Papa: católicos y metodistas, redescubrirse como hermanos que caminan juntos

Francisco expresó la voluntad de proseguir en el camino de acercamiento al reunirse con una delegación del Consejo metodista mundial, en ocasión del 50mo aniversario del inicio del diálogo teológico metodista-católico. “Mirando hacia adelante, en estos cincuenta años, tenemos una certeza: la de no poder crecer en la santidad sin crecer en una comunión mayor”.

Ciudad del Vaticano (AsiaNews) – Tenemos la certeza de no poder crecer en la santidad sin crecer en una comunión mayor, “somos hermanos que, tras una larga separación, están felices de reencontrarse y de redescubrirse mutuamente, de caminar juntos, abriendo con generosidad el corazón al otro”. El Papa Francisco expresó en estos términos la voluntad de proceder en el camino de acercamiento entre católicos y metodistas, al recibir hoy a una delegación del Consejo metodista mundial, en ocasión del 50mo aniversario del dialogo teológico metodista-católico.

En estos 50 años, dijo Francisco, “podemos proclamar que hemos sido liberados de la esclavitud de la extrañeza y de la sospecha recíproca”. “A esta consciencia nos ha llevado el diálogo. El Concilio Vaticano II exhorta a seguir tendiendo hacia un conocimiento más profundo, y a un aprecio más justo entre cristianos de diversas confesiones, a través de un diálogo que proceda «con amor a la verdad, con caridad y humildad» (Decr. Unitatis redintegratio, 11). El diálogo verdadero alienta continuamente a encontrarse con humildad y sinceridad, deseosos de aprender unos de otros, sin irenismos y sin fingimientos. Somos hermanos que, tras una larga separación, están felices de reencontrase y de redescubrirse mutuamente, de caminar juntos, abriendo con generosidad el corazón al otro. Así prosigamos, sabiendo que este camino es bendecido por el Señor: por Él fue iniciado y a Él se dirige”.

“Los otros familiares de Dios pueden ayudarnos a acercarnos aún más al Señor –prosiguió el Papa, recordando la invitación a la santidad del teólogo John Wesley, fundador del movimiento protestante metodista- y estimularnos para ofrecer un testimonio más fiel al Evangelio”. Fe tangible que “se vuelve concreta en el amor” y en particular “en el servicio a los pobres y a los marginados”. “Cuando juntos, Católicos y Metodistas, acompañamos y aliviamos a los débiles y a los marginados –aquellos que, a pesar de vivir en nuestras sociedades, se sienten alejados, extranjeros, ajenos- respondemos a la invitación del Señor”.

“Mirando hacia adelante, en estos cincuenta años, tenemos una certeza: la de no poder crecer en la santidad sin creer en una comunión mayor. Este es el camino que se abre con la nueva fase de diálogo que está por comenzar en torno al tema de la reconciliación. No podemos hablar de oración y de caridad si, juntos, no rezamos y no trabajamos por la reconciliación y por la plena comunión entre nosotros. Que el trabajo que ustedes desarrollan sobre la reconciliación sea un don, y no sólo para nuestras comunidades, sino para el mundo: que sirva de estímulo a todos los cristianos, para ser, en todas partes, ministros de reconciliación. Es el Espíritu de Dios quien obra el milagro de la unidad reconciliada. Y lo hace a su estilo, como hizo en Pentecostés, suscitando carismas distintos y recomponiendo todo en una unidad, que no es uniformidad, sino comunión. Por eso es necesario que estemos juntos, como los discípulos a la espera del Espíritu, como hermanos en camino”.