31/10/2018, 00.00
VATICANO
Enviar a un amigo

Papa: Toda vocación cristiana ‘es esponsal’: yo soy matrimonio y sacerdocio

“A la Iglesia, no le sirven los aspirantes al rol de curas, sino hombres a los que el Espíritu Santo toque el corazón, con un amor sin reservas por la Esposa de Cristo”. “El cuerpo humano no es un instrumento para el placer, sino el lugar de nuestra llamada al amor, y en el amor auténtico, no hay lugar para la lujuria y la superficialidad. ¡Los hombres y las mujeres merecen más que eso!”

Ciudad del Vaticano (AsiaNews) –  Toda vocación cristiana “es esponsal, porque es fruto de vínculo de amor en el cual todos somos regenerados, el vínculo de amor con Cristo”: lo es el matrimonio, siendo que “para casarse, ¡no alcanza con celebrar el matrimonio! Es necesario hacer un camino del Yo al Nosotros”, lo es el sacerdocio, por el cual “se ama al pueblo de Dios con toda la paternidad, la ternura y la fuerza de un esposo y de un padre”. Es el significado pleno del mandamiento “No cometerás adulterio”, al cual el Papa se refirió hoy, al hablar en la audiencia general.

Al dirigirse a las 20.000 personas presentes en la plaza de San Pedro, prosiguiendo con el ciclo de catequesis sobre los Mandamientos, Francisco se refirió al Sexto mandamiento del Decálogo, “No cometerás adulterio”, en el cual se resalta que “el amor fiel de Cristo es luz para vivir la belleza de la afectividad humana. En efecto, nuestra dimensión afectiva es una llamada al amor, que se manifiesta en la fidelidad, en la acogida y en la misericordia”.

“Sin embargo, no debe olvidarse que este mandamiento se refiere explícitamente a la fidelidad matrimonial –siguió diciendo-, y por lo tanto, es bueno reflexionar más a fondo sobre su significado esponsal”.

“Podemos preguntarnos: esta orden de guardar fidelidad, ¿a quién va dirigida? ¿Solamente a los esposos? En realidad, esta orden es para todos, es una Palabras paterna de Dios, que va dirigida a todos los hombres y mujeres. Recordemos que el camino de la maduración del ser humano es el camino mismo del amor, que comienza con recibir atención y cuidados y se encamina a una capacidad de ofrecer atención y cuidados, de recibir la vida a dar la vida. Volverse hombres y mujeres adultos quiere decir llegar a vivir la actitud esponsal y parental, que se manifiesta –en las diferentes situaciones de la vida- como la capacidad de sobrellevar el peso del otro y amarlo sin ambigüedad. Por lo tanto, es una actitud global de la persona, que sabe asumir la realidad y sabe entrar en una relación profunda con las demás personas”.  

“Entonces, ¿quién el adúltero, el lujurioso, el infiel? Es una persona inmadura, que guarda su vida para sí e interpreta las situaciones en función de su propio bienestar y de su propio apego. Entonces, para casarse, ¡no alcanza con celebrar e matrimonio! Es necesario hacer un camino que partiendo del yo, vaya rumbo al nosotros. Que de pensar por sí mismo, se pase a pensar de a dos, de vivir solo, se pase a vivir juntos, los dos. Es un hermoso camino.  Entonces, cuando dejamos de ser el centro, todo acto es esponsal: trabajamos, hablamos, decidimos, nos encontramos con los demás con una actitud acogedora y oblativa. Podemos ampliar esto. En este sentido, toda vocación cristiana es esponsal. El sacerdocio lo es. Porque es la llamada, en Cristo y en la Iglesia, a servir a la comunidad con todo el afecto, la atención y el cuidado concretos, y la sabiduría que el Señor nos dona.  A la Iglesia no le sirven los aspirantes al rol de curas –no sirven, mejor que se queden en su casa-, sino hombres a que el Espíritu Santo toque el corazón, con un amor, sin reservas, por la Esposa de Cristo. En el sacerdocio se ama al pueblo de Dios con toda la paternidad, la ternura y la fuerza de un esposo y de un padre. También sucede así en la virginidad consagrada en Cristo, si es vivida con fidelidad y con alegría, como relación esponsal y fecunda de maternidad y paternidad. Repito: toda vocación cristiana es esponsal, porque es fruto del vínculo de amor en el cual todos somos regenerados, el vínculo de amor con Cristo”, “partiendo de su fidelidad, de su ternura, de su generosidad, miramos con fe el matrimonio y cualquier otra vocación, y comprendemos el sentido pleno de la sexualidad”.

“La criatura humana, en su in-escindible unidad de espíritu y cuerpo, y en su polaridad masculina y femenina, es una realidad muy buena, destinada a amar y a ser amada. El cuerpo humano no es un instrumento para el placer, sino el lugar de nuestra llamada al amor, y en el amor auténtico no hay lugar para la lujuria y para la superficialidad. ¡Los hombres y las mujeres merecen más que eso!. Entonces, la Palabras «No cometerás adulterio», a pesar de estar expresada en forma negativa, nos orienta a nuestra llamada originaria, es decir, al amor esponsal pleno y fiel, que Jesucristo nos ha revelado y entregado (cfr. Rm 12,1)”.

TAGs
Enviar a un amigo
Vista para imprimir
CLOSE X
Ver también
Papa: el amor posesivo es el demonio de la lujuria
17/01/2024 11:34
Papa: en cada decisión de la vida, ‘¡no tengáis miedo! Jesús está a nuestro lado’
24/03/2020 15:45
Papa: unidad y fidelidad “ piedras angulares fundamentales” del matrimonio
29/01/2019 14:20
Papa: Hay que prepararse para el matrimonio, no alcanza con ‘tres o cuatro charlas’ en la parroquia
24/10/2018 12:18
Papa: Fidelidad, perseverancia y fecundidad para un matrimonio que sea realmente cristiano
02/06/2014


Newsletter

Suscríbase a la newsletter de Asia News o cambie sus preferencias

Regístrese
“L’Asia: ecco il nostro comune compito per il terzo millennio!” - Giovanni Paolo II, da “Alzatevi, andiamo”