Papa: Jóvenes de Bangladés, valientes, la sabiduría de Dios refuerza la esperanza
En el encuentro con los jóvenes, estaban presentes 7 mil católicos, además de otros miembros de otras religiones. Cantos y danzas para el recibimiento y los testimonios de un muchacho y una joven. “Estáis siempre llenos de entusiasmo y siente que rejuvenezco cada vez que os encuentro”. Para no “vagar sin meta”, es necesario confiarse en la sabiduría de Dios, que “nos ayuda a reconocer y rechazar las falsas promesas de felicidad”. Tal sabiduría nos “abre a los otros”, nos hace apreciar la cultura de los ancianos, “nos ayuda a enfrentar el futuro con coraje”.
Dacca (AsiaNews)- El entusiasmo de los jóvenes de Bangladés, su ser “valientes”, es reforzado por la “sabiduría de la fe” que los hace capaces de superar las “falsas promesas de felicidad”, de dialogar con los miembros de las otras religiones, de ser enriquecidos por la “sabiduría de los ancianos” y “de enfrentar el futuro con valentía”, gracias a la sabiduría de Dios que refuerza en nosotros la esperanza”. También él se ha encontrado esta tarde a las 15 (hora local) con 7 mil jóvenes de Bangladés en el campo deportivo de Notre Dame College de Dacca, la última cita de su abultada agenda, antes de dejar el país.
El Papa llegó al encuentro en una golf-card y fue recibido con cantos y danzas, seguido por los testimonios de 2 jóvenes, Upasana Ruth Gomes y Anthony Toranga Nokrek. El pontífice inmediatamente confesó: “Estáis siempre llenos de entusiasmo y siente que rejuvenezco cada vez que os encuentro”.
“Uno de vuestros poetas nacionales, Kazi Nazrul Islam, lo ha expresado definiendo la del país como «valiente», «acostumbrada a arrebatar la luz del vientre de la oscuridad». “Los jóvenes están siempre listos para ir hacia adelante, hacer que todo suceda y arriesgar”. “Os animo a continuar con ese entusiasmo en las circunstancias buenas y malas. Ir hacia adelante, especialmente en aquellos momentos en los que os sentís oprimidos por los problemas y la tristeza y, mirando alrededor, parece que Dios no aparece en el horizonte. Pero, avanzando, aseguraos de elegir el sendero justo. ¿Qué significa esto? Esto significa saber «viajar» en la vida, y no «vagar» sin rumbo. Nuestra vida tiene una dirección; tiene un fin que nos ha dado Dios”.
“Cuando se pasa de «viajar» a «vagar sin rumbo», toda la sabiduría se pierde. Lo único que nos orienta y nos hace ir hacia adelante en el sendero justo es la sabiduría, la sabiduría que nace de la fe. No es la falsa sabiduría de este mundo Es la sabiduría que se vislumbra en los ojos de los padres y de los abuelos que han puesto su confianza en Dios”.
A propósito de la relación con los ancianos, Francisco subraya: “Vuestra cultura os enseña a respetar a los ancianos. Como he dicho antes, los ancianos nos ayudan a apreciar la continuidad de las generaciones. Llevan consigo la memoria y la sabiduría experiencial, que nos ayuda a evitar repetir los errores del pasado”. Los ancianos tienen «el carisma de colmar las distancias», en cuanto aseguran que los valores más importantes se transmitan a los hijos y a los nietos”.
Es la sabiduría que se vislumbra en los ojos de los padres y de los abuelos que han puesto su confianza en Dios. Como cristianos, podemos ver en sus ojos la luz de la presencia de Dios, la luz que han descubierto en Jesús, que es la misma sabiduría de Dios (cf. 1 Co 1,24). Para recibir esta sabiduría debemos mirar el mundo, nuestra situación, nuestros problemas, todo, con los ojos de Dios. Nosotros recibimos esta sabiduría cuando comenzamos a ver las cosas con los ojos de Dios, a escuchar a los demás con los oídos de Dios, a amar con el corazón de Dios y a valorar las cosas con los valores de Dios”. La sabiduría de la fe “es la misma sabiduría de Dios”.
“Esta sabiduría-continuó- nos ayuda a reconocer y a rechazar las falsas promesas de felicidad. Una cultura que hace falsas promesas no puede liberar, sólo conduce a un egoísmo que nos llena el corazón de oscuridad y amargura”.
“La sabiduría de Dios, en cambio, nos ayuda a saber cómo acoger y aceptar a aquellos que actúan y piensan de manera diferente a la nuestra. Es triste cuando comenzamos a cerrarnos en nuestro pequeño mundo y nos replegamos sobre nosotros mismos”.
En el encuentro estaban presentes también jóvenes de otras religiones. El Papa comenta: “La sabiduría de Dios nos abre hacia los otros. Nos ayuda a mirar más allá de nuestras comodidades personales y a las falsas seguridades que nos hacen volvernos ciegos delante de los grandes ideales que hacen que la vida sea más bella y digna de ser vivida.
“Me alegra que junto a nosotros los católicos, estén muchos jóvenes amigos musulmanes y de otras religiones. Al encontraros juntos hoy aquí mostráis vuestra determinación de promover un clima de armonía, donde se tiende la mano a los otros, a pesar de vuestras diferencias religiosas”.
“La sabiduría de Dios refuerza en nosotros la esperanza y nos ayuda a afrontar el futuro con valentía. Nosotros, cristianos, hallamos esta esperanza en el encuentro personal con Jesús en la oración y en los sacramentos, y en el encuentro concreto con él en los pobres, los enfermos, los que sufren y los abandonados. En Jesús descubrimos la solidaridad de Dios, que camina constantemente a nuestro lado”.
“Queridos jóvenes, queridos amigos, mirando vuestros rostros me lleno de alegría y de esperanza; alegría y esperanza por vosotros, por vuestro país, por la Iglesia y por vuestras comunidades”.
“Que la sabiduría de Dios siga inspirando vuestro esfuerzo por crecer en el amor, en la fraternidad y en la bondad. Al dejar hoy vuestro país, os aseguro mi oración para que todos podáis continuar creciendo en el amor a Dios y al prójimo. Y por favor, no os olvidéis de rezar por mí”. ¡Dios bendiga Bangladesh! [Isshór Bangladeshké ashirbád korún]”.
Después de haber dejado a los jóvenes, el pontífice se preparó para ir hacia el aeropuerto de Dacca, para la despedida oficial de Bangladés. Después de los saludos, partió a las 17,30.
17/12/2016 13:14
22/03/2017 13:04