Papa: Llamamiento por los 49 migrantes del Sea Watch y del Sea Eye, sin un refugio seguro

Desde el 22 de diciembre, los dos barcos no han recibido ningún permiso para atracar y desembarcar a los migrantes. Los mejores deseos para las iglesias católicas y ortodoxas que celebran la Navidad mañana. El "temor" frente a Jesús.

Ciudad del Vaticano (AsiaNews) - El Papa Francisco dirigió un "llamamiento sincero" esta mañana a los líderes europeos "para demostrar solidaridad" con los 49 inmigrantes del Sea Watch y del Sea Eye. Rescatados en el mar Mediterráneo, desde el 22 de diciembre no reciben permiso de Malta, Italia y otros países europeos para atracar en un puerto seguro. En los últimos días, incluso los obispos italianos han expresado un llamamiento para hacer que los migrantes desembarquen.

Hasta el momento, Malta sólo ha permitido a los dos barcos de dos ONG ingresar a aguas territoriales, pero sin desembarcar; Italia ha propuesto llevar comida y agua a bordo, o tomar sólo a mujeres y niños de los inmigrantes. Recalcando severamente cada palabra, Francisco lanzó su llamado después de la oración del Ángelus con los fieles en la Plaza de San Pedro.

Inmediatamente después, deseó Feliz Navidad a "algunas Iglesias orientales, católicas y ortodoxas, que siguen el calendario juliano" y que celebrarán la Navidad mañana. "Para ellos, dijo, dirijo mis saludos cordiales y fraternales en el signo de comunión entre todos los cristianos, que reconocemos a Jesús como Señor y Salvador".

Anteriormente, el pontífice se había centrado en el significado de la fiesta de hoy, la Epifanía. Esta mañana a las 10 el Papa celebró la misa en san Pedro. Entre los temas mencionados, relacionados con el Evangelio del día (Mateo 2, 1-12), se encuentra el del "temor" de Herodes y los escribas de Jerusalén: "Representan a aquellos que, incluso en nuestros días, temen la venida de Jesús y cierran sus corazones a los hermanos y hermanas que necesitan ayuda. Herodes teme perder el poder y no piensa en el verdadero bien de las personas, sino en su propio interés personal. Los escribas y los líderes del pueblo tienen miedo porque no pueden mirar más allá de sus propias certezas, por lo que no logran captar la novedad que hay en Jesús".

"Nosotros también, concluyó, dejémonos iluminar por la luz de Cristo que viene de Belén. No permitamos que nuestros miedos cierren nuestros corazones, sino que tengamos el coraje de abrirnos a esta luz suave y discreta. Entonces, como los Magos, experimentaremos "una alegría muy grande" (v.10) que no podremos conservar para nosotros mismos. Que la Virgen María nos sostenga en este viaje, una estrella que nos lleva a Jesús".