Papa: a los sacerdotes, estén enamorados de Jesús y pastores listos para seguirlo hasta el fin

La primer pregunta que hay que ponerse es: ¡Cómo está mi primer amor?. La segunda "¿Soy pastor o un empleado Ong que se llama Iglesia?. No hay "gloria ni majestad" para el consagrado a Jesús. La "palabra más fuerte" con la cual Jesús concluye su diálogo con Pedro es, "sígueme".

Ciudad del vaticano (AsiaNews)- Sacerdotes y obispos tienen que estar enamorados de Jesús, "el primer amor", sean pastores antes que estudiosos, listos a seguirlo hasta el fin, a la humillación, en la certeza que nunca se nos dejará solos. Es la plegaria con la cual el Papa Francisco concluyó la misa celebrada hoy en la casa S. Marta comentando la pregunta que Jesús le hace a Pedro: "Simón, hijo de Juan, me amas?".

"Esta -dijo- es la pregunta que me hago a mí, a mis hermanos sacerdotes: ¿Cómo está el amor de hoy, aquel que hace Jesús, no? ¿Es como el primero? ¿Estoy enamorado como el primer día? ¿O el trabajo, las preocupaciones un poco me hacen mirar otras cosas, y olvidarme un poco del amor? Pero los cónyuges pelean. Y eso es normal. Pero cuando no hay amor, no se pelea, se rompe". "Jamás hay que olvidar al primer amor". "Jamás", agregó.

El papa, refiere la Radio vaticana, puso en evidencia otros aspectos que hay que tener presente en relación de diálogo de un sacerdote con Jesús. Ser el primero en todo-antes del estudio, antes de querer ser "un intelectual de la filosofía o de la teología o de la patrología- un "pastor"-, así como Jesús le solicitó a Pedro: "Apacienta mis ovejas". El resto viene "después". "Apacienta". Con la teología, con la patrología, con aquello que estudias, pero apacienta, Sé pastor. Porque el Señor nos llamó para esto. Y las manos del obispo sobre nuestra cabeza es para ser pastores. Es una segunda pregunta, ¿no?. La primera es: ¿Cómo está mi primer amor?. Esta, la segunda: ¿Soy pastor o soy un empleado de esta Ong que se llama Iglesia?. Hay una diferencia. ¿Soy pastor? Una pregunta que debo hacerme, que los obispos deben hacerse, también los curas: todos. Apacienta. Pastorea. Vayan adelante"

Y no hay "gloria" ni "majestad" para el pastor consagrado a Jesús. "NO, hermano. Terminará en el modo más común, también más humillante, tantas veces: en la cama, que te dan de comer, que te deben vestir...Pero inútil, allí, enfermo..." El destino es "terminar como terminó Él": amor que muere "como la semilla del grano y así se covertirá en fruto. Pero yo no lo veré".

El cuarto aspecto, al final, la "palabra más fuerte" con la cual Jesús concluye su diálogo con Pedro, es "sígueme". "Si nosotros hemos perdido la orientación o no sabemos cómo responder a su amor, no sabemos cómo responder sobre este ser pastor, no sabemos cómo responder o no tenemos la certeza que el Señor no nos dejará solos, también en los momentos más feos de la vida, en la enfermedad, Él dice: "Sígueme". Es esta, nuestra certeza. Detrás de las huellas de Jesús. En ese camino. "Sígueme".

A todos nosotros sacerdotes y obispos, concluyó el Papa Francisco, el Señor nos dé "la gracia de encontrar siempre o recordar el primer amor, de ser pastores, de no tener vergüenza de terminar humillados en una cama o también haber perdido la cabeza. Y que siempre nos dé la gracia de ir detrás de Jesús, detrás de las huellas de Jesús. La gracia de seguirlo".