Papa: el perdón de Dios no es como el de un tribunal, “nos perdona desde adentro”
Ciudad del Vaticano (AsiaNews) – “¡Cuando Dios perdona, perdona como Padre! No como un empleado judicial, que lee un expediente y dice: sí, realmente puede ser absuelto, porque no hay materia tal…. Él nos perdona desde adentro. Perdona porque se pone en el corazón de esta persona”. Lo dijo el Papa Francisco en la homilía de la misa celebrada esta mañana en la Casa Santa Marta, en el curso de la cual subrayó que un “buen padre” se conmueve, se compromete en la vida de la gente.
“Dios – dijo - Dios se compadece por cada uno de nosotros y por la humanidad, ha mandado a su Hijo, nuestro Señor Jesús para sanarla, para regenerarla, para renovarla», “Es interesante – evidenció – que en la parábola, que todos conocemos del hijo pródigo, se dice que cuando el padre – que es la figura de Dios que perdona – ve venir a su hijo se compadeció. La compasión de Dios no es tener lástima, no tiene nada que ver una cosa con la otra. Puedo tener lástima de un perro que se está muriendo, pero la compasión de Dios, - explicó el Papa - es meterse en el corazón del otro, con corazón de Padre, por eso envió a su Hijo: Jesús curaba a la gente pero no era un curandero. Curaba a la gente como signo, además de curarla en serio, pero como signo de esa compasión de Dios, para salvar. Para volver a poner en su sitio. A la oveja perdida, en el corral… la moneda perdida, para aquella señora, en el monedero…
“¡Dios se compadece! ¡Dios apuesta su corazón de Padre! ¡Apuesta su corazón por cada uno de nosotros! ¡Cuando Dios perdona, perdona como Padre! No como un empleado judicial, que lee un expediente y dice: sí, realmente puede ser absuelto, porque no hay pruebas”.
Jesús, continuó, fue enviado para “traer la Buena Nueva, para liberar al que se siente oprimido», volvió a recordar el Obispo de Roma, para luego hacer hincapié en que Jesús ha sido enviado por el Padre para «meterse en cada uno de nosotros, liberándonos de nuestros pecados, de nuestros males y para llevarlos»: «Y esto es lo que hace un cura: conmoverse, comprometerse con la vida de la gente. Porque un cura es sacerdote como Jesús es sacerdote. ¡Cuántas veces después nos tuvimos que ir a confesar! Pero ¡cuántas veces criticamos a los curas que no les interesa lo que les pasa a sus feligreses, que no se preocupan. No, no es un buen cura, decimos. Un buen cura es el que se mete”.
Un buen sacerdote, reiteró, es aquél que se involucra con “todos los problemas humanos”. Luego se detuvo en el servicio ofrecido a la Iglesia por el Card. Javier Lozano Barragán, quien estaba presente en la misa en ocasión de la celebración de sus 60 años de sacerdocio. Francesco recordó su compromiso en el dicasterio para los Agentes de la Salud, “al servicio que la Iglesia brinda a los enfermos”. “Gracias a Dios - dijo - de estos 60 años de sacerdocio", "la compasión de Dios el día de hoy hay una línea y esto es un regalo que el Señor es" la tarjeta. Barragán: "Ser capaz de vivir así durante 60 años”.
23/12/2015