Papa: Hoy la Iglesia nos dice; ¡Tiende la mano al pobre! Y Jesús nos dice: ¡El pobre soy yo!
En el Ángelus, el Papa destacó nuevamente el valor de la Jornada Mundial de los pobres: “Los pobres son el centro del Evangelio. Jesús ha venido por los pobres. “¿Has recibido tanto y dejas que tu hermano y tu hermana mueran de hambre?”. El recuerdo de la población de Filipinas, azotada por las inundaciones a causa de los tifones. El llamado a la reconciliación en Costa de Marfil. La oración por las víctimas del incendio en el hospital de Piatra Neamt (Rumania).
Ciudad del Vaticano (AsiaNews) – “Hoy la Iglesia nos dice; ¡Tiende la mano al pobre! Y Jesús nos dice: ¡El pobre soy yo!”. Francisco quiso subrayar de esta manera la importancia de la Jornada Mundial de los Pobres, que él instituyó hace cuatro años. “Tiende la mano al pobre” es también el mensaje que él difundió el pasado mes de junio. Con ocasión de esta Jornada, el Papa celebró esta mañana una misa en la basílica, con la participación de algunas personas en representación de los pobres y de organizaciones caritativas.
Antes de la oración del Ángelus junto con los peregrinos presentes en plaza San Pedro, el Papa comentó el evangelio de la misa de hoy, la parábola de los talentos (Mateo 25,14-30).
El pontífice se detuvo en la figura del siervo “malvado y holgazán”, que no logra obtener frutos de los dones que Dios le había dado: “Se defiende de su holgazanería acusando al amo, y dice que él es “duro”. Por esto, el amo “le quita el talento y lo arroja fuera de su casa”.
Llegado un punto, el Papa se apartó del texto que había preparado y dijo: “Esta parábola vale para todos, pero, especialmente para los cristianos, como siempre. Esto es muy actual, siendo que celebramos la Jornada Mundial de los Pobres: Tiende la mano al pobre, no seas egoísta. Mira: hay tantos; incluso en nuestras ciudades, en el centro de nuestras ciudades, son muchos. ¡Haz el bien!”.
“A veces pensamos que ser cristianos es no hacer el mal. Y no hacer el mal es algo bueno. Pero no hacer el bien, no es bueno. Nosotros tenemos que hacer el bien, salir de nosotros mismos y mirar, mirar a los que están más necesitados. Es tanta el hambre, incluso en el centro de nuestras ciudades, y muchas veces entramos en esa lógica de la indiferencia: el pobre está allí, y miramos para otro lado. Tiende tu mano al pobre: es Cristo. Hay quienes dicen: 'Pero estos curas, estos obispos que hablan tanto de los pobres, y de los pobres… ¡Nosotros queremos que nos hablen de la vida eterna!’ Hermano, hermana, mira, los pobres son el centro del Evangelio; es Jesús quien nos ha enseñado a hablar a los pobres, es Jesus quien ha venido por los pobres. Tiende tu mano al pobre. Has recibido tanto, ¿y dejas que tu hermano y tu hermana mueran de hambre?”.
“Queridos hermanos y hermanas, que cada uno diga en su corazón esto que Jesús nos dice hoy, y repita en su corazón: ‘Tiende tu mano al pobre’. Y Jesús nos dice otra cosa: ¿Sabes?, el pobre soy yo. Jesús nos dice esto: “El pobre soy yo”.
“La Virgen María recibió a Jesús de Dios, pero no se lo guardó para sí misma, se lo dio al mundo, a su pueblo”, concluyó. “Aprendamos de ella el temor del Señor, no el miedo. Aprendamos, sobre todo, el amor atento, a ponernos al servicio de los demás. Para que el Señor, a su regreso, nos encuentre así, esforzándonos para que sus dones den fruto”.
Luego de la oración mariana, Francisco quiso recordar algunas situaciones difíciles. Primero habló de la población de Filipinas, donde, a causa de los tifones, algunas regiones han quedado bajo el agua. Luego se refirió a las fuertes tensiones que han estallado en Costa de Marfil, donde se registran enfrentamientos entre la población de las regiones angloparlantes y francófonas.
"Me uno en la oración para obtener del Señor el don de la concordia nacional - dijo -, y exhorto a todos los hijos e hijas de este querido país a colaborar responsablemente por la reconciliación y la convivencia en paz. Aliento especialmente a los distintos actores políticos a restablecer un clima de confianza recíproca y diálogo, procurando soluciones justas que protejan y promuevan el bien común”.
Al final, Francisco oró y recordó a las víctimas del accidente ocurrido ayer en Rumania, donde se incendió el sector de terapia intensiva de un hospital de Piatra Neamt. El incidente dejó al menos 10 muertos; algunos eran pacientes enfermos de Covid-19.
17/12/2016 13:14
22/03/2017 13:04