Papa: Gaza está agotada, ayuda inmediata y liberación de rehenes
Nuevo apelo de Francisco en la audiencia general para que israelíes y palestinos elijan la paz en lugar de las armas. En el Aula Pablo VI la reflexión conclusiva del ciclo de catequesis sobre el celo apostólico en la evangelización: "Jesús dice a cada creyente y a su Iglesia: ábrete porque el mensaje del Evangelio te necesita para ser testimoniado y anunciado".
Ciudad del Vaticano (AsiaNews) - "Que termine este gran sufrimiento para israelíes y palestinos. Por favor, no a las armas, sí a la paz". Lo ha vuelto a pedir hoy el Papa Francisco con un nuevo llamamiento, lanzado al final de su audiencia general con los fieles, celebrada hoy en el Aula Pablo VI.
"Continúo siguiendo con gran preocupación y dolor el conflicto en Israel y Palestina -dijo el pontífice- Renuevo mi petición de un alto el fuego humanitario inmediato, hay mucho sufrimiento allí. Animo a todas las partes implicadas a reanudar las negociaciones y pido a todos que se comprometan urgentemente a hacer llegar ayuda humanitaria a la población de Gaza, que está al límite de sus fuerzas y tiene verdadera necesidad". Todos los rehenes que habían visto esperanza en la tregua de hace unos días deben ser liberados inmediatamente".
Antes de pronunciar estas palabras -unidas como siempre a la invitación a rezar por la paz en Ucrania y en otras regiones devastadas por la guerra-, el Papa Francisco había concluido hoy sus reflexiones sobre el celo apostólico en la evangelización, iniciadas el 11 de enero. Tras presentar una serie de perfiles de grandes evangelizadores de todo el mundo y destacar algunas características de la misión en las últimas semanas, el Pontífice se detuvo hoy en la página evangélica en la que Jesús cura a un sordomudo pronunciando sobre él la palabra "effatà" (Mc 7,31-37). Francisco destacó el hecho de que este episodio se desarrolla geográficamente en una región habitada predominantemente por paganos.
"El Evangelio -recordó el Papa- informa de la palabra decisiva de Jesús en arameo, effatà, que significa 'ábrete': abre los oídos, abre la lengua. Y es una invitación dirigida no tanto al sordomudo, que no podía oírla, sino precisamente a los discípulos de entonces y de todos los tiempos. 'Ábrete', dice Jesús a cada creyente y a su Iglesia: ábrete porque el mensaje del Evangelio te necesita para ser testimoniado y proclamado". "Los cristianos cerrados -añadió- acaban mal, siempre, porque no son cristianos, son ideólogos, ideólogos de la cerrazón. Un cristiano debe estar abierto al anuncio de la Palabra, a la acogida de los hermanos".
"Hermanos, hermanas -concluyó el Papa Francisco- sintámonos todos llamados, como bautizados, a testimoniar y anunciar a Jesús. Y pidamos la gracia, como Iglesia, de poder poner en práctica una conversión pastoral y misionera. Preguntémonos: ¿Amo realmente al Señor, hasta el punto de querer anunciarlo? ¿Tomo a pecho a las personas que encuentro, las llevo a Jesús en la oración? ¿Deseo hacer algo para que la alegría del Evangelio, que ha transformado mi vida, pueda embellecer la suya?".