Papa: el Estado laico es algo bueno, pero el laicismo es una postura anticuada
En una entrevista concedida a un semanario belga, Francisco critica el laicismo que “cierra las puertas a la trascendencia”, la cual, empero, forma parte de la naturaleza humana. “Ninguna religión como tal puede fomentar la guerra”, porque en ese caso “estaría proclamando un dios de la destrucción, un dios de odio”. Sinodalidad es “no ir de arriba hacia abajo, sino escuchar a las iglesias, armonizarlas, discernir”.
Ciudad del Vaticano (AsiaNews) – “En general, el Estado laico es bueno. Es mejor que un Estado confesional”, pero el laicismo, que “cierra las puertas a la trascendencia” es “una postura anticuada”, que olvida que “la trascendencia forma parte de la naturaleza humana”. Es una de las afirmaciones que hizo el Papa en una entrevista concedida al semanario católico belga “Tertio”, en la cual también habla de los frutos del Jubileo y de la “sinodalidad” de la Iglesia.
El Papa habla sobre la laicidad al responder a una pregunta sobre la separación que hoy tiende a hacerse entre la religión y la vida pública. “Yo no quiero ofender a nadie – responde Francesco -, pero esta postura es una postura anticuada. Esta es la herencia que nos dejó la Ilustración -¿no es cierto?- donde todo hecho religioso es una subcultura. Es la diferencia entre laicismo y laicidad”. “El Vaticano II nos habla de la autonomía de las cosas o de los procesos o de las instituciones. Hay una sana laicidad, por ejemplo, la laicidad del Estado. En general, el Estado laico es bueno. Es mejor que un Estado confesional, porque los Estados confesionales terminan mal. Pero una cosa es laicidad, y otra cosa es laicismo. Y el laicismo cierra las puertas a la trascendencia: a la doble trascendencia, tanto a la trascendencia en relación a los demás como, y sobre todo, a la trascendencia en lo que se refiere a Dios. O hacia el Más Allá. Y la apertura a la trascendencia forma parte de la esencia humana. Es parte del hombre. No estoy hablando de religión, estoy hablando de la apertura a una trascendencia. Entonces, una cultura o un sistema político que no respete la apertura a la trascendencia de la persona humana, poda, recorta a la persona humana. Es decir, no respeta a la persona humana”.
Al responder a la pregunta siguiente, que se refiere a las guerras y al fundamentalismo religioso, Francisco reitera que “ninguna religión, como tal, puede fomentar la guerra”, porque en ese caso “estaría proclamando un dios de la destrucción, un dios de odio”. “No se puede hacer la guerra en nombre de Dios”, y tampoco “en nombre de ninguna religión”. Por eso, “el terrorismo, la guerra, no están relacionados con la religión. Se usan deformaciones religiosas para justificarlos”. Y dado que “todas la religiones tienen grupos fundamentalistas. Todas. Nosotros también”, estos pequeños grupos provocan “la división en la comunidad, que es una forma de guerra”.
En cuanto al Jubileo de la Misericordia, Francisco dice que convocarlo fue una idea “que me vino de arriba”, “creo que el Señor la inspiró”. Fue un evento que “evidentemente hizo mucho bien”, “movió mucho” a la gente, que “se sintió llamada a reconciliarse con Dios”.
Por último, habló de la “sinodalidad”, cuando dijo que “La Iglesia nace de las comunidades, nace de la base, de la comunidad, nace del Bautismo, y se organiza en torno a un obispo que la convoca, que le da fuerza”. Por ende, “o hay una Iglesia piramidal, donde lo que dice Pedro se hace; o hay una Iglesia sinodal, donde Pedro es Pedro, pero acompaña a la Iglesia”. “La experiencia más rica de esto fueron los dos últimos sínodos” sobre la familia, en los cuales “se escuchó a todos los obispos del mundo,”, “todas las iglesias del mundo: las diócesis, trabajaron”. “Es curioso ver la riqueza de la diferencia de matices, que es algo propio de la Iglesia. Es unidad en la diversidad. Eso es sinodalidad. No bajar (bajar línea, ndt) de arriba abajo, sino escuchar a las iglesias, armonizarlas, discernir”. “Entonces, hay una exhortación post-sinodal, que es Amoris Laetitia, que es el resultado de dos sínodos, donde trabajó toda la Iglesia, y que el Papa ha aprobado”. “Una iglesia sinodal significa que se da este movimiento de arriba-abajo, de arriba-abajo”. “Pero hay una fórmula latina que dice que las iglesias siempre están cum Petro e sub Petro (con Pedro y bajo Pedro). Pedro es el garante de la unidad de la Iglesia, el garante. Así que… ese es el sentido. Y hay que progresar en la sinodalidad. Que es una de las cosas que los ortodoxos han conservado. Y las iglesias católicas orientales, también. Es una riqueza que ellos tienen”.
[Traducción a cargo de AsiaNews]
28/08/2016 13:40
26/03/2019 14:33