Papa: "ayudar a los enfermos, no perderse en chácharas" y educar a los jóvenes en la solidaridad con el sufrimiento de los demás
Ciudad del Vaticano (AsiaNews) - "Ayudar a los enfermos, no perderse en la cháchara" es la tarea de la Iglesia que llama a la "oración continua para los seres queridos afectados por el mal", la solidaridad que es "importante educar a los hijos desde una edad temprana” porque "una educación que deja de lado la sensibilidad por la enfermedad humana, endurece el corazón y hace que los chicos sean “anestesiados” ante el sufrimiento de los demás, incapaces de confrontarse con el sufrimiento y de vivir la experiencia del límite".
Continuando su catequesis sobre el tema de la familia, hoy el Papa ha enfrentado "un aspecto muy común en la vida de nuestras familias", el de la enfermedad, "una experiencia de nuestra fragilidad, que vivimos generalmente en la familia, desde niños y después, sobre todo, cuando somos ancianos. Cuando llegan los problemas físicos".
A las 30.000 personas presentes en la Plaza de San Pedro para la audiencia general, que incluye, como de costumbre, una larga pasada con el jeep blanco - en la que también hizo subir dos monaguillos - Francisco dijo que "en el contexto de los vínculos familiares, la enfermedad de las personas que amamos se siente con mayor sufrimiento y angustia, porque el amor nos lo hace sentir así, dado que tantas veces, para una madre o un padre, es más difícil soportar la enfermedad de un hijo, de una hija e incluso la propia. familia desde siempre ha sido el “hospital” más cercano, mientras aún hoy, en tantas partes del mundo, el hospital es un privilegio para pocos, que además, frecuentemente está lejos. De ahí que haya afirmado que son la mamá, el papá, los hermanos y las hermanas quienes suelen garantizar la atención necesaria para ayudar a las personas enfermas de su propia familia".
" «Los Evangelios nos narran muchos encuentros de Jesús con enfermos y su voluntad de sanarlos. Cristo lucha contra la enfermedad y cura al hombre de todos sus males. Ésta es también la misión que ha dado a su Iglesia: hacerse cargo de los enfermos, hasta sus últimas consecuencias, siguiendo su ejemplo. Por eso, la preocupación, la asistencia y la oración por los enfermos forman parte fundamental de la vida de la Iglesia y de todo cristiano". "Si pienso en las grandes ciudades modernas, me pregunto dónde están las puertas antes de que traen esperanza a los enfermos para ser sanados! Jesús nunca se negó a curarlos. Nunca paso de largo, nunca volvió la cara hacia otro lado. Y cuando un padre o una madre, o incluso gente amable le llevaron delante de un paciente, para que lo tocara y lo sanara, no puso tiempo de por medio; la sanación llegó antes que la ley, incluso ante algo tan sagrado como el día de reposo". Y "Jesús envía a sus discípulos a hacer el mismo trabajo y les da el poder de curar, o de acercarse a los enfermos y cuidar de ellos hasta el final". Y "al ayudar a los enfermos, no te pierdas en la conversación, siempre ayudando, consolando, sobre llevando, estar cerca de los enfermos" es la tarea de la Iglesia.
Ante la enfermedad, continuó, "incluso en las familias surgen dificultades, a causa de la debilidad humana. Pero, en general, el tiempo de la enfermedad aumenta la fuerza de los lazos familiares. Y creo que lo que es importante educar a los niños desde una edad temprana a la solidaridad en tiempos de enfermedad". "Cuántas veces vemos llegar a trabajar a un hombre, una mujer con un rostro cansado" porque tenía que cuidar a un niño durante la noche, uno de sus seres queridos y a pesar de la fatiga", la jornada continua con el trabajo". "Estas cosas son heroicas", es la “heroicidad familiar"," heroísmo oculto "que se vive "cuando uno está enfermo, cuando el padre, la madre, el hijo, la hija... Y lo hacen con ternura y coraje".
"La comunidad cristiana - concluyó - sabe bien que a la familia, en la prueba de la enfermedad, no se la debe abandonar. Y debemos dar gracias al Señor por esas bellas experiencias de fraternidad eclesial que ayudan a las familias a atravesar el difícil momento del dolor y del sufrimiento. Esta cercanía cristiana, de familia a familia, es un verdadero tesoro para una parroquia; un tesoro de sabiduría, que ayuda a las familias en los momentos difíciles y hace que se entienda el Reino de Dios mejor que con tantos razonamientos. Son caricias de Dios".
29/05/2019 13:18