Papa: desde el hospital las guerras parecen aún más absurdas
También este domingo se difundió el texto escrito del Ángelus del Pontífice desde el Hospital Gemelli: «Siento en el corazón la bendición que se esconde en la fragilidad, que nos enseña aún más a confiar en el Señor». Francisco agradece la cercanía de los fieles de todo el mundo; su estado clínico, estable. Comentando el Evangelio, la invitación a una mirada de cuidado y palabras honestas hacia los demás.
Ciudad del Vaticano (AsiaNews) - «Siento en mi corazón la “bendición” que se esconde dentro de la fragilidad, porque es precisamente en estos momentos cuando aprendemos aún más a confiar en el Señor». Y «rezo sobre todo por la paz. Desde aquí la guerra parece aún más absurda».
Estas son las palabras que el Papa Francisco, desde el Hospital Gemelli de Roma, donde se encuentra hospitalizado desde hace más de dos semanas, dirigió a los fieles en el texto escrito preparado para el Ángelus de este domingo y difundido este mediodía por la Oficina de Prensa de la Santa Sede.
«Doy gracias a Dios porque me da la oportunidad de compartir en cuerpo y espíritu la condición de tantas personas enfermas y que sufren -escribió el Pontífice-. Quisiera darles las gracias por las oraciones, que se elevan al Señor desde el corazón de tantos fieles de muchas partes del mundo: siento todo su afecto y cercanía y, en este momento particular, me siento como “llevado” y sostenido por todo el pueblo de Dios. Gracias a todos».
«También yo rezo por ustedes -añadió Francisco- y rezo sobre todo por la paz. Desde aquí la guerra parece aún más absurda. Recemos por la atormentada Ucrania, por Palestina, Israel, Líbano, Myanmar, Sudán, Kivu».
Comentando el pasaje evangélico propuesto por la liturgia de este domingo (Lc 6,39-45), el Papa subraya cómo Jesús nos hace reflexionar sobre dos de los cinco sentidos: la vista y el gusto. «Por lo que se refiere a la vista -explica-, nos pide que ejercitemos los ojos para observar bien el mundo y juzgar al prójimo con caridad. Sólo con esta mirada de atención, no de condena, la corrección fraterna puede ser una virtud. Porque si no es fraterna, no es corrección».
«En cuanto al gusto -añade-, Jesús nos recuerda que 'todo árbol se reconoce por sus frutos'. Y los frutos que provienen del hombre son, por ejemplo, sus palabras, que maduran en sus labios. Los frutos malos son las palabras violentas, falsas, vulgares; los buenos son las palabras justas y honestas que dan sabor a nuestros diálogos».
De ahí la invitación a preguntarse: «¿cómo miro a los demás, que son mis hermanos y hermanas? ¿Y cómo me siento mirado por ellos? ¿Mis palabras saben bien, o están impregnadas de amargura y vanidad?».
En cuanto a la salud del Papa Francisco, el último boletín médico difundido anoche habla de un «estado clínico estable». Tras el del viernes, no ha habido más episodios de broncoespasmo. Alterna «ventilación mecánica no invasiva con largos periodos de oxigenoterapia de alto flujo, manteniendo siempre una buena respuesta al intercambio gaseoso». No tiene fiebre ni deficiencia leucocitaria. «Ha seguido alimentándose por sí mismo y ha recibido fisioterapia respiratoria regular, cooperando activamente». El pronóstico sigue siendo reservado.