Papa: el espíritu del cansancio nos quita la esperanza
En la misa en la Casa S. Marta, el Papa Francisco compara la vida de muchos cristianos a aquella del pueblo hebreo en el desierto: “no soportaré el viaje”. De aquí provienen las quejas, insatisfacciones, negatividad, apego al fracaso. La “serpiente que había seducido a Eva… muerde siempre en la desolación”.
Ciudad del Vaticano (AsiaNews)- “El espíritu del cansancio nos quita la esperanza”, dejándonos corromper por la quejas, insatisfacciones, negatividad, fracaso. Es cuanto subrayó hoy el Papa Francisco en la homilía hecha por él en la misa en la Casa S. Marta esta mañana. El pontífice comentó sobre todo la primera lectura (Números 21, 4-9), que habla del pueblo en el desierto que, olvidándose de la liberación de la esclavitud, se lamenta y murmura contra Moisés.
“El pueblo de Dios-dijo el Papa- no soportó el viaje” porque se había apagado el entusiasmo del inicio y estaba cansado. “El espíritu del cansancio nos quita la esperanza… El cansancio es selectivo: siempre no hace ver lo malo del momento que estamos viviendo y olvidar las cosas buenas que recibimos”.
“Y nosotros, cuando estamos desolados, no soportamos el viaje y buscamos refugio o en los ídolos o en la murmuración, u otras cosas...Y por esto el espíritu del cansancio en nosotros lleva también a un modo de vivir insatisfecho: el espíritu de insatisfacción. Todo no nos gusta, todo va mal… el mismo Jesús nos ha enseñado esto cuando dice de este espíritu de insatisfacción que nosotros somos como los niños cuando juegan”.
“Esta- agregó- es la vida de tantos cristianos. Viven lamentándose, viven criticando, viven en la murmuración, viven insatisfechos. ‘El pueblo no soportó el viaje’. Nosotros cristianos tantas veces no soportamos el viaje. Y nuestra preferencia es el aferrarse al fracaso, o sea la desolación. Y la desolación es de la serpiente: la serpiente antiguo, la del Paraíso terrestre. Es un símbolo, aquí: la misma serpiente que había seducido a Eva y este es un modo de hacer ver a la serpiente que tienen adentro, que muerde siempre en la desolación”.
“Hermanos y hermanas, recordemos esta frase solamente: ‘El pueblo no soportó el viaje’. Los cristianos no soportan el viaje. Los cristianos no soportan la consolación. Estamos apegados a la insatisfacción, al cansancio, al fracaso. “Que el Señor nos libre de esta enfermedad”.