicción de que la vida humana [...] es un don divino que no es lícito que el hombre asfixie o interrumpa, lo está igualmente la oposición del no creyente, que se basa en la convicción de que la vida está protegida por la ley natural, que ningún derecho positivo puede violar o contradecir, ya que pertenece a la esfera de los bienes “no disponibles”, que ni los individuos ni la comunidad pueden atacar" (Canicattì, 30 de abril de 1986, en Fede e Diritto, editado por la Postulación)”.
“Estas consideraciones parecen estar lejos de las sentencias que, sobre el tema del derecho a la vida, a veces se pronuncian en los tribunales, en Italia y en muchos sistemas democráticos. Pronunciamientos según los cuales el principal interés de una persona discapacitada o anciana sería morir en vez de curarse; o que -según una jurisprudencia que se define a sí misma como "creativa"- inventan un "derecho de morir" sin ningún fundamento jurídico, debilitando así los esfuerzos por aliviar el dolor y no abandonar a sí misma a la persona que se encamina a terminar su existencia”.
22/12/2020 15:12