Papa: el 13 de octubre el Cardenal John Henry Newman será declarado santo

El pastor anglicano convertido al catolicismo fue uno de los máximos pensadores ingleses del siglo XIX. Al beatificarlo, Benedicto XVI dijo que “la existencia de Newman nos enseña que la pasión por la verdad, por la honestidad intelectual y por la conversión genuina, conllevan un alto precio que pagar”.

Ciudad del Vaticano (AsiaNews) – El Cardenal John Henry Newman será proclamado santo el proximo 13 de octubre. El pastor anglicano convertido al cristianismo fue uno de los máximos pensadores ingleses del siglo XIX. El anuncio fue dado hoy por el Papa Francisco, durante un consistorio ordinario público para la canonización de los beatos.

Entre los que serán canonizados también figura María Teresa Chiramel Mankidiyan, primera religiosa india en ser elevada al honor de los altares por Juan Pablo II, el 9 de abril del 2000.

Nacido en Londres en 1801, siendo joven, Newman fue consagrado diácono de la Iglesia anglicana y luego, pastor. Al cumplirse el centenario de su muerte, el 28 de abril de 1990, el entonces cardenal Joseph Ratzinger dijo de él: “su conocimiento lo llevó, desde los antiguos lazos y certezas, al mundo, para él difícil e inusual, del Catolicismo. Sin embargo, esta vía del conocimiento dista mucho de ser una vía de la subjetividad que se afirma a sí misma: por el contrario, es una vía de la obediencia a la verdad objetiva. El segundo paso del camino de conversión, que se extiende a lo largo de toda la vida de Newman, fue, de hecho, la superación de la posición del subjetivismo evangélico, en favor de una concepción del Cristianismo fundada en la objetividad del dogma”.

Él mismo escribió en su epitafio: ““Ex umbris et imaginibus in veritatem” (De las sombras y de los espectros hacia la verdad) queriendo señalar el camino de su conversión, equiparado a la llegada a buen puerto luego de una furiosa tempestad. “En el momento de la conversión -escribe- ni yo mismo me daba cuenta del cambio intelectual y moral operado en mi mente. No me parecía tener una fe más firme en las verdades fundamentales de la revelación; y tampoco un mayor dominio de mí mismo; mi fervor no había crecido; sin embargo, tenía la impresión de estar llegando a buen puerto luego de una travesía agitada; es por eso que mi felicidad, desde entonces y hasta hoy, permaneció inalterable”.

En 1847 fue ordenado sacerdote e instituyó el Oratorio de San Felipe Neri, en Inglaterra. Convertido en cardenal por León XIII, murió en Birmingham el 11 de agosto de 1890. “Hemos perdido a nuestro mayor testigo de la fe, y todos somos más pobres y pequeños por esta pérdida”, dijo en su funeral, en 1890, el Cardenal Manning, quien había sido en otro tiempo su enemigo.

Con ocasión de la beatificación, en Birmingham, el 19 de septiembre del 2010, Benedicto XVI, en la vigilia, en Londres, dijo que “La existencia de Newman nos enseña que la pasión por la verdad, por la honestidad intelectual y por la conversión genuina, conllevan un alto precio que pagar. La verdad que nos vuelve libres no puede ser retenida, conservada para nosotros mismos; exige el testimonio, necesita ser oída, y en el fondo, su poder de convencer proviene de ella misma, y no de la elocuencia humana o de los razonamientos en los que puede ser incorporada”. Y en la misa por la beatificación, subrayó que el Cardenal Newman vivió “la visión profundamente humana del ministerio sacerdotal, en la devota atención hacia la gente de Birmingham durante los años pasados en el Oratorio que él fundó, visitando a los enfermos y a los pobres, consolando a los marginados, ocupándose de los que estaban recluidos en prisión”. “No es de maravillarse -concluyó- que a su muerte, miles de personas formaran fila por las calles del lugar mientras su cuerpo era llevado hasta el lugar de su sepultura”.

Hoy,recordamos a Newman como un anticipador de la relación moderna entre fe y razón. Fue un gran valorizador, tanto del rol de los laicos como de la fe de los más humildes.